Metro CDMX señaló al crimen organizado como responsable del robo de cables

En 2022 fueron robados más de 4 kilómetros de cableado. El director de la STC, Guillermo Calderón, señaló que la tendencia va a la baja con la intervención de la Guardia Nacional

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Guillermo Calderón, director del Metro, aseguró que el robo de cables no puede ser acción de una sola persona (Twitter @MetroCDMX/FGJCDMX)
Guillermo Calderón, director del Metro, aseguró que el robo de cables no puede ser acción de una sola persona (Twitter @MetroCDMX/FGJCDMX)

Guillermo Calderón, director del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STCM), señaló al crimen organizado como responsable del robo de cables que afecta sistemas de energía, control de trenes y comunicaciones, lo cual pone implica riesgo y provoca retrasos en el servicio.

El funcionario apuntó que en cada robo se extraen grandes cantidades de cable, lo cual implica que los responsables tienen una estrategia definida. Tan solo en 2022 fueron robados 4.7 kilómetros con un peso de 33 toneladas.

“Esto no puede ser solo una persona indigente que se meta al registro, son grandes volúmenes y da cuenta de que habla de un grupo del crimen organizado, para decirlo con todas sus palabras”

Calderón detalló que la gran cantidad de cable robado en cada ocasión dan cuenta de que los delincuentes saben qué tipo de material cortar, cómo sacarlo y dónde venderlo.

“Es un robo de grupo organizado que sabe cómo hacer la sustracción de grandes volúmenes y sabe cómo comercializarlos”, insistió durante la conferencia de prensa.

Durante en el evento, el director del Metro presentó las cifras más recientes relacionadas con este delito. En diciembre de 2022 hubo seis robos, en los que se extrajeron 353 metros de cable y en enero fueron robados 739 metros.

La incidencia en robo de cable se redujo más de 60% con la llegada de la Guardia Nacional al Metro (Archivo)
La incidencia en robo de cable se redujo más de 60% con la llegada de la Guardia Nacional al Metro (Archivo)

Calderón precisó que del total de enero 530 metros fueron sustraídos en cuatro eventos diferentes, previos a la llegada de la Guardia Nacional y que la sustracción de los 209 restantes ocurrió posteriormente, lo cual indica que la incidencia se redujo en un 61% con la intervención del organismo.

Las líneas con mayor incidencia del delito son la 2, la 3, la 5, la A y la B en los tramos de Cuatro Caminos-Panteones, Xola-Tasqueña, Indios Verdes-La Raza, Instituto del Pétroleo-Valle Gómez, Aragón-Oceanía, Pantitlán-Guelatao y Ciudad Azteca-Bosque de Aragón.

En relación a las medidas para combatir este crimen, Calderón apuntó que se está trabajando en el sellado de los registros externos por los cuales se puede robar el cable y que se implementaron brigadas nocturnas. Sumado a ello se prevé una inversión de 70 millones de pesos para comprar más de 3 mil 500 cámaras de seguridad, parte de las cuales serán desplegadas en túneles.

La quema de cables fue una causas del accidente de la Línea 3 del Metro

El choque de trenes de la Línea 3 es una prueba de las consecuencias de la manipulación y robo del cableado, ya que una de las causas del accidente fue la quema deliberada de cables en la zona oriente de la estación Potrero, según determinó la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX).

La noche del 6 de enero, día previo al choque, el Puesto de Control Central (PCC) fue alertado sobre una falla en la señalización en un túnel. Cuando el equipo de mantenimiento técnico hizo la revisión descubrieron que dos cables fueron quemados.

La quema de cables fue una de las causas del accidente de la Línea 3 del Metro (DANIEL AUGUSTO /CUARTOSCURO.COM)
La quema de cables fue una de las causas del accidente de la Línea 3 del Metro (DANIEL AUGUSTO /CUARTOSCURO.COM)

El daño material era enorme, por lo que la reparación llevaría varias jornadas de trabajo. Fue en este contexto que el PCC tomó la decisión de que los operadores circularían en marcha de seguridad para garantizar la integridad de los pasajeros mientras la situación se normalizaba; sin embargo, el conductor de uno de los trenes involucrados en el accidente descató la orden.

El conductor del tren 24 cambió a pilotaje automático sin pedir autorización al PCC y excedió los límites de velocidad. Al momento en que impactó al convoy 23 iba a una velocidad de 45 kilómetros por hora, cuando en marcha de seguridad el límite es de 15 kilómetros por hora en curva y 35 kilómetros por hora en línea recta.

En el accidente murió una joven y 106 personas más resultaron lesionadas.

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