A ocho días de haber sido reportado como desaparecido, la Fiscalía de Jalisco confirmó la muerte de Miguel Alberto Lozano Cuellar, un joven ingeniero que fue secuestrado luego de acudir a una reunión de trabajo con algunos de sus compañeros, en la que iban a realizar la cotización de un trabajo de electrónica.
El pasado 20 de enero, familiares y amigos de Miguel denunciaron en redes sociales la desaparición del hombre de 32 años. El último lugar donde fue visto con vida fue en la colonia Bosques de la Primavera, ubicada en el municipio de Zapopan. De acuerdo con los primeros reportes, se había trasladado dicho lugar para hacer el presupuesto de una instalación de cámaras de videovigilancia, pero nunca más regresó.
Fue por ello que se emitió una ficha de búsqueda para dar con su paradero. Aunque en el boletín no se detallaba la vestimenta que portaba el día de su desaparición, se indicó que medía 1.81 metros de altura, era de complexión robusta y tez blanca. Como señas particulares tenía lunares en su espalda y su cabello era oundulado de color castaño claro.
Miguel Alberto no había acudido solo en aquella ocasión. De acuerdo con informes locales, se trasladó en compañía de dos compañeros al domicilio que se encontraba a un costado del centro deportivo de la Universidad de Guadalajara (UdeG). Pero en ese punto fueron interceptados por un grupo de sujetos armados que comenzaron a golpearlos.
Posteriormente, los agresores (se presume eran seis) subieron a la fuerza a Alberto a uno de los vehículos en los que se encontraban y huyeron hacia rumbo desconocido, mientras que dejaron ir a los otros trabajadores. Desde ese momento se comenzó con una intensa búsqueda para dar con los responsables de estos hechos, labor que hasta el momento no se ha cumplido.
Familiares y conocidos de Alberto realizaron una manifestación a cuatro días de su desaparición para exigir a las autoridades que lo localizaran con vida. Ante los cuestionamientos de medios locales, indicaron que desconocían los motivos por los cuales fue privado de su libertad. “No sabemos. Lo citaron por trabajo y por trabajo sabemos que lo tienen. Lo levantaron y no es justo”, comentó su hermano mayor.
Ante esta situación, elementos de la Policía de Investigación se desplegaron en el Área Metropolitana de Guadalajara para dar con el paradero del joven ingeniero en electrónica. Luego de tres días, las autoridades localizaron un cuerpo que coincidía con las características de Miguel, pero en su momento no se pudo confirmar la identidad de la víctima.
“La noche del lunes 23 de enero se localizó el cuerpo de una persona del sexo masculino, con rasgos de Miguel Alberto; pero debido a las condiciones en que fue localizado fue necesario la práctica de pruebas genéticas”, detalló la Fiscalía estatal en un comunicado, sin dar a conocer el lugar donde se llevó a cabo el hallazgo.
Fue hasta el 28 de enero cuando se dieron a conocer los resultados de las pruebas. De esa manera se corroboró que se trataba del cuerpo del ingeniero que había sido reportado como desaparecido desde días anteriores. Hasta el momento las autoridades no han esclarecido estos hechos, por lo que advirtieron se continuarán con las investigaciones para detener a los responsables.
Tras esta confirmación, familiares de Alberto lamentaron su fallecimiento en redes sociales, pues además de los violentos hechos, el ingeniero jalisciense tenía a dos hijos pequeños que se quedaron sin su padre.
Según cifras del Sistema de Información sobre Víctimas de Desaparición (Sisovid), de diciembre de 2018 a diciembre de 2022, en Jalisco se localizaron a 10 mil 389 personas con vida y mil 914 sin vida, mismas que habían sido denunciadas como desaparecidas.