En las redes sociales se dio a conocer una imagen del actor Gael García Bernal besando la boca del cantante Benito Martínez Ocasio, también conocido como Bad Bunny. La escena trató de una filtración de la película titulada Cassandro, cinta que retratará la vida del primer luchador mexicano en ser reconocido como integrante de la comunidad LGBT+ en el ring, y que será protagonizada por el también productor.
A través de la pantalla grande, el director Roger Ross Williams buscará dar a conocer, desde su óptica, la vida de uno de los ídolos del pancracio más reconocidos en la actualidad. Y es que la trascendencia de Cassandro en la lucha libre ha quedado escrita en cuadriláteros de arenas en los Estados Unidos, aunque también escribió capítulos memorables en México.
¿Quién es Cassandro, el primer luchador exótico?
Nacido en El Paso, Texas, en mayo de 1970, Saúl Armendáriz adquirió también la nacionalidad mexicana gracias al lugar de origen de sus progenitores, es decir, Ciudad Juárez, Chihuahua. De hecho, en sus primeros años pudo pasar tiempo en el lado azteca de la frontera, situación que lo hizo interesarse por uno de los deportes más populares entre la afición.
A los 15 años, el joven Armendáriz optó por abandonar la escuela y comenzar a entrenar la disciplina luchística. Su constancia fue tal que contó con el apoyo del Rey Mysterio, quien lo apoyó en sus primeros años, en calidad de entrenador y hasta influyó en la confección del personaje con que se dio a conocer en el cuadrilátero.
En 1988, con la mayoría de edad cumplida, Saúl Armendáriz realizó su debut profesional continuando con la tradición de los luchadores mexicanos. Bajo el cobijo de una máscara se abrió paso entre los aficionados y dio a conocer la identidad de Míster Romano, personaje caracterizado por pertenecer al bando de los rudos, así como por contar con una feroz personalidad.
La identidad de su debut no duró por demasiado tiempo. Después de un año de encarnar al guerrero romano, el luchador mexicano optó por dar un cambio radical a su personalidad en el ensogado. De esa forma, se despojó de la máscara y adoptó el nombre de Wild Rose, es decir Rosa Salvaje, la cual mantuvo hasta que perdió en una apuesta.
Su nueva imagen contrastó con los estándares. Ataviado con trajes extravagantes y maquillaje en el rostro se integró al grupo de los exóticos. No obstante, a diferencia del resto de los luchadores de dicho sector, se identificó de forma explícita como integrante de la comunidad LGBT+ y rompió con el estereotipo de personaje cómico, decisión que le valió luchar contra conductas discriminatorias dentro y fuera del ring.
Con la finalidad de seguir luchando, Armendáriz se inspiró en el nombre de un burdel en la ciudad de Tijuana y lo adaptó para tomarlo como su nuevo alias. En ese sentido, bajo el nombre de Cassandro, continuó con la búsqueda del éxito en su carrera deportiva, aunque también la lucha por contrarrestar las conductas discriminatorias en su contra.
En 1991, Cassandro recibió la oportunidad de luchar por el título de peso wélter en contra del Hijo del Santo. Sin embargo, una noche antes del combate intentó suicidarse debido a la presión con la que tuvo que lidiar antes de enfrentarse al hijo de uno de los luchadores más destacados en la historia. Pimpinela Escarlata, su amigo, lo salvó del fatal desenlace y logró luchar aunque cayó después de haber brindado una magnífica función.
El capítulo contra el enmascarado de plata lo situó como referente en la UWA, empresa donde se convirtió en el primer exótico en hacerse de un cinturón. Se mantuvo en dicha organización hasta 1995, cuando cerró. Posteriormente fue luchador independiente y figuró en empresas como TNA, aunque también cayó en la adicción a las drogas y el alcohol.
No fue sino hasta 2005, un par de años después de haber logrado su rehabilitación, cuando la fama le compensó su esfuerzo al firmar con el organismo mexicano Lucha Libre AAA, donde estuvo hasta 2008. Un año después pasó a la historia por pelear contra El Hijo del Santo, de nueva cuenta, al interior del Museo de Louvre en París, Francia.
El encargado de dar vida a Cassandro en la pantalla grande será Gael García Bernal, quien ya ha protagonizado otras cintas biográficas. No obstante, será en 2023 cuando se le mire bajo la piel de un ídolo de la lucha libre por primera ocasión.