Desde el penal de máxima seguridad de El Altiplano, en el Estado de México, Ovidio Guzmán, “El Ratón”, mandó un mensaje a los pobladores de Jesús María, en Sinaloa, para pedirles “perdón” por las molestias generadas durante el segundo “culiacanazo” que derivó en su captura.
A través de sus familiares, el hijo de “El Chapo” Guzmán, pidió perdón a todos los “plebes” de la sindicatura de Jesús María, donde a todos los vecinos se les ha pedido pasar la voz con el sentido mensaje del líder del Cártel de Sinaloa, pues estos no han dejado de sentir miedo tras el operativo a cargo de “los guachos”, como llaman a los miembros del Ejército.
Luego que Ovidio Guzmán fue ingresado al mismo penal donde su padre, Joaquín “El Chapo Guzmán” logró fugarse, la defensa del “Chapito” logró un amparo para que el líder criminal no sea incomunicado y así mantenga contacto con sus familiares a través de visitas personales y llamadas telefónicas.
Es preciso recordar que, de acuerdo con algunas versiones, Griselda López, madre de Ovidio Guzmán, se hizo cargo de los gastos funerarios de los escoltas que murieron en el enfrentamiento con los miembros del Ejército al tratar de impedir la detención de su líder.
Aunque ha pasado casi un mes desde la madrugada del 5 de enero, algunos pobladores sostienen que tienen muy fresco el recuerdo de las balas y por ello aún sienten temor al salir a la calle, contaron a Milenio.
“Todas las noches sueño lo mismo: los balazos, los guachos, las ráfagas y el helicóptero ese. Mis hijos están más traumados, ni siquiera quieren ir a la escuela, apenas hace una semana empezaron a ir porque no quieren salir de aquí”, aseguró Mireyda Ramírez, quien reside en la zona donde fue capturado el narcotraficante.
Los pobladores siguen inconformes con el gobierno porque no han llegado los apoyos prometidos, y creen que, de regresar, el propio Ovidio Guzmán les brindaría ayuda para resarcir los daños materiales.
“Es más fácil que Ovidio regrese y nos ayude, a que nos ayude el gobierno, que cubran mis daños, porque no creo que el gobierno venga a cubrirlos”, expresó Mireyda Ramírez.
Y es que según algunos residentes “es más feo estar mirando todo el daño que hicieron” y por ello se han dado a la tarea de resanar algunas paredes afectadas por los impactos de bala.
A casi cuatro semanas del “culiacanazo 2.0″, las calles en el “rancho” permanecen vacías, y sobre los caminos de terracería todavía se encuentran regados los casquillos percutidos como prueba del enfrentamiento entre sicarios del cártel de Sinaloa y las fuerzas federales.
Además, algunas viviendas todavía muestran los impactos de bala, aunque buena parte de ellos fueron causados por armas de calibre .50, como los fusiles Barret empleados por los escoltas de Guzmán López.
En ese sentido, algunos vecinos se muestran molestos por la versión de las autoridades, en la que aseguraron que no había casas cercanas a la residencia del capo.
“Dese cuenta todas las casas que hay alrededor: aquí está mi casa, el otro vecino, la vecina de al lado, allá arriba hay dos, tres casas, para allá hay más casas”, dijo la misma Mireyda Ramírez.
Pese a los reclamos de los habitantes de Jesús María, el Ejército mantiene su presencia, pues además de mantener labores de vigilancia también ofrece servicios de apoyo a los habitantes, como atención médica, entrega de alimentos a través de una cocina comunitaria, mantenimiento de escuelas y otras labores, como el corte de cabello gratuito.
Ovidio Guzmán y su relación con la comunidad de Jesús María
Luego del fuerte operativo del 5 de enero, algunos residentes de Jesús María declararon a los medios de comunicación que en el pueblo se sabía de la presencia de uno de “Los Chapitos”, sin embargo, eso no representaba ningún peligro para ellos.
Durante el operativo de detención, el círculo de seguridad de Guzmán López se enfrentó a miembros del Ejército y la Guardia Nacional, dejando un saldo de 7 militares muertos y alrededor de 19 presuntos sicarios muertos.
“La señora Gris habló a las funerarias para hacerse cargo de gastos, de quien estuvo en la balacera de Jesús María”, indicó un testimonio citado por El Sol de Sinaloa.
De manera adicional, una mujer que se identificó como una de las tías de Ovidio Guzmán ofreció una breve entrevista para Milenio y lamentó su detención, y auguró que sin él, las cosas cambiarían radicalmente en la comunidad.
“Lo están extrañando ya, porque dicen que sin él los trabajos no van a ser igual, ya van a tener que salir a buscar a otros lugares trabajo y no crea que aquí en Jesús María nada más, lo que es todos los alrededores, todas las comisarías, a ellos también ayudaban”, señaló la mujer de nombre Martha en la conversación. “Le aseguro: tuvieron más ayuda de él que del gobierno, ¿y ahora qué vamos a hacer?”, agregó.