Los secretos mejor guardados de la bodega mendocina que fusiona tradición e innovación

Desde 2003, esta bodega en el Valle de Uco combina la herencia familiar con técnicas modernas para producir vinos que son reconocidos en todo el mundo

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Finca Ferrer lleva la esencia de Gualtallary a más de 30 países (Finca Ferrer)
Finca Ferrer lleva la esencia de Gualtallary a más de 30 países (Finca Ferrer)

La historia de Finca Ferrer se remonta al año 2003, cuando José Ferrer Sala -reconocido internacionalmente por su liderazgo en el Grupo Freixenet- decidió expandir su visión vinícola más allá de las fronteras españolas. Tras explorar diversas regiones y viñedos en la provincia de Mendoza, encontró en Gualtallary, Valle de Uco, un lugar que parecía haber sido hecho a medida para la producción de varietales excepcionales.

Ubicado a más de 1.300 metros sobre el nivel del mar, esta localidad ofrece un clima de montaña con temperaturas bajas, una gran amplitud térmica y suelos ricos en mineralidad. Estas condiciones únicas se reflejan en vinos con gran concentración, textura, tanicidad y una acidez bien marcadas y, lo más importante: un excelente potencial de guarda.

Una tradición familiar de excelencia

“¿Cuál es el secreto del buen vino? No lo hay. La tierra y la viña nos dan lo mejor de sí, mientras nosotros contribuimos con nuestro trabajo de refinamiento, apoyados en la experiencia y el ingenio”, aseguraba el fundador de esta bodega familiar.

La fusión de la herencia y la modernidad en los vinos de Finca Ferrer, un legado familiar que brilla en la cumbre de Gualtallary (Finca Ferrer)
La fusión de la herencia y la modernidad en los vinos de Finca Ferrer, un legado familiar que brilla en la cumbre de Gualtallary (Finca Ferrer)

Los Ferrer Sala -expertos conocedores del mundo del vino- con el Grupo Freixenet, se establecieron como referentes en la producción de Cava a nivel mundial. Esta tradición y conocimiento le permitieron lograr en la Argentina una reputación de calidad y autenticidad durante las dos últimas décadas.

Tanto es así que Finca Ferrer produce vinos con una identidad única, expresiva y aromática, aprovechando al máximo las virtudes de Gualtallary y el saber hacer de una larga historia. La línea de alta gama, Colección 1310, constituye un claro ejemplo de esto.

Los varietales de esta colección (Malbec-Pinot Noir y Chardonnay) que deben su nombre a la altura de los viñedos, representan la perfecta combinación de la expresión de la fruta y la crianza en barrica, lo cual produce vinos de gran personalidad y elegancia. La selección cuidadosa de viñedos singulares asegura crear ediciones limitadas de altísima calidad.

Los vinos de Finca Ferrer destacan por su equilibrio y carácter único (Finca Ferrer)
Los vinos de Finca Ferrer destacan por su equilibrio y carácter único (Finca Ferrer)

Esta selección de uvas, proveniente de bloques singulares seleccionados con rigurosos estándares, representa lo mejor de los viñedos de Finca Ferrer. Además, al incluir varietales como Malbec, Syrah y un novedoso Cabernet Franc, demuestra el compromiso de la bodega con la elegancia y la calidad.

Por otro lado, la línea Acordeón se enfoca en capturar el perfil frutal y aromático de cada varietal, cosechando uvas en su punto óptimo de frescura y utilizando técnicas de elaboración que preservan estas características únicas.

Cabe destacar que desde el año 2020, la expansión de Finca Ferrer se puede ver plasmada no solo en el mercado local. Actualmente, sus productos llegan a más de 30 países, lo que refleja los valores que siempre han caracterizado a la familia Ferrer: el amor y el afecto por la tierra y sus vinos.

Desde 2003, la familia Ferrer produce vinos excepcionales en Gualtallary (Finca Ferrer)
Desde 2003, la familia Ferrer produce vinos excepcionales en Gualtallary (Finca Ferrer)

Innovación y futuro

La visión de la familia Ferrer no se detiene en la tradición; también mira hacia el futuro con innovación y expansión. En ese sentido, la bodega logró desarrollar técnicas modernas para mantener y realzar las características únicas de sus varietales, para que cada botella cuente una historia de pasión, dedicación y calidad.

Ubicado a los pies de los Andes, el Valle de Uco ofrece suelos aluviales, una excelente exposición solar y una amplitud térmica que favorece la maduración de las uvas. Estas condiciones le permite a la finca producir vinos de alta calidad que son reconocidos a nivel mundial.

A medida que continúa creciendo y llegando a nuevos mercados, la bodega sigue fiel a su misión de producir vinos y espumosos que no solo representan lo mejor de Gualtallary, sino también la rica historia y tradición familiar. Esto sería un ejemplo en la industria vitivinícola de cómo la combinación de tradición, innovación y amor por la tierra puede producir varietales que deleitan y perduran.

Para aquellos interesados en descubrir más sobre estos excepcionales vinos, Finca Ferrer continúa abriendo sus puertas y compartiendo su pasión con el mundo a través de su sitio web oficial.

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