La celebración del Niñopa es una de las tradiciones más importantes de Xochimilco. Se trata de un Niño Dios creado a base de madera con varios siglos de historia. Cada año, miles de personas se reúnen exactamente el 2 de febrero para presenciar y conmemorar el cambio de hogar para la figura religiosa.
Dicho festejo coincide con el Día de la Candelaria, que señala el final de las celebraciones de Navidad, durante el cual las familias cocinan tamales y cambian de ropaje sus figuras de Niño Dios. Sin embargo, el Niñopa se trata de una figura histórica y con un fuerte simbolismo. En la actualidad se desconoce la fecha exacta de su creación. De acuerdo a estudios realizados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) data de finales del siglo XVI o principios del XVII.
El proceso para la fiesta es el siguiente: cada año una familia recibe al Niñopa, pues las personas se registran en una lista de espera la cual puede durar décadas. Cabe mencionar que los devotos esperaron más de dos años para salir a las calles este 2 de febrero de 2023, pues no pudieron hacerlo en 2020, 2021 y 2022 debido a las restricciones por la pandemia de COVID-19.
El INAH dio a conocer a través de un comunicado el proceso al cual fue sometida la pieza religiosa del Niñopa, ya que permaneció un mes en los talleres de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) para su tratamiento anual a cargo de restauradores expertos.
El 1 de febrero, el INAH realizó la entrega a la mayordomía saliente, ya preparada para la celebración del Día de la Candelaria. Asimismo, señalaron que con la presencia de representantes de la mayordomía del Niñopa a nombre de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y del Instituto, la restauradora María Cristina Noguera Reyes entregó la talla religiosa de más de 400 años de antigüedad, luego de haber concluido su atención, la cual inició el 26 de diciembre de 2022 y terminó el 1 de febrero.
La revisión anual es realizada desde 1995 con la finalidad de mantenerla en el mejor estado de conservación posible. A lo largo de casi tres décadas se le han hecho diversos estudios que han ayudado a procurar su preservación y a mitigar el desgaste causado por diversos agentes, como el paso del tiempo, la humedad o cambios climáticos bruscos.
“Esta escultura de madera policromada del siglo XVI, si bien es una pieza muy valiosa para la feligresía de Xochimilco, también representa un bien patrimonial que debe preservarse, de ahí que la atención anual que le brinda el INAH es uno de los mejores proyectos de restauración realizado junto con las comunidades”, indicó el Instituto.
El Día de la Candelaria en la Ciudad de México tiene como protagonista al “Niño Dios” y cada año las familias devotas suelen vestirlo con alguna prenda que representa a un santo o alude a un milagro que desean. Las actividades dan inicio desde muy temprano, normalmente acuden a misa y bendicen su estatuilla.
Según el libro “Mi niño Dios” de la antropóloga y restauradora Katia Perdigón, cada prenda que porta un Niño Dios esconde una historia de vida y una creencia. “El vestido de la imagen representa no sólo a la entidad, sino también a su poseedor en cuanto a sus gustos, ideales, ilusiones...”.
La comida tradicional para esta fecha son los tamales, los cuales se volvieron parte de los rituales religiosos, por lo que las familias mexicanas acostumbran a hacer este platillo para compartir con amigos seres cercanos. De acuerdo con la tradición, la persona a la que le salió el muñeco en la rosca de reyes debe de hacerse cargo de la preparación de los tamales.