La alimentación de los gatos ancianos es un aspecto crucial para garantizar su bienestar y longevidad. A medida que envejecen, sus necesidades nutricionales cambian, requiriendo una dieta adaptada que les brinde los nutrientes esenciales para mantener sus funciones corporales y prevenir enfermedades.
En este contexto, es fundamental conocer cuál es el mejor alimento para los felinos de edad avanzada y cómo seleccionar la opción más adecuada según sus condiciones.
La elección del alimento correcto puede marcar la diferencia en la calidad de vida de estos animales, asegurando que disfruten de sus años dorados con vitalidad y bienestar.
¿Qué debe contener la comida para los felinos ancianos?
Estas son recomendaciones de Cats Protection (Protección de Gatos) la organización benéfica para gatos más grande de Reino Unido.
- Proteínas y grasas de alta calidad: estos animales de compañía pierden la capacidad de digerir las grasas cuando envejecen, lo que representa un problema, pues tienen muchas más calorías por gramo que las proteínas o carbohidratos. Al no poderlas digerir, el felino no obtendrá la energía necesaria de su alimento.
“Es importante alimentarlos con grasas de alta calidad para proporcionarles calorías fácilmente digeribles. La comida para gatos mayores también debe contener suficientes proteínas para mantener su peso y su masa muscular, que pueden disminuir a medida que envejecen”, menciona la página de la organización.
- Tener niveles bajos de fósforo: con el paso del tiempo, los félidos son propensos a padecer una enfermedad renal crónica, sus riñones son los responsables de eliminar el exceso de fósforo del torrente sanguíneo, mineral que puede empeorar los daños renales y provocar dolor.
- Ácidos grasos del omega 3: Los ácidos grasos son importantes para mantener sanas sus articulaciones, que pueden empezar a inflamarse y volverse rígidas a medida que envejecen. También ayudan a mantener la piel saludable y el pelo en buen estado.
Problemas relacionados con la alimentación
Es normal que el apetito de los gatos disminuya a medida que envejecen. Esto se debe en parte a que son menos activos, por lo que necesitan menos energía de la comida. Sin embargo, hay otras causas potenciales detrás:
- Problemas dentales: pueden hacer que comer sea doloroso.
- Gripe felina: afecta el olfato y hace que la comida se vea menos apetitosa.
- Enfermedad de riñones
- Estrés: esto puede suceder cuando el gato cambia de ambiente.
Cambio de dieta: modificar la dieta de forma abrupta puede provocar reacciones adversas. Se aconseja hacer la transición gradualmente, extendiéndola por una semana o más.
“Si su gato se niega a comer, hable con su veterinario, ya que es probable que exista una razón médica. Los gatos mayores no deben pasar más de 24 horas sin comer. No comer puede provocarles deshidratación, lo que supondría un esfuerzo adicional para sus riñones”, recomienda Cats Protection.
¿Qué significa que pierda peso?
Conforme envejecen, es común que los felinos mayores pierdan peso, reduciendo tanto grasa como masa muscular. Esto sucede porque les resulta más difícil obtener las calorías necesarias de la comida.
Al necesitar más calorías para mantener su peso corporal normal, pueden adelgazar fácilmente, especialmente si una enfermedad disminuye su apetito. Aunque la pérdida gradual de peso es normal en gatos mayores, una pérdida de peso repentina y significativa puede indicar malestar. Consulte a su veterinario si nota una disminución inesperada en el peso de su gato mayor.
Si siempre tiene hambre
Si esto sucede puede ser que no tenga la dieta adecuada. Si ya recibe una dieta adecuada, su hambre podría ser un indicio de alguna enfermedad:
- Hipertiroidismo, cuyo síntoma principal es la pérdida de peso a pesar de un aumento en el apetito
- Diabetes, que puede provocar variaciones en el apetito; o enfermedades como inflamación intestinal o cáncer, que suelen acompañarse de diarrea, pérdida de peso y, posiblemente, vómitos.
Si el gato muestra hambre constante, consume la cantidad recomendada de alimento y sigue delgado, es crucial consultar a un veterinario.