La comitiva de México que participó en la agenda de la X Cumbre de Líderes de América del Norte, celebrada el pasado 9 de enero, destacó por la ausencia del Fiscal General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero.
El “asiento vacío” de la delegación que el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó ante sus homólogo de Estados Unidos (EEUU), Joe Biden fue cuestionado por la prensa al Secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, un día después.
Ante el cuestionamiento, el canciller afirmó que la falta de Gertz Manero fue un tema meramente logístico: “El fiscal tenía una actividad el día de ayer (9 de enero) y hoy. (...) No le pudimos avisar con suficiente antelación”, declaró ante medios de comunicación, afirmando que la institución sí tuvo representación en la Cumbre Bilateral.
No obstante, versiones extraoficiales comunicadas al periodista Carlos Loret de Mola confesaron que el Fiscal General no acudió como su homólogo estadunidense, Merrick Garland, debido a un problema en su salud.
Así lo dio a conocer el también colaborador de Latinus en la sección Saciamorbos de su columna de opinión publicada en El Universal, donde calificó como “poco creíble” el argumento que Ebrard Casaubón brindó a la prensa.
“Sorprendió que el fiscal Gertz Manero no estuviera en la reunión con el gabinete de Biden. Sorprendió más la ‘explicación’ poco creíble del canciller anta la ausencia de Gertz: le avisamos tarde y ya no pudo”, planteó en el texto.
La razón detrás de la inasistencia, explicó de ese modo Loret, habría sido porque el Fiscal General de México requirió ser hospitalizado de emergencia en Baltimore, EEUU pocos días antes que el 2022 concluyera. Y aunque sus informantes afirman que el funcionario ya se encontraría estable y dentro del país, el comunicador le exhortó a rendir cuentas de su estado de salud.
“Que se puso muy grave, que está ya de regreso en el país y que se encuentra mejor. Ojalá recupere su salud y ojalá se transparente lo que sucedió”.
De qué trato la reunión bilateral México-EEUU
Pese a que el diálogo entre López Obrador y Biden, y sus respectivas delegaciones, tendría lugar en Palacio Nacional, las conversaciones de ambos mandatarios comenzaron desde su abordaje a la limusina presidencial estadunidense, el Cadillac One apodado como La Bestia.
De acuerdo con lo informado por el Jefe del Ejecutivo mexicano, la plática privada de poco más de una hora giró en torno a la migración, la integración económica y respeto a la soberanías. Bajo ese tenor, Andrés Manuel negó haber conversado respecto a la recaptura de Ovidio El Ratón Guzmán, llevada a cabo tan sólo cinco días antes.
“Estuvo (Biden) ahí mostrándome cómo era ese vehículo especial. Él mismo me poía los botones de lo que hace esa silla, muy muelle”, comentó entre risas.
Para la reunión bilateral, las delegaciones de México y EEUU abordaron las acciones conjuntas para el control del tráfico de fentanilo, la integración continental con el hemisferio sur, la competitividad económica de la región y otros temas de seguridad.
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