Muchos de los hábitos, costumbres y tradiciones en cientos de ciudades mesoamericanas —previo a la época precolombina— son desconocidos aún en la actualidad. No obstante, diversas investigaciones antropológicas han podido descifrar, poco a poco, varios secretos de los antiguos habitantes.
Es en ese sentido que recientemente fueron hallados cientos de vestigios con los que expertos podrán reconstruir cómo era la vida cotidiana en la antigua ciudad maya de Palenque, Chiapas, aproximadamente durante el tiempo en que gobernó Pakal El Grande, uno de los mandatarios más longevos y con el que la ciudad alcanzó su cúspide.
Fue en 2022 que se retomaron las exploraciones en el Grupo VI de la Zona Arqueológica de Palenque, a 300 metros del área nuclear de la antigua ciudad maya, y coordinados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Dicha zona se compone de más de 270 estructuras arquitectónicas, entre plazas y espacios destinados a la vivienda.
Del lado este de un monumento hallado el año pasado —denominado J6— fueron encontrados más de 10 mil tiestos cerámicos con lo que ahora podrá formarse una cronología de la ciudad del siglo VII al sigo IX de la era actual.
“La mayoría de los elementos recuperados son diagnósticos, es decir, son bordes, fondos de platos o de vasijas, vasos y fragmentos de otros utensilios que nos permiten identificar formas, decoraciones, modas e, incluso, saber si era cerámica utilitaria o estaba reservada para ciertas ocasiones o ceremonias”, declaró Rodrigo Liego Stuardo, coordinador del salvamento.
Es gracias a las muestras obtenidas que ahora se podrá crear un inventario cerámico el cual podrá ser de utilidad para futuras investigaciones. Asimismo, con estas muestras se podrá vislumbrar cómo era la vida cotidiana en una de las ciudades más importantes de la región maya en toda su historia; principalmente en el siglo XII, cuando gobernó Pakal.
Y es que, pese a que las múltiples exploraciones e investigaciones en antiguos asentamientos humanos de la antigüedad a lo largo de los siglos, únicamente se ha logrado conocer muy poco de la vida de los gobernantes, sacerdotes, así como de las dinastías que dominaron la región, pues fueron quienes dejaron pistas en monumentos, estructuras glifos.
Sin embargo, la vida de la gente común es aún más incierta, debido a la falta de testimonios materiales que den cuenta de ello. Ahora, con este descubrimiento se podrá ahondar un poco más en cómo era la dinámica poblacional en la ciudad de Lakamha’ (ahora conocida como Palenque), además del cómo era su dieta, sus prácticas mortuorias y otros aspectos de aquel entonces.
Por otra parte, del lado sur y oeste del monumento J6 —en meses pasados— se ubicaron entierros humanos; eso fue el principal motivo para indagar del otro lado. “Aunque en esa ocasión no encontramos entierros, esa evidencia negativa es igualmente importante porque nos indica que, fundamentalmente, estos adoratorios fueron usados con propósitos funerarios”, comentó Liendo Stuardo.
El proyecto aprobado por la Secretaría de Cultura del Gobierno federal y operado por el INAH; a cargo de él estuvo el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Dicha iniciativa actualmente forma parte del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), el cual está vinculado al proyecto del Tren Maya. Y es que la obra contó con la intervención del INAH para la exploración, análisis y resguardo del material arqueológico encontrado en los más de mil 500 kilómetros de ruta.
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