El nombre de Genaro García Luna ha sido objeto de una serie de historias, desde sus logros y “hazañas” cuando era jefe policiaco, hasta sus presuntos vínculos con el crimen organizado, pasando por negros episodios como el montaje televisivo de los supuestos secuetradores Florence Cassez e Israel Vallarta.
Sin embargo, lo más destacado del exfuncionario mexicano no es su desempeño como secretario de Seguridad Pública, sino sus posibles nexos con el Cártel de Sinaloa, organización criminal a la que habría favorecido durante los sexenios de los expresidentes panistas Vicente Fox (2000-2006) y Felipe Calderón (2006-2012).
Este martes 17 de enero ha iniciado el jucio contra el llamado “superpolicía” en la Corte de Distrito Este de Nueva York. Aunque los alegatos iniciales podrían comenzar hasta mañana miércoles -debido a que el jurado todavía no ha sido seleccionado-, existe la posibilidad de que García Luna se declare culpable y así pueda obtener una pena menor al ser tratado como testigo cooperante.
En caso de que el juicio sí se lleve a cabo, se podrían dar a conocer los nombres de otros posibles funcionarios mexicanos que también habrían estado implicados en la red criminal de la que formó parte, así como la relación que mantuvo con narcotraficantes de alto rango, como Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo.
Fue durante el jucio de El Chapo en 2019 que el nombre de Genaro García Luna fue mencionado debido a su supuesta colaboración con el Cártel de Sinaloa. Jesús El Rey Zambada -hermano de Ismael El Mayo Zambada, uno de los líderes de la organización criminal- testificó en su contra y aseguró que recibió sobornos millonarios entre 2005 y 2007 que superarían los cinco millones de dólares.
Se presume que el cártel de El Chapo Guzmán pactó con García Luna para que el funcionario les proporcionara información confidencial en materia de seguridad y así no afectar a sus miembros, además de que habría permitido la libre circulación de drogas en territorio mexicano y su trasiego a Estados Unidos, principalmente de cocaína.
Asmimso, habría ayudado a Joaquín Guzmán a “deshacerse” de sus enemigos, arrestándolos o filtrando datos de las células criminales contrarias. Lo anterior mientras encabezada la llamada “guerra contra las drogas” que impulsó Felipe Calderón. Así, mientras que el secretario de Seguridad Pública presumía combatir a los narcotraficantes, El Chapo afianzaba su poder.
Sin embargo, desde el sexenio de Vicente Fox, cuando fue director de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), García Luna y Guzmán Loera ya tenían un historial lleno de complicidades, sobornos y corrupción.
“García Luna está acusado de recibir millones de dólares en sobornos del Cartel de Sinaloa de ‘El Chapo’ Guzmán mientras controlaba la Policía Federal de México y era responsable de garantizar la seguridad pública en México”, declaró el fiscal federal Richard P. Donoghue en diciembre de 2019, cuando se llevó a cabo el arresto del sinaloense.
Los nexos y la cercanía entre ambos personajes podría verse reflejado en los regalos que Guzmán Loera recibía cada año en su cumpleaños (4 de abril), según el periodista especializado en temas de seguridad, Óscar Balderas.
En 2018, la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) identificó a un sujeto de nombre Jaime Haz que perteneció al círculo más cercano de El Chapo. Se trata de un experto en whisky que, además de ser el cantinero personal del capo, se encargaba de recibir las botellas que funcionarios de los tres niveles del gobierno le hacían llegar.
De esa manera, cada año el sinaloense recibía decenas de botellas y Jaime Haz -que podría ser un seudónimo- tomaba nota de los remitentes; entre ellos, la CIA presume que se encuentra Genaro García Luna, dio a conocer MVS.
El juez Brian Cogan -el mismo que sentenció a cadena perpetua a El Chapo- será quien encabece el proceso contra el exfuncionario mexicano. Además de ser acusado de narcotráfico, también enfrenta cargos por delincuencia organizada y falsedad de declaraciones.
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