Una agenda negra se convirtió en uno de los hallazgos que terminó sellando el procesamiento de Ivo Rojnica, alias “El Croata”, como el jefe de una banda que se dedicaba a lavar dinero en cifras millonarias y, según el Gobierno, fue uno de los que logró disparar la cotización del dólar blue antes de las elecciones generales. En esa libretita de almacenero, aparecieron frases tan sugestivas como nítidas: “operación negra”, “origen de fondos del comprador”, “buscar sacar la plata por Italia”, “trasladar la guita a Suiza”, “establecer bien los montos a traer”.
“Dichas anotaciones no hacen más que confirmar que la organización trabajaba con dinero ‘negro y que buscaba evadir los controles y regulaciones estatales con el fin de, por ejemplo, ‘sacar la guita por Italia’”, afirmó el juez Federico Villena, a la hora de dictar los procesamientos a los distintos acusados de integrar la banda.
Hay incluso una página de esa, la agenda con tapa negra, que estaba en el interior de la bolsa de nylon secuestrada en el domicilio de Perón al 300, que decía: “Parte Negra” con una lista de cosas por hacer. Casi como si se tratara de ir al supermercado, la lista enumera distintas actividades. “Armar ficha de clientes para identificar bien a cada uno, armar de forma más prolija el tema de canje y combo con clientes, traer las facturas de Mladen, entre otras”, se señala
Para el juez, esas anotaciones corroboran que la organización administraba dinero negro y lo colocaba en sociedades comerciales a los fines de introducirlo en el mercado financiero otorgándole carácter lícito. En esos documentos también apareció una planilla de tres columnas que enumeran: “cliente”, “salen” y “entran”, en donde se da cuenta de los movimientos de dinero de numerosos clientes de la organización tanto en moneda nacional como en dólares americanos.
Pero a la importancia de esos anotadores, un detalle llamó la atención de los investigadores. Es que durante los cinco años de escuchas a los protagonistas, en el juzgado se encontraron con diálogos que confirmaban las operaciones ilegales sin balances ni documentos.
Federico Pulenta, socio del “El Croata, aparecía hablando habitualmente con una vidente que lo asesoraba en sus negocios y la preocupación por el éxito de sus operaciones en Estados Unidos.
“Federico habla asiduamente y denota tener una estrecha relación con una mujer que podría ser una tarotista y/o Astróloga y/o Vidente, a quien le cuenta los problemas de índole legal en los que está involucrado junto a su socio Ivo, en los Estados Unidos, donde le fueron congelados fondos millonarios en dólares por haber sido declarados como fondo de inversión”, señala el fallo.
El fin era otro: sacar de manera inmediata el efectivo, sumado a posibles adulteraciones de facturas de servicios públicos en el país, en los que se hacía figurar a los clientes de ellos, es decir, a las personas que enviaban esas remesas con supuestos domicilios en los EE.UU, lo que no era cierto. ¿Qué le pedía a la vidente? “Que ella desde su expertis y/o arte pueda hacer algo y/o encauzar el problema. Con respecto a este problema judicial”, señaló el juez.
“A partir de los elementos probatorios recolectados se constató que la organización investigada concretó al menos 4763 transferencias de dinero por una suma 348.196.900 dólares. Para ello utilizaron diferentes sociedades, ocultando el origen ilícito de los fondos puestos en circulación en el mercado”, sostuvo el juez federal Villena en su resolución, de casi 400 páginas. Los titulares de esas sociedades serían Federico Pulenta e Ivo Rojnica. Otro de los líderes de la banda, dice el procesamiento, era Jonathan Rivas Fuentes, autoridad de la sociedad DCDB Group, una consultora de servicios financieros que abría cuentas en el exterior y que al día de hoy está prófugo.
Rojnica, Pulenta e Ignacio Ricard Demaría y Juan Pablo Angelillo, señalados como miembros de la banda que lideraban los dos primeros, tomaban contacto con el dinero físico de los clientes e iniciaban el proceso de colocación y tránsito hasta el destino final en el extranjero y/o repatriaban fondos desde otros países.
La causa que instruyó Villena comenzó en mayo de 2018, con la presentación de un agregado de la División de Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional de la Embajada de Estados Unidos ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 2 de esta ciudad. Ahí se alertaba que la Oficina de Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional se encontraba investigando a una organización criminal transnacional que se dedicaría al lavado de activos provenientes, entre otros delitos, del narcotráfico. La banda, decían, operaría en Estados Unidos, Brasil, Paraguay, Italia, Argentina, Emiratos Arabes, Singapur y Hong Kong.
La punta del hilo fue una persona llamada Claudio Szlaien habría realizado 719 transferencias por un monto total de U$D 55.944.523,20 a través de una organización vinculada a Federico Pulenta.
A lo largo de la investigación, aparecen diálogos que los comprometen. “Tengo miles de propiedades a mi nombre, tengo también cuentas afueras con guita, pero necesito 300 lucas blue. Esa es la verdad te digo -dice en una de las viejas escuchas de Pulenta-. Mi gran preocupación por esto es que haya una corrida contra lo nuestro entendés, con lo que yo te conté que va a pasar”.
Entre las conversaciones en la investigación, aparece por ejemplo: “Te voy a pedir que me des una mano con Ivo, me está pidiendo depositar billetes feos en estas cuenta con lo cual 85 mil… Mi cupo solo no alcanza. 85 mil… 133 mil más 161 mil menos… hay que llevar 57 lucas a Ivo. Esto quiere decir que ¿vos cuánto tenés exacto?”.