“¡Cínico, genocida!”, fueron las palabras que Citlalli Hernández, Secretaria General del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), utilizó para criticar al expresidente de México, Felipe Calderón, luego de que compartiera a través de su cuenta verificada de Twitter un artículo relacionado al caso de Genaro García Luna.
Fue el pasado lunes 23 de enero cuando en una de las salas del octavo piso de la Corte del Distrito Este de Nueva York dio inicio el juicio de quien fue titular de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y Secretario de Seguridad Pública de México durante los sexenios panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón, respectivamente.
Genaro García Luna enfrenta cinco cargos en Estados Unidos relacionados a su presunta participación y cooperación con el Cártel de Sinaloa en el tráfico de drogas durante el tiempo que se desempeñó como funcionario público y mano derecha de Felipe Calderón en materia de seguridad.
Por dicha situación, el expresidente panista ha procurado mantenerse lejos de la polémica o emitir algún pronunciamiento respecto al caso, hasta la tarde del pasado viernes cuando en sus redes sociales compartió un artículo que generó indignación entre aquellas personas que, desde su propia perspectiva, consideran culpable a Genaro García Luna y a Felipe Calderón como cómplice del exfuncionario público.
“Juicio a García Luna: mitos y temas de fondo” es el título del polémico artículo que Felipe Calderón difundió en sus redes sociales. Firmado por Guillermo Valdés, ex director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), dicho trabajo señala las declaraciones de Sergio Villarreal Barragán, alias El Grande, como no concluyentes.
Cabe recordar que El Grande, quien fue un lugarteniente del Cártel de los Beltrán Leyva, figuró como uno de los primeros testigos en subir al estrado a comparecer en el juicio de quien es considerado el funcionario mexicano de más alto rango en enfrentar a la justicia estadounidense.
Al respecto, el artículo de Guillermo Valdés publicado en Letras Libres considera que no existen evidencias que corroboren los señalamientos del cabecilla de la organización criminal, incluyendo aquellas que apuntan a que Genaro García Luna recibió sobornos millonarios por parte del Cártel de Sinaloa a cambio de que les permitiera seguir operando, así como de que les filtrara información sobre los operativos que realizaba la Administración de Control de Drogas estadounidense (DEA por sus siglas en inglés).
Felipe Calderón simpatizó con Guillermo Valdés en su artículo cuando menciona que el juicio de Genaro García Luna es débil ya que, al no encontrarse una evidencia tangible sobre los sobornos que el ex Secretario de Seguridad Pública presuntamente recibió por parte del Cártel de Sinaloa, los señalamientos son únicamente “declaraciones de testigos urgidos en aminorar sus sentencias”.
Además, el controversial artículo compartido por el expresidente panista apunta a que el juicio de Genarpo García Luna tiene como único interés “sacar raja política del tema y culpabilizar a los contrarios, prolongando un debate estéril sobre la inseguridad y la violencia”.
Incluso, en su texto Guillermo Valdés desmiente el “mito” de que Genaro García Luna haya sido el hombre fuerte del gobierno de Felipe Calderón pues asegura que en el sexenio calderonista la estrategia de seguridad aplicada fue una tarea colectiva de todo el gabinete, además de que era el Ejército Mexicano quien realizaba todo tipo de operativos en los estados de la República Mexicana por orden presidencial.
“Era imposible que el Secretario de Seguridad tuviera alguna capacidad de influencia en el despliegue y la forma como operaban los soldados”, se lee en el artículo publicado por Letras Libres.
El ex director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) también apunta en su artículo que juicios como el de Genaro García Luna obedecen más a fobias personales y posturas políticas y partidistas.
“En el debate sobre seguridad se quiere culpabilizar personas, gobiernos o partidos, en vez de tratar de entender los fenómenos que causan la violencia e inseguridad y averiguar el grado de eficacia de las estrategias y políticas”, señala el artículo.