La presencia de personalidades famosas en zonas populares de la Ciudad de México no es una conducta tradicionalmente reconocida por la población local. A pesar de ello, durante una visita a la capital del país, el tecladista de la banda The Doors, Ray Manzarek, se aventuró a dar una caminata por el mercado de la Lagunilla, asombró a las personas que lo vieron y el suceso quedó capturado en la fotografía.
La imagen fue capturada en blanco y negro. En el primer plano se observa a Manzarek, vestido con un traje de color oscuro, camisa blanca y con una mano dentro de su bolsillo. A su lado izquierdo, sujetando su brazo, se encuentra su esposa Dorothy Fujikawa vestida con panalón negro, un suéter y gafas de sol. Ambos personajes se encuentran mirando hacia el mismo punto.
Detrás de ellos se encontraron más personas. En apariencia, su presencia no causó el revuelo esperado, pues la pareja contó con suficiente espacio alrededor suyo sin la necesidad de un cerco de seguridad. Sin embargo, algunos curiosos miraron desde lejos al espigado músico que llego a hacer bailar y estremecerse a Jim Morrison durante sus presentaciones en vivo.
Era el año de 1969 cuando la legendaria banda liderada por El Rey Lagarto visitó por primera vez la capital de México. El motivo de la gira fue la promoción de su más reciente lanzamiento de la época, es decir, el álbum Soft Parade, misma con la que buscaron acercarse al público juvenil que, entonces, había sido marcado por la represión gubernamental.
La presencia de The Doors en CDMX fue en el mes de junio y estuvo acompañada de cambios súbitos como cancelaciones y prohibiciones de las autoridades mexicanas por presentarse en lugares masivos. Sin embargo, las eventualidades no les impidieron conocer algunos lugares icónicos como el mercado popular ubicado a unas cuadras del Centro Histórico de la capital.
Fue así que en junio de 1969 el organista y uno de los fundadores de la banda The Doors acudió al mercado de la Lagunilla, a unas cuadras del tianguis de Tepito en la colonia Morelos. Algunos testimonios de la época aseguran que no fue solo, sino que Alfredo Díaz Ordaz, hijo menor del presidente en turno, asistió a los músicos como guía de turistas, aunque la versión no ha sido confirmada.
Aquel no fue el único lugar de la zona metropolitana de la Ciudad de México que fue visitado por Morrison, Manzarek, Robby Krieger y John Densmore. De hecho, también se dieron cita en otro icónico lugar del primer cuadro de la capital, es decir, la Plaza Garibaldi, uno de los lugares más relevantes para la música ranchera y regional por ser el punto de encuentro de los mariachis.
En el archivo fotográfico de su visita a México también hay escenas de su recorrido por la zona arqueológica de Teotihuacán. Quien se robó los reflectores en esa ocasión fue el vocalista del grupo, quien fue captado mientras subía las escalinatas de la pirámide del sol y cuando tocó el rostro de Quetzalcóatl tallado en piedra al pie de una de las edificaciones.
¿Por qué The Doors no pudieron presentarse ante audiencias populares?
El itinerario original de la visita de Jim Morrison y sus músicos a CDMX contemplaba una serie de conciertos en la Plaza de Toros. No obstante, reportes de la época indican que se les prohibió realizar su plan debido a que el presidente Gustavo Díaz Ordaz los consideró un grupo subversivo. Cabe mencionar que meses atrás tuvo lugar la matanza de Tlatelolco en 1968.
En ese sentido, los hermanos Castro aprovecharon la oportunidad para llevar al afamado grupo a su propio salón de conciertos. La decisión no agradó por completo a los músicos, quienes deseaban tocar para un público plural, aunque al final ofrecieron cuatro presentaciones ante un sector selecto y totalmente ajeno a los intereses de la banda.