Chuck Berry y su oscura noche en México que lo llevó a prisión por tener sexo con una menor

Antes del juicio contra el padre del rock and roll, Janice Norine Escalanti era una chica discriminada por sus raíces indígenas. Fue considerada “criminal” ante las autoridades de EEUU, debido a su estilo de vida

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Janice Norine Escalanti tenía 14
Janice Norine Escalanti tenía 14 años cuando conoció a Chuck Berry en Ciudad Juárez. (Jovani Pérez/Infobae).

En la década de los 60, el movimiento hippie y el amor libre caracterizaron a EEUU con flores y el estallido del rock and roll. Chuck Berry, apodado “crazy legs” en sus orígenes, se convirtió en una de las leyendas vivientes de la revolución musical. Era un hombre afroestadounidense que había logrado poner a bailar a los jóvenes de familias conservadoras.

Mientras se acercaba 1970, aquel país atravesaba por cambios políticos y culturales que permitieron a los jóvenes de esos años construir una identidad liberal como generación. En este periodo, Berry generó controversia al ser juzgado por transportar a una menor de edad de ascendencia mexicana con “supuestos fines inmorales”, como lo definieron las autoridades.

El juicio se convirtió en uno de los más mediáticos de la época y marcaría un punto de inflexión en la carrera del padre del rock and roll, sin embargo, nada se sabía de la menor de edad que había viajado con él desde la frontera con México.

¿Quién era Janice Norine Escalanti?

Las transcripciones del juicio de 1960 a las que tuvo acceso Infobae, registran que Escalanti nació el 10 de septiembre de 1945, el lugar exacto ha permanecido como una incógnita. La mayoría de su información biográfica fue revelada por ella misma en respuesta a las preguntas del abogado Frederick Mayer. La redacción de los interrogatorios, disponibles en el catálogo de archivos nacionales de EEUU, esclarecen que ella tenía 14 años cuando se involucró de forma sexual con Chuck Berry.

La entonces adolescente también narró sus primeros años en Mescalero, Nuevo México, al lado de su madre, con quien conoció sus orígenes apaches. Fue por el contacto con su comunidad nativa de EEUU que también pasó una temporada en una reserva de Yuma, Arizona, junto a su padre.

Los siguientes años fueron difusos. Durante el juicio, Escalanti explicó que estudió hasta octavo grado, en la escuela Mescalero. Los profesores pidieron a la chica que repitiera el año. Las tensiones con su familia y su bajo aprovechamiento escolar comenzaron a presionarla para buscar otras oportunidades fuera de su comunidad.

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Captura de pantalla a la transcripción del interrogatorio en el que Escalanti declaró tener 14 años y haber estudiado hasta octavo grado. Fuente: Catálogo de archivos nacionales de EEUU.

En mayo de 1959 se fue de Mescalero hacia Ciudad Juárez, donde vivió con su prima. Después cruzó el río hasta El Paso, Texas. En este punto, Escalanti inició su relación con el alcohol y las drogas en los bares fronterizos de México.

En El Paso, las autoridades la detuvieron en tres ocasiones por cargos diferentes. Una vez por vagabundeo, otra por embriaguez y la tercera fue por dedicarse a la prostitución. En el juicio de 1960, ella admitió que se convirtió en trabajadora sexual a los 13 años, en la reserva Mescalero. También mencionó que, debido a su abuso del alcohol, a veces olvidaba cuántas veces había estado en la cárcel.

El encuentro con Chuck Berry

En uno de sus arrestos, tuvo que pasar 25 días en prisión de acuerdo con los registros policiales. Sin un plan para recuperar su dinero y un lugar dónde quedarse, salió directo al bar más cercano. El ambiente parecía ordinario, igual al de cualquier otra cantina, así hubiera sido de no ser por la entrada de Chuck Berry al Savoy, nombre de ese lugar ubicado en Ciudad Juárez.

Aquella noche del 1 de diciembre, Escalanti tenía 14 años, un dato que Berry conocería hasta ser arrestado y enjuiciado bajo la Ley Mann. Esta legislación, también conocida como Ley Trata de Blancas de 1910, fue creada para combatir las redes de prostitución. Sin embargo, el lenguaje inexacto sobre el transporte de mujeres con “fines inmorales”, hizo que sus artículos fueran inaplicables.

Berry fue juzgado por haber infringido la Ley Mann. El objetivo de los abogados era hacer que el músico confesara que transportó a una adolescente a través de la frontera con México con fines inmorales. Incluso las transcripciones del juicio exhiben que las preguntas hacia la celebridad solo ahondaron en las intenciones con las que viajó junto a Escalanti.

La Fiscalía reparó en que podría tatarse de un caso de abuso sexual cuando la chica confesó que había sostenido relaciones íntimas con el músico. Escalanti contó que al presentarse con Berry aseguró tener 21 años y usó su nombre indígena, Heba Norine. Una vez que entablaron conversación, ella lo guió a él y a su banda por Ciudad Juárez, entre los bares y sitios turísticos. En agradecimiento, la estrella regaló una tarjeta de miembro de su club de fans a la chica.

Captura de pantalla del registro
Captura de pantalla del registro en el hotel Drexel, donde Berry se hospedó con Escalanti durante su viaje a EEUU. Fuente: Catálogo de archivos nacionales de EEUU.

Escalanti declaró ante el tribunal que Berry la contrató como fotógrafa tras enterarse de que había sido trabajadora sexual. El New Yorker, en su artículo de 2017 “El Salón de la Fama del Rock and Roll sigue vivo”, rescató la declaración de la adolescente, quien asegura que desde el 1 al 10 de diciembre sostuvieron relaciones sexuales.

En contraste Berry aclaró que solo había empleado a la chica como recepcionista en el guardarropa de su club; pero la despidió a las dos semanas porque se escapaba a ver el show de la banda en horas laborales y mantenía una actitud poco hospitalaria con los clientes. Escalanti contradijo esta versión, pues testificó que tuvo relaciones sexuales con él durante los 10 días que trabajó en aquel lugar y vivió en el 3137 de Whittier Street, junto a la secretaria del músico, Francine Gillium.

La denuncia contra “crazy legs”

El fin de esta relación comenzó con un boleto de autobús. Tras despedir a la adolescente, Berry compró un pasaje para ella hacia El Paso. Escalanti no quería volver a su antigua vida en ese lugar, así que se fue con otro hombre que conoció en la terminal. Ambos fueron a beber al club del músico y por la madrugada, la chica dejó el lugar ebria, luego de fallar en su intento de ver a su antiguo empleador de nuevo.

Días más tarde, Escalanti logró acceder a él y regresarle el boleto de autobús. La adolescente confesó ante el juez, George H. Moore, que regresó a la prostitución durante un tiempo, porque necesitaba dinero para volver a Yuma.

Cuando por fin decidió volver a El Paso, Chuck Berry se había deshecho del boleto; sin embargo, prometió acercarla a la estación de autobús, según el testimonio de Escalanti. Una vez que acudió al club, Gillium impidió su paso y fue en ese momento que la adolescente llamó a la policía para contar su historia, con la esperanza de que los oficiales la ayudaran a regresar a casa. La detuvieron a ella y a la leyenda del rock días antes de navidad.

El 23 de diciembre de 1959, Chuck Berry fue arrestado en St. Louis, Missouri, por cargos relacionados con su transporte de una niña de 14 años a través de las fronteras estatales, con supuestos “fines inmorales”. Fue declarado culpable, aunque se consideró creíble el testimonio de Escalanti, se concedió un nuevo juicio, debido a los comentarios racistas del juez.

Mientras esperaba el nuevo proceso, Berry fue declarado inocente tras haber sido acusado de viajar con supuestos “fines inmorales” junto a Mathis Bates, una joven de diecisiete años. En el segundo juicio del caso Escalanti, Berry fue condenado a tres años de prisión y pagó una multa de cinco mil dólares. Ingresó a la cárcel en febrero de 1962 y fue liberado a finales de 1963.

Captura de pantalla del veredicto
Captura de pantalla del veredicto del jurado. Fuente: Catálogo de archivos nacionales de EEUU.

Las condenas para Escalanti

Chuck Berry fue acusado y procesado por sus actos, pero las consecuencias legales afectaron a la chica de 14 años, a quien el juez a veces llamaba “india” de forma despectiva. Las autoridades de EEUU determinaron que Escalanti también era una persona con conductas criminales, pese a haber sido la víctima del transporte de mujeres con fines inmorales.

Escalanti tenía que pagar una fianza de 500 dólares, una medida que tomó el juez para asegurarse de que ella permaneciera en San Luis para el juicio. Al carecer de dinero y medios para cumplir con el mandato, fue detenida en la Casa del Buen Pastor, un convento del siglo XIX que servía de hogar para niños. Permaneció allí desde el 29 de febrero de 1960 hasta marzo, mientras contaba su historia a la corte.

Captura de pantalla del mandato
Captura de pantalla del mandato al alguacil para llevar al juicio a Escalanti, quien estaba recluida en Girls Welfare Home de Nuevo México. Fuente: Catálogo de archivos nacionales de EEUU.

En marzo de 1961, un alguacil estadounidense condujo a Escalanti de vuelta a San Luis desde Alburquerque, para el nuevo juicio. Fue detenida de nuevo en la Casa del Buen Pastor. Cuando Berry fue encarcelado, ella quedó bajo la custodia de Girls Welfare Home, donde pasó cuatro años. Lo que siguió en su vida es una estela de misterio y ausencia, pues desapareció poco después de la apelación, de acuerdo con el servicio de radiodifusión pública estadounidense, National Public Radio (NPR).

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