La noche del 25 de enero la Fiscalía General de Justicia de la CDMX concluyó, tras seis días de su desaparición y cuatro de su localización, que la joven María Ángela Olguín Bustamante se habría ausentado de manera voluntaria.
Con base en las grabaciones de cámaras de videovigilancia ubicadas a lo largo de la Ciudad de México, entrevistas y análisis periciales, agentes de la institución determinaron que la menor de 16 años no habría sido secuestrada o privada de su libertad, como se contempló en un inicio.
Sin embargo, a pesar de estar acompañado de una breve reconstrucción de los hechos, el mensaje compartido por el vocero Ulises Lara desató un sinfín de cuestionamientos entre las personas que le han dado seguimiento al caso, pues consideraron que había “huecos” en la actualización de las indagatorias.
“Después de una exhaustiva investigación fue posible establecer que la ausencia de María Ángela fue voluntaria y no fue víctima de delito”, consideró la FGJCDMX.
El seguimiento presentado por las autoridades inició en un punto ubicado en la zona entre Los Héroes Tecámac y Las Américas, en Ecatepec de Morelos. El 19 de enero, María Ángela y su madre se habrían trasladado a las oficinas de una institución educativa en Taxqueña.
Al trasladarse nuevamente a la zona norte de la ciudad, ambas habrían hecho una parada en el Centro de Transferencia Modal (CETRAM) de Indios Verdes. Ahí la joven fue ubicada a las 17:30 horas de esa fecha.
Fue en ese punto en donde su madre se percató de que María Ángela ya no estaba. Según los videos presentados por la Fiscalía, esa misma noche la joven habría arribado al campamento de un colectivo en las inmediaciones del Palacio de Bellas Artes. No se especificó el trayecto que la adolescente habría seguido desde Indios Verdes hasta el centro de la CDMX, así como la hora en la que habría estado ahí.
“¿Están tratando de decirme que durante días estuvieron buscando “intensamente” a María Ángela y ella estaba en la Alameda central, una de las zonas más vigiladas del país, con cientos de policías rondando y posiblemente la zona que más cámaras tiene?”, fue uno de los cuestionamientos que pudieron leerse en redes sociales.
La versión de la FGJCDMX fue que la noche del 19 de enero María Ángela se habría quedado a dormir en el domicilio de una de las integrantes del colectivo, localizado en la colonia Juárez Pantitlán, Nezahualcóyotl.
Al día siguiente, cuando ya se había activado la Alerta Amber para ubicar a la joven, habría estado “la mayor parte del día” en la zona de Bellas Artes y las calles colindantes. Por la noche del 20 de enero, alrededor de las 23:00 horas, habría regresado al domicilio en el Estado de México y el día 21 se habría dirigido, una vez más, al campamento en la Alameda Central.
Integrantes del colectivo, al percatarse de que era buscada por las autoridades y su familia, habrían informado a las autoridades. Según la determinación de la FGJCDMX, fue en ese momento que María Ángela realizó otro recorrido hasta Nezahualcóyotl, aunque tampoco se detalló la ruta ni el horario en que habría estado en cada punto.
El último detalle proporcionado por Ulises Lara fue que la encargada de un negocio de la zona en donde la menor fue localizada le habría prestado su celular para comunicarse con una integrante del colectivo y decirle que estaba bien. Previamente, “durante su estancia en el campamento, la joven refirió a una de las integrantes que tenía la intención de visitar a una persona en un domicilio localizado en las inmediaciones del sitio donde fue ubicada, en el municipio de Nezahualcóyotl”.
No obstante, se omitió todo tipo de información alusiva al momento en que María Ángela fue encontrada, así como al domicilio al que presuntamente habría acudido. Conviene especificar que fue hallada en una zona de juegos mecánicos abandonados de la colonia Las Águilas, “en modo fetal, muy nerviosa y espantada”, según el testimonio de la policía Itzel Álvarez Pérez, una de las uniformadas que tuvo el primer contacto con ella tras su desaparición.
“Pudo establecerse plenamente y con elementos contundentes, que la menor no presentaba ningún daño y que su ausencia no tuvo relación alguna con la comisión de algún delito”, aseveró la Fiscalía.
“¿Entonces ya? ¿No pasó nada y se cerró el caso? ¿No la mamá había dicho que alcanzó a ver en una cámara cómo un hombre se la llevó? ¿Y la declaración de que había más niñas donde estuvo María Ángela?”, fueron algunos cuestionamientos que internautas compartieron vía Twitter.
En días anteriores se había dado a conocer un video que mostraba el momento en que un sujeto aparentemente se habría acercado a María Ángela y se la habría llevado con él en el paradero de Indios Verdes. “¿Quien es el tipo que se la llevó? ¿Por qué apareció embolsada y atada? ¿Por qué inventar que fue drogada y había dos mujeres más donde ella estaba secuestrada?”, preguntó una usuaria.
También hubo quienes recordaron las omisiones cometidas por distintas instituciones en casos previos de violencia de género, específicamente en los feminicidios de Debanhi Escobar Bazaldúa en Nuevo León y Luz Raquel Padilla en Jalisco.
“Debanhi se cayó y se metió en una cisterna sola, Luz Raquel se prendió fuego sola y María Angela nunca fue secuestrada, andaba de paseo en la ciudad. ¿Y las otras 11 mujeres que mueren y/o desaparecen a diario? ¿Dónde están los videos? ¿Dónde está la investigación?”, criticó la comunicadora Liliana Rosas en alusión a las primeras conclusiones que se ofrecieron sobre cada suceso.
“Prácticamente cortan la ‘investigación’ cuando María Ángela se escapa del campamento porque visitaría a alguien cerca de la zona donde fue encontrada, pero no dicen nada de por qué apareció tirada embolsada”, pudo leerse en otra expresión de incredulidad ante la versión oficial.
Hacia el final del comunicado a cargo de Ulises Lara no se especificó el sentido que tomaría la investigación tras estos “elementos contundentes”, por lo que se desconoce si la FGJCDMX compartirá mayor información en fechas próximas.