De quién es el rancho de Michoacán con el que vincularon a Silvano Aureoles y fue inspeccionado por la Sedena

A la propiedad arribaron elementos de la Policía estatal y agentes militares tras un reporte de posible secuestro

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El rancho ha sido utilizado múltiples veces para eventos sociales. (Twitter/@oliverpachecoMX)
El rancho ha sido utilizado múltiples veces para eventos sociales. (Twitter/@oliverpachecoMX)

Durante la tarde del 24 de enero, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Michoacán y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) desplegaron un operativo de seguridad en un rancho del municipio de Lagunillas.

La primera versión difundida en redes sociales y medios locales mencionaba que, aparentemente, el dueño de la propiedad sería el exgobernador Silvano Aureoles Conejo.

La información preliminar apuntó que se había ejecutado un cateo con personal militar y que en la finca se habrían encontrado bóvedas y cajas de seguridad con hasta cinco millones de dólares en efectivo.

Sin embargo, estos datos fueron desmentidos horas más tarde tanto por Silvano Aureoles como por el verdadero propietario del rancho: el empresario aguacatero y exdiputado local Valentín Rodríguez.

En una entrevista proporcionada por el exlegislador del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al medio Quadratín se especificó que el operativo fue puesto en marcha debido a que el Centro Estatal de Comando, Comunicaciones, Cómputo, Control, Coordinación e Inteligencia (C5) recibió un reporte por un supuesto secuestro.

Valentín Rodríguez indicó que en la alerta se señaló a dos vehículos que los agentes de la Policía de Michoacán vieron al interior del rancho. Se trata de una camioneta Ranger y una Explorer que, en palabras del empresario, están permanentemente en la propiedad debido a que se utilizan para trabajos de agricultura como la “siembra de arándano y nopal”.

Ese fue el motivo por el que los uniformados ingresaron al predio, aunque no se efectuó ningún cateo, como se sospechó inicialmente. “Entraron al rancho, pero al inmueble, a la casa, no entraron. Allanaron una puerta, pero fue todo lo que hicieron”, reconoció Rodríguez.

Bajo ese mismo orden de ideas, el empresario desmintió que dentro del inmueble se encontraran bóvedas con dinero y calificó de “falso” que Aureoles Conejo tuviera alguna relación con la propiedad del terreno.

Al exgobernador únicamente lo mencionó como uno de los personajes que ha acudido a dicha casa durante algunos eventos. “Tanto a él (Aureoles) como a muchos otros de mis amigos les presto el rancho para que hagan reuniones”.

Fue aproximadamente a las cuatro de la tarde del 24 de enero que los agentes policiales arribaron al predio. Según mencionó Rodríguez, fueron alrededor de 25 elementos y “unas cuatro o cinco patrullas”.

Más tarde, cerca de las 18:00 horas, llegó personal del Ejército para inspeccionar el área, pero los castrenses únicamente permanecieron ahí cerca de 15 minutos, ya que después de conversar con el empresario, quien mostró total disposición a que se efectuaran las revisiones, determinaron que no había nada que hacer.

La entrevista reveló que, pese a que no habría motivos para registrar a profundidad el inmueble, los oficiales de la Policía se quedaron ahí hasta al menos las 11 de la noche. Finalmente, Valentín Rodríguez descartó que esta operación pudiera tener un trasfondo político y negó que fuera una acción “de mala fe”.

Silvano Aureoles se deslindó del inmueble

Después de que se difundieran las primeras noticias del dispositivo de seguridad, el exgobernador Aureoles acusó a la actual administración de Alfredo Ramírez Bedolla de haber iniciado una campaña de desprestigio en su contra.

“Quiero decirles categóricamente que esa propiedad que han invadido y han vulnerado no es mía. Lo que veo es un intento por tender una cortina de humo, por querer imputarme cosas que no son, por querer desprestigiarme, por querer lastimar mi nombre y mi imagen”, acusó Conejo en un video compartido vía redes sociales.

Señaló, en este sentido, que todo respondería a la próxima visita de Andrés Manuel López Obrador al estado, ya que Ramírez Bedolla “quiere entregarle algo”. Al respecto, dijo en tono irónico: “Entréguele resultados, amigo, no le entregue montajes, no le mienta al presidente. Mejor póngase a trabajar”.

Finalmente, lamentó que derivado de las “diferencias políticas” haya afecciones a terceros que “no tienen nada que ver”.

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