La insuficiencia cardíaca (IC) es una de las afecciones más comunes en los adultos mayores: más de 60 millones de personas en el mundo padecen esta enfermedad, que constituye la principal causa de hospitalización en quienes tienen más de 45 años.
Entre los síntomas que trae esta patología, es posible mencionar algunos como falta de aire, dificultad para hacer ejercicio, cansancio, hinchazón de pies o tobillos, problemas para dormir y falta de apetito: genera una sensación de plenitud al comer porque se congestionan los órganos del abdomen.
“Es una condición en la cual el corazón no puede bombear. O sea, no tiene la posibilidad de expulsar la sangre que necesitan los órganos de nuestro cuerpo”, explica la médica cardióloga Mirta Diez (MN 68240), jefa de la sección de Insuficiencia Cardíaca, Hipertensión Pulmonar y Trasplante del ICBA.
Causas y diagnósticos de insuficiencia cardíaca
La doctora menciona algunos factores de riesgo asociados a la IC, como la hipertensión arterial, la diabetes y los antecedentes de infarto de miocardio o enfermedad coronaria. Lo mismo ocurre con las enfermedades de la válvula aórtica o mitral que no están corregidas, así como las patologías congénitas.
En tanto, a la hora del diagnóstico, este se clasifica frecuentemente en función de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI), que mide el porcentaje de sangre que el corazón expulsa en cada latido. Una cifra normal oscila entre el 55% y el 70%.
“Conocer estos valores es fundamental porque nos permite a los profesionales definir tratamientos específicos que mejoran la evolución de la enfermedad”, asegura la doctora.
La conexión entre insuficiencia cardíaca y enfermedad renal crónica
Un aspecto que ha cobrado relevancia en los últimos años es la estrecha relación entre la insuficiencia cardíaca y la enfermedad renal crónica (ERC). En este aspecto, Diez menciona que ambos órganos están intrínsecamente conectados: el deterioro del corazón afecta el funcionamiento de los riñones y viceversa, lo que puede desencadenar un círculo vicioso.
Esta conexión ha llevado a los expertos a desarrollar terapias que aborden ambas condiciones de manera integral, con el objetivo de reducir las complicaciones en los pacientes a largo plazo. En los últimos años, los avances científicos han permitido la aparición de nuevas opciones terapéuticas para los pacientes que viven con estas afecciones.
“Finerenona posee un enfoque integral. Se posiciona como el primer antagonista no esteroideo del receptor mineralocorticoide dedicado al riñón y con beneficios cardiovasculares que desacelera la progresión de la insuficiencia renal y eventos cardiovasculares”, comenta la Dra. Lucrecia Secco (MN 120.747).
La profesional explica que esta molécula bloquea de manera eficaz los receptores que contribuyen a la inflamación y cicatrización del corazón y el riñón. Su mecanismo de acción único ataca directamente la hiperactivación de los receptores mineral corticoides en los riñones, corazón y vasos sanguíneos, con mayor potencia, selectividad y menor riesgo de eventos adversos.
Sin dudas, esta innovación permite ampliar el espectro de tratamiento, así como abrir nuevas oportunidades para abordar estas enfermedades de forma más completa, lo que brinda a los pacientes una mejora en su calidad de vida.
Bayer, mediante el programa MOONRAKER, investiga el rol de finerenona en todo el espectro de IC. Recientemente, en el último Congreso Europeo de Cardiología de Londres 2024, se presentaron avances del estudio 20103 FINEARTS-HF: se trata de un estudio fase III que evaluó la eficacia de finerenona en pacientes con IC preservada.
Este estudio contempló más de 6.000 pacientes en casi 40 países del mundo con un seguimiento de 32 meses, a través de un enfoque integral. De esta forma, se continúa trabajando para reducir la carga de estas afecciones y contribuir al bienestar de miles de personas en Argentina y el mundo.
Más allá de esto, resulta fundamental que los pacientes comprendan la necesidad de prevenir la insuficiencia cardíaca y la enfermedad renal crónica, adoptando estilos de vida saludables y controlando los factores de riesgo.