La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), junto con especialistas de la Comisión Nacional Contra las Adicciones (CNCA), de Salud Justa Mx y del Departamento de Salud Pública Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM ) revelaron “lo oculto” en los vapeadores o cigarrillos electrónicos.
En la octava edición de la revista Ciencia Cofepris, la dependencia federal da continuidad a la campaña “Déjalo ya. Alto riesgo a la salud por vapeadores”, donde compiló una serie de artículos que desmitifican los supuestos beneficios que tienen los cigarrillos electrónicos y pone en la agenda un nuevo panorama en materia de adicciones.
Los diferentes textos informan a la población sobre el desarrollo de enfermedades pulmonares por el uso de vapeadores y rechaza la supuesta teoría de que el uso del “vape” es más saludable que el consumo de tabaco, así como su supuesto atributo como método para dejar de fumar y, con ello, atraer beneficios a la salud humana; asimismo, señala las acciones gubernamentales en esta materia.
Por ejemplo, se aborda el tema del “engaño publicitario con el cual se difunde que los vapeadores son una alternativa contra el tabaquismo”; además de analizar a detalle el contenido de los cigarrillos electrónicos, donde aparecen más substancias nocivas para la salud humana como dimetil éter, propionato de etilo, alcohol bencílico, acetato de isoamilo, linalol, mentol y eugenol.
Además, encontraron concentraciones de propilenglicol, etilenglicol, glicerina vegetal, alcohol etílico, solventes, nicotina (en concentraciones muy elevadas), saborizantes, colorantes y otros aditivos. Todas estas sustancias son dañinas para la salud humana, además se destaca que la nicotina es altamente adictiva.
DIMETIL ÉTER: Es una sustancia altamente inflamable. Se usa para quemar verrugas. PROPIONATO DE ETILO: Es uno de los componentes que causa el mal olor del sudor. ALCOHOL BENCÍLICO: Utilizado en muchos tipos de jabones, cremas y productos de limpieza. No está hecho para inhalar. ACETATO DE ISOAMILO: Sustancia liberada en el aguijón de las abejas. Sirve como un estimulante. LINALOL: Usado como insecticida contra moscas y cucarachas. MENTOL: Actúa directamente en los receptores de nicotina, facilitando su conexión con tus células, lo que vuelve los productos más adictivos. EUGENOL: Es utilizado para matar a peces en acuarios.
Asimismo, en los artículos firmados por diferentes especialistas en el campo de la salud se señala que el uso de los cigarrillos electrónicos pueden generar diferentes padecimientos como: tos o falta de aliento, latidos cardíacos rápidos, dolor en pecho o abdomen, fiebre/escalofríos, náuseas/vómitos, diarrea, respiración rápida o enfermedad pulmonar.
Algunos de los artículos van firmados por Evalinda Barrón Velázquez, directora General de la Comisión Nacional Contra las Adicciones; Diana Estephanie Cedillo Méndez, subdirectora de Programas Nacionales para el Control del Tabaco, de la CNCA; María Guadalupe Ponciano Rodríguez, del departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM; y Evalinda Barrón Velázquez, directora general de la CNCA, donde sostienen diversas afirmaciones contra el uso de vapeadores.
De entre las afirmaciones más destacadas, está aquella que sostiene que los vapeadores son instrumentos promovidos por las tabacaleras para llegar al público más joven y, de este modo, generar más ganancias económicas a través de la falacia de “una vida plena con una alternativa para fumar”.
Cabe recordar que Sebastián Rodríguez Llamazares, especialista en neumología y adscrito a la Clínica para Dejar de Fumar del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), señaló desde noviembre de 2019 los múltiples riesgos que implica vapear para MALV News.
Especificó que las afectaciones a las que se expone el consumidor son diferentes que las del cigarrillo de tabaco, pero existen. Cuando se consume un cigarro de tabaco, lo que se hace es, a través de calor, combustionar una planta que libera diferentes sustancias, mismas que se potencializan por los procesos industriales.
A diferencia de este tipo de cigarro, el vapeo aeroliza un aceite; es decir, las partículas que ingresan no son de vapor —entendiendo el vapor como el producto resultante de calentar agua—, sino partículas diminutas de aceite. Además, algunas observaciones realizadas en Estados Unidos indican que dichas partículas podrían generar daño agudo en los pulmones como la neumonía lipoidea, que se produce por las partículas de aceite alojadas en los alveolos de los pulmones.
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