En las últimas semanas, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha sido tema de conversación, esto luego de que el periodista y catedrático Guillermo Sheridan diera a conocer que la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Yasmín Esquivel Mossa, habría plagiado su tesis de licenciatura.
La ahora ministra estudió la carrera de Derecho en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, de la UNAM. El pasado viernes 20 de enero, Enrique Graue, rector de la máxima casa de estudios, como también es conocida la UNAM, dio un mensaje en el que indicó que la institución de la que está al frente, no invalidará el título de licenciatura de Esquivel Mossa, pese a reiterar que su tesis es una “copia sustancial”.
“La rectoría no evade su responsabilidad y mi actuar no es producto de postergaciones, timidez, temor o encubrimiento. Actúo en el marco de la legislación universitaria”, dijo el rector de la UNAM, la universidad pública más reconocida del país.
Y es que la UNAM es considerada una de las universidades más importantes de Latinoamérica, y posiblemente, sea la institución de educación superior más importante de México.
La UNAM tiene una larga historia, pues se inauguró en 1910, poco antes de que estallara la Revolución Mexicana, y durante el gobierno de Porfirio Díaz. Desde un inicio, se idealizó que fuera una institución educativa muy importante, sin embargo, antes de que naciera la UNAM, existía otra universidad que destacaba en México. Se trata de la Real y Pontificia Universidad de México.
De acuerdo con la revista Arqueología Mexicana del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), fue el 25 de enero del año 1553 cuando la Ciudad de México vio llegar a la Real y Pontificia Universidad de México, el primer colegio universitario del territorio.
Aunque en estricto sentido ya no existe esta institución, la historia mexicana afirma que con el tiempo, esta escuela se convirtió en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Por ello, se podría decir que en la actualidad, la UNAM figura como la universidad más antigua de México.
Cabe destacar que la Real y Pontificia Universidad de México también figura como una de las primeras instituciones del continente, junto con la Universidad de Santo Domingo y la de Lima en Perú. La planeación de esta obra data de la época colonial, cuando Luis de Velasco, segundo virrey de la Nueva España, inauguró la sede con el permiso del príncipe Felipe II.
Al principio, el tipo de educación que se impartió se basó en los modelos implementados en la Europa medieval. Por tal motivo, las carreras que figuraron fueron: teología, medicina, gramática, filosofía y leyes. Desde España llegaron frailes destacados para comenzar a impartir cátedras eclesiásticas, los principales personajes que figuraron en este período fueron fray Alonso de la Veracruz, Juan Negrete y Francisco Cervantes de Salazar.
Aunque fue un gran logro abrir esta escuela, las únicas personas que tenían acceso a este espacio educativo eran las de clase alta, pues uno de los requisitos para ingresar a una carrera era pertenecer al clero o ser miembro de la corte. La revista del INAH señala que con el tiempo “la universidad se estructuró bajo el modelo de la de Salamanca, la más grande y prestigiosa de su tiempo”.
Debido al interés de formar más profesionistas, en 1778 se decidió abrir la Real Escuela de Cirugía y en 1792 el Real Colegio de Minería. Asimismo, dos años después se construyó la Academia de San Carlos para el estudio de las Bellas Artes. Más tarde, después de que se declaró la independencia oficial del territorio en 1821, la institución tuvo que cerrar sus puertas.
Por otro lado, durante la época del Segundo Imperio mexicano, Maximiliano de Habsburgo ordenó su reapertura, sin embargo, no duró mucho tiempo abierta porque con el triunfo del gobierno de Benito Juárez se acordó cerrar definitivamente la institución ya que fue considerada como un símbolo de “retroceso a la conquista”.
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