Recientemente por medio de redes sociales volvió a tomar fuerza el caso de la joven Mariana Sánchez Dávalos, quien fue enviada a un poblado en Chiapas durante 2020 y fue asesinada a principios de 2021. El caso de su muerte fue manejado por las autoridades del estado como “suicidio”, cuando su agresor se entregó a las autoridades únicamente lo sentenciaron por agresión sexual y no por el delito de feminicidio.
Mariana Dávalos había sido enviada al poblado de Nueva Palestina de Ocosingo para poder realizar su servicio social, durante su estancia denunció haber sido agredida sexualmente por Fernando “N”, mismo que la comenzó a acosar desde su llegada, sin embargo, la Fiscalía del estado de Chiapas únicamente le dio unos días de descanso sin goce de sueldo, el cual era proporcionado por la beca con la que contaba.
La joven de tan solo 24 años de edad llevaba a cabo su asistencia social como parte de sus estudios en Medicina Humana en la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH). El 27 de enero de 2021, Sánchez Dávalos fue encontrada sin vida en el interior de la habitación que rentaba.
Dávalos fue asignada en una de las sedes de la comunidad Nueva Palestina, a cuatro horas de distancia de Tuxtla Gutiérrez, lugar en el que vivía con su abuela. Desde su llegada en agosto de 2020, la joven padeció agresiones sexuales por parte de Fernando “N”, quien inclusive admitió haber forzado la puerta de la habitación donde ella se hospedaba.
Durante cinco largos meses pasó días y noches de terror, vivía alterada, angustiada y con mucho temor, de acuerdo con los testimonios de sus amigos y familiares cercanos. Mariana Sánchez avisó a su universidad, a la Fiscalía del estado y a la Secretaría de Salud sobre la situación, pero en ninguna de las instituciones fue estuchada o tomada con seriedad.
El día de su muerte, su madre, Lourdes Dávalos, se trasladó desde Coahuila hasta Chiapas, sitio en el que se encontraba laborando su hija, a pesar de que le tomó únicamente 24 horas llegar, en el transcurso de ese tiempo la Fiscalía incineró el cuerpo de su hija sin su autorización, acto siguiente su mamá denunció públicamente las inconsistencias en el caso de investigación de Mariana.
Asimismo, María de Lourdes Dávalos Abrego, madre de la doctora, falleció el pasado 7 de agosto de 2021 en Tuxtla Gutiérrez, la capital del estado. La mujer vivió hasta el último día de su vida buscando justicia para la muerte de su hija.
En febrero de 2021 denunció que la Fiscalía General de República (FGR) se había negado a proporcionarle una copia de la carpeta de investigación del caso, motivo por el cual desconfió de las investigaciones realizadas.
A más de un año de haberse comenzado el proceso, el pasado 25 de noviembre de 2021 Fernando “N” fue sentenciado únicamente a 3 años de prisión, puesto que fue juzgado por el delito de agresión sexual, no de feminicidio. Como resultado de las indagatorias y presentaciones de pruebas, las autoridades señalaron su responsabilidad por acoso sexual.
El imputado se entregó a las autoridades chiapanecas, semanas después de la muerte de la doctora, antes de ser formalmente detenido realizó un video en el que explicaba el porqué había decidido entregarse, sin embargo durante el clip negó todas las acusaciones y mencionó que tanto él como su familia habían sido intimidados por elementos de seguridad.
Durante una de las primeras audiencias, el Ministerio Público expuso datos para que el juez vinculara a proceso penal a Fernando “N”, ordenando la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa en el Centro de Reinserción Social para Sentenciados de Ocosingo, para que tiempo después lo sentenciaran oficialmente solamente a 3 años de prisión por un delito menor.