-“Viene un quilombo, vos sabes que te iba a llamar, porque están cerrando las cuevas, están metiendo viste control a las cuevas, viste”.
.-”Si”.
- “Y está re pesado eso, viste, se ve venir una”.
El diálogo forma parte del expediente que investiga a la banda que habría liderado Ivo Esteban Rojnica, conocido como “El Croata”, para lavar dinero a través de distintos mecanismos financieros que incluyeron desde operaciones con criptomonedas hasta la creación de sociedades en el exterior.
La figura de “El Croata” saltó a las noticias hace tres semanas, cuando el Gobierno activó una serie de controles en las cuevas más conocidas del circuito, en el marco de la suba descontrolada del dólar libre. Precisamente, el protagonista de ese conversación es Federico Pulenta, quien junto a “El Croata” y a Agustín Alberto Estrada Palomeque está detenido desde el martes pasado por orden del juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena. El magistrado tiene abierta desde hace cinco años una investigación que analiza las conexiones de ese grupo con el narcotráfico, causa en donde se ordenaron las escuchas.
El 11 de octubre, en el marco de una serie de allanamientos en cuevas de la City cuando el dólar libre pasaba la barrera de los mil pesos, el juez Marcelo Martínez De Giorgi también abrió una causa en donde se puso en foco las actividades de “El Croata”, la cara visible de Nimbus Group, señalada por el Gobierno como “la mayor cueva de la City porteña”. También fueron detenidos unos chinos que estaban fajados en miles dólares y que quedaron acusados de encubrimiento.
Por esas horas, a Rojnica le prohibieron la salida del país, pero el 17 de octubre se presentó con un abogado en Comodoro Py para ponerse a disposición a la espera de poder conocer la causa que estaba en secreto. La Unidad de Información Financiera se presentó en la causa para ser querellante y pidió detenciones, pero el juez no hizo por el momento lugar.
El martes pasado, “El Croata” fue detenido por orden de Villena en el barrio “El Golf”, en Nordelta, en el partido bonaerense de Tigre, mientras que a Pulenta lo atraparon en el barrio cerrado “El Encuentro”, en Benavídez y a Estrada Palomeque en su domicilio de Montevideo al 1800, en Retiro.
La causa intenta esclarecer las actividades financieras que llevaban adelante, que incluyen desde la recepción y entrega de dinero en efectivo, al cambio de divisas y transferencias de dinero hacia y desde el exterior. También llevaban adelante operaciones con criptomonedas, creación de vehículos societarios y aperturas de cuentas en bancos y entidades financieras extranjeras y traslado de dinero dentro del territorio nacional, indicaron las fuentes consultadas por Infobae.
En ese contexto, los diálogos de algunos de los protagonistas, que ya aparecían en la causa y que circularon entre los tribunales de Comodoro Py y Lomas de Zamora, llamaron la atención. Pulenta habla con un NN al que le explica:
-“Nosotros tenemos un operador de bitcoin o cripto que, ya operamos bastante por mes. Por ejemplo vos me llamas, me decis quiero comprar 100.000 dólares de bitcoins, me das Ia plata y yo te doy los bitcoins, eso lo hacemos por teléfono”.
-¿Tanto en blanco como en negro?”, preguntó el desconocido.
“No. Ahora lo hacemos en negro. Con el Exchange lo vamos a poder hacer en blanco. Hoy por hoy solo en negro”, le aclara Pulenta.
A otro cliente le precisa: “Mirá nosotros estamos en el tema financiero viste, como que, hacemos toda la parte blue, cash digamos (...) Y bueno, tenemos una oficina en el centro y otra en zona norte y estamos necesitando gente en la del centro viste, a ver, el laburo es bastante simple, no es algo complejo, pero básicamente movemos guita, viste”.
En otro de los diálogos, un cliente explica que tiene “un amigo, que necesita transferirle a otro amigo a una cuenta en Estados Unidos, es una cuenta personal treinta lucas” y pregunta “¿se lo podemos hacer?”. Estrada Palomeque responde que sí, si tiene “un documento para mostrar”.
“El Croata” también aparece vendiendo sus servicios. A él un inversor le dice: “Te cuento un poco, nosotros tenemos un estudio contable, tiene la cuenta en Estados Unidos, en Miami y nosotros traemos fondos cada tanto, porque no está declarada acá esa cuenta (...) Y traemos y bueno estamos necesitando traer y bueno le pregunte a Enrique y me dijo, mira, habla con Ivo que es una sociedad en argentina, es real, creadas de profesionales, claramente tengo declarar esa cuenta (...) Y según de lo que cobramos desde el exterior y que claramente acá no se declara”.
Rojnica responde “ok, perfecto ¿Y que cantidad seria aproximadamente?”. El NN replica: “Y aproximadamente tendría que traer, lo que pasa que yo puedo transferir con, hasta cincuenta mil, en realidad tendría que traer cien, pero tendría que traer desde cincuenta o cuarenta y pico”. “El Croata” le dice que no hay problema y que en breve le pasa la cuenta en Estados Unidos.
Hay otros diálogos que son mucho más sencillos.“Me cambias los dos mil dólares y me das cuatro mil en dólares”, le dicen. “Dale, perfecto”, responde. “¿Puede ser a las doce del mediodía que pase?”, consultan. “Si, ningún problema, ahí en lo de siempre”, afirma Rojnica.
Ayer, los tres detenidos, asesorados por sus abogados, se negaron a declarar ante el juez Villena, porque la causa se mantiene bajo secreto de sumario, a la espera del análisis de la documentación que se encontró en los procedimientos y hay medidas en curso. El juez Martínez de Giorgi, en tanto, se encuentra certificando la causa de su colega, luego del planteo de un defensor ante la posibilidad de que se esté investigando lo mismo.
La investigación de Villena arrancó con un alerta del FBI de los Estados Unidos por una serie de operaciones sospechosas desde la Argentina hacia una banco de Houston. Es que se detectaron operaciones por 9.999 dólares. Si una operación supera los 10 mil dólares, se pone bajo la lupa. La cuenta estaba a nombre de Federico Pulenta, quien explicó que el dinero se debía a viajes de turismo por unas visitas a bodegas en Mendoza. Sin embargo, el juez estableció que estaba relacionado con un fideicomiso de empresas navieras.
En ese contexto, dicen los investigadores, aparecería el nexo con Emanuel García, condenado por haber convertido, transferido y de haber colocado en el mercado financiero 468.400 dólares provenientes del tráfico de estupefacientes, desde marzo a junio de 2017, según la acusación que hizo el fiscal de Bahía Blanca Gabriel González Da Silva, en el juicio por el caso” Bobinas Blancas”.
Se trata de una causa que nació en 2017, a partir de un aviso que hizo el departamento de control de drogas de Estados Unidos, la Drug Enforcement Administration (DEA), que permitió la detención de siete personas -tres ciudadanos mexicanos y cuatro de nacionalidad argentina-, que recibían financiamiento desde México y que operaban en Argentina. Buscaban traficar unos 1862,17 kilogramos de cocaína, que fueron secuestrados, usando como fachada bobinas de láminas de acero hacia España y/o Canadá para camuflar sustancias estupefacientes.