Más de 500 mil dólares, joyas y relojes de oro fue el resultado preliminar de los allanamientos que ordenó el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, a nueve cajas de seguridad que operaba el financista Ivo Rojnica, alias “El Croata”, sospechado de regentear la mayor cueva financiera de la City porteña, junto a su socio Federico Pulenta, también detenido.
En los procedimientos participaron personal de la Aduana y Policía Federal, según se informó oficialmente. Aunque se trata de un resultado preliminar porque faltaba abrir algunas cajas, personal de la Aduana ya secuestró más de 500 mil dólares, además de las alhajas y los relojes.
Según detallaron a Infobae fuentes judiciales, el allanamiento en las cajas de seguridad que estaban a nombre de Rojnica y Pulenta forma parte de las medidas de investigación que se ordenaron desde la semana pasada cuando tras una veintena de allanamientos fueron arrestados “El Croata”, Pulenta y Agustín Estrada Palomeque.
Pero trascendió que después de que la figura de “El Croata” se hizo pública y que el juez Marcelo Martínez De Giorgi hizo procedimientos en su causa, los implicados habrían abierto nuevas cajas de seguridad a nombre de empleados que también quedaron en la mira del juzgado.
Villena tiene abierta desde hace cinco años una investigación que analiza las conexiones de ese grupo con el narcotráfico. La causa, con la intervención de la fiscal Cecilia Incardona, permanece bajo estas horas bajo secreto de sumario. Los acusados se negaron a declarar el jueves pasado tras ser arrestados.
Según fuentes policiales, en la sede del Banco Corporativo CMF, sito en Machaca Güemes 150, Puerto Madero, CABA, se procedió a la apertura de una caja de Federico Pulenta. En el Banco BBVA FRANCES, de la calle Reconquista 199, en el microcentro, con la apertura de 4 cajas de seguridad caja de Ivo Rojnica.
Y en la sucursal del Banco ICBC de la calle Florida 99, también del microcentro, se procedió a la apertura de una caja de seguridad de Palomeque. El tribunal libró una orden de presentación intimado al Banco Santander Río para que informe si el investigado Pulenta posee cajas de seguridad en esa entidad, añadieron los voceros.
Finalmente, en la sucursal de un banco privado en San Isidro se abrieron 3 cajas de seguridad de Federico Pulenta.
La investigación se activó en los últimos días. El 11 de octubre, en el marco de una serie de allanamientos en cuevas de la City cuando el dólar libre pasaba la barrera de los mil pesos, el juez Marcelo Martínez De Giorgi también abrió una causa en donde se puso en foco las actividades de “El Croata”, la cara visible de Nimbus Group, señalada por el Gobierno como “la mayor cueva de la City porteña”. También fueron detenidos unos chinos que estaban fajados en miles dólares y que quedaron acusados de encubrimiento.
El martes pasado, “El Croata” fue detenido por orden de Villena en el barrio “El Golf”, en Nordelta, en el partido bonaerense de Tigre, mientras que a Pulenta lo atraparon en el barrio cerrado “El Encuentro”, en Benavídez, y a Estrada Palomeque en su domicilio de Montevideo al 1800, en Retiro.
La causa intenta esclarecer las actividades financieras que llevaban adelante, que incluyen desde la recepción y entrega de dinero en efectivo, al cambio de divisas y transferencias de dinero hacia y desde el exterior. También llevaban adelante operaciones con criptomonedas, creación de vehículos societarios y aperturas de cuentas en bancos y entidades financieras extranjeras y traslado de dinero dentro del territorio nacional.
En ese contexto, los diálogos de algunos de los protagonistas, que ya aparecían en la causa y que circularon entre los tribunales de Comodoro Py y Lomas de Zamora, llamaron la atención. Según publicó este fin de semana Infobae, en esos diálogos, Pulenta habla con un NN al que le explica:
-”Nosotros tenemos un operador de bitcoin o cripto que, ya operamos bastante por mes. Por ejemplo vos me llamas, me decis quiero comprar 100.000 dólares de bitcoins, me das Ia plata y yo te doy los bitcoins, eso lo hacemos por teléfono”.
-¿Tanto en blanco como en negro?”, preguntó el desconocido.
“No. Ahora lo hacemos en negro. Con el Exchange lo vamos a poder hacer en blanco. Hoy por hoy solo en negro”, le aclara Pulenta.
A otro cliente le precisa: “Mirá nosotros estamos en el tema financiero viste, como que, hacemos toda la parte blue, cash digamos (...) Y bueno, tenemos una oficina en el centro y otra en zona norte y estamos necesitando gente en la del centro viste, a ver, el laburo es bastante simple, no es algo complejo, pero básicamente movemos guita, viste”.
“El Croata” también aparece vendiendo sus servicios. A él un inversor le dice: “Te cuento un poco, nosotros tenemos un estudio contable, tiene la cuenta en Estados Unidos, en Miami y nosotros traemos fondos cada tanto, porque no está declarada acá esa cuenta (...) Y traemos y bueno estamos necesitando traer y bueno le pregunte a Enrique y me dijo, mira, habla con Ivo que es una sociedad en argentina, es real, creadas de profesionales, claramente tengo declarar esa cuenta (...) Y según de lo que cobramos desde el exterior y que claramente acá no se declara”. Rojnica responde “ok, perfecto”.
La investigación de Villena arrancó con un alerta del FBI de los Estados Unidos por una serie de operaciones sospechosas desde la Argentina hacia una banco de Houston. Es que se detectaron operaciones por 9.999 dólares. Si una operación supera los 10 mil dólares, se pone bajo la lupa. La cuenta estaba a nombre de Federico Pulenta, quien explicó que el dinero se debía a viajes de turismo por unas visitas a bodegas en Mendoza. Sin embargo, el juez estableció que estaba relacionado con un fideicomiso de empresas navieras.
En ese contexto, dicen los investigadores, aparecería el nexo con Emanuel García, condenado por haber convertido, transferido y de haber colocado en el mercado financiero 468.400 dólares provenientes del tráfico de estupefacientes, desde marzo a junio de 2017, según la acusación que hizo el fiscal de Bahía Blanca Gabriel González Da Silva, en el juicio por el caso” Bobinas Blancas”.
Se trata de una causa que nació en 2017, a partir de un aviso que hizo el departamento de control de drogas de Estados Unidos, la Drug Enforcement Administration (DEA), que permitió la detención de siete personas -tres ciudadanos mexicanos y cuatro de nacionalidad argentina-, que recibían financiamiento desde México y que operaban en Argentina. Buscaban traficar unos 1862,17 kilogramos de cocaína, que fueron secuestrados, usando como fachada bobinas de láminas de acero hacia España y/o Canadá para camuflar sustancias estupefacientes.