La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que más de 800 millones de personas en el mundo padecen de desnutrición crónica, lo que representa aproximadamente 1 de cada 9 personas. Este preocupante fenómeno de salud pública se caracteriza por una deficiencia en la ingesta de calorías necesarias para mantener un estado de salud óptimo, pudiendo derivar en el uso de reservas de grasa y, eventualmente, en daño a músculos, tejidos y órganos vitales [OMS].
La desnutrición puede ser provocada por múltiples factores, como el acceso limitado a los alimentos, condiciones socioeconómicas adversas y una deficiente información nutricional. Es esencial diferenciarla de la malnutrición, que además de escasez, puede referirse al consumo excesivo de alimentos y estar asociada a problemas como la obesidad. Relevante es la desnutrición infantil, que afecta de manera directa el desarrollo y crecimiento de los menores, aumentando el riesgo de enfermedades y comprometiendo su sistema inmunológico.
Para prevenir y abordar la desnutrición, se recomienda seguir consejos de profesionales de la salud y nutricionistas como los que se encuentran en la EPS Famisanar, que ofrecen orientación sobre los alimentos adecuados y estrategias para adoptar un estilo de vida saludable acorde a cada situación particular. Desde la detección temprana de síntomas hasta la implementación de un Plan de beneficios en Salud, el enfoque se centra en el bienestar y vigilancia nutricional proactiva.
Desnutrición infantil:
La EPS Famisanar lucha por la nutrición en menores de 5 años, esta es una de las problemáticas que afecta gravemente la salud de los menores de cinco años, y en respuesta, EPS Famisanar enfatiza la importancia de una alimentación saludable y la prevención como medidas clave para combatir este flagelo. La entidad recomienda una serie de prácticas que incluyen la lactancia materna hasta los seis meses y su continuación de manera complementaria hasta los dos años, con la adición de cereales, tubérculos, frutas y verduras, lácteos, y proteínas accesibles para las familias, como forma de asegurar un desarrollo adecuado y disminuir el riesgo de desnutrición en esta población vulnerable.
Señales de alarma y consejos de actuación en desnutrición infantil
La desnutrición infantil no solo retarda el crecimiento físico y mental, sino que también aumenta la susceptibilidad a enfermedades, lo que puede conducir a consecuencias tan severas como la muerte. La EPS Famisanar, recomienda prestar especial atención a los signos de alarma como la inflamación en extremidades, delgadez extrema, cambios en el cabello y la piel, e irritabilidad. En caso de observar estos síntomas, instan a los padres a acudir inmediatamente a su IPS primaria para una valoración integral y recibir orientación adecuada para nutrir a los menores. La entidad subraya la importancia de las citas de control y valora el seguimiento continuo para una rápida intervención y el bienestar infantil.
Estrategias de intervención de Famisanar y la Ruta para la Primera Infancia
Como parte del compromiso con la salud infantil, la EPS Famisanar ha establecido una Ruta para la Primera Infancia, que abarca desde los 7 días de nacidos hasta los 5 años, con un seguimiento que incluye aspectos psicomotores, nutricionales, lingüísticos, respiratorios y gastrointestinales, con el fin de detectar y tratar tempranamente cualquier alteración que pueda presentar el menor. Adicionalmente, se han exonerado los pagos de cuotas moderadoras y copagos para aquellos niños en tratamiento por desnutrición y se promueven jornadas de salud, difusión de información nutricional y formación al personal médico para mejorar las capacidades de manejo y detección precoz de la enfermedad. Estas medidas buscan garantizar la recuperación nutricional y evitar posibles complicaciones permanentes
La desnutrición es una complejidad multifactorial que según la OMS y Unicef incluye insuficiencias alimentarias, falta de atención adecuada y enfermedades infecciosas, agravadas por la pobreza y la desigualdad social. Conscientes de esta realidad, desde la EPS Famisanar se promueve activamente la lactancia materna exclusiva, una dieta variada y rica en nutrientes esenciales, el acceso a controles médicos periódicos y una correcta administración de micronutrientes y vitaminas como ejes de prevención. La visión es clara: una nutrición adecuada desde los primeros días de vida es esencial para el desarrollo integral de nuestros niños y su protección frente a la desnutrición y sus consecuencias.