Tradicionalmente, el ambiente del vino ha sido un terreno exclusivo de los hombres. Las mujeres solo se dedicaban a trabajar en la recolección de las vides. Sin embargo, casi desde el comienzo de la "colonización" española e italiana, hubo un puñado de pioneras que se encargaron de dirigir los viñedos. En la actualidad, son varias las que destacan en la industria y que, con su impronta, han logrado reconfigurar la percepción y producción de las bodegas.
La periodista Tamara Herraiz realizó una investigación monumental con su libro Al rojo vino (IndieLibros): allí trazó un mapa que señala la relevancia de "las mujeres del vino". Por sus páginas hablan gerentes y directoras como Ana Amitrano (Familia Zuccardi), Laura Catena (Catena Zapata) y Susana Balbo (Susana Balbo Wines), sommeliers como Marina Beltrame y Flavia Rizzuto, periodistas y comunicadoras, como Lis Clément y Elisabeth Checa.
"Elegí a las mujeres más representativas dentro de los diferentes roles", explica Herraiz, "las pioneras y las nuevas generaciones. Quise contar sus historias, saber cómo empezaron y cómo fue su camino hasta hoy."
A través de esos testimonios, a la vez que se descubren detalles de la industria, uno se encuentra con mujeres sensibles, apasionadas, que siguen adelante ante los fracasos y las dificultades.
"No importa si nacieron con dinero o sin él", sigue Herraiz, "porque sus logros son gracias a su actitud frente a la vida. Se puede tener dinero y no lograr nada bueno. Me gustaría que al leer las historias el lector se conecte con sus emociones y que conozca el lado personal de las mujeres de empresas. Es darle entidad a las mujeres de una industria que forma parte de la cultura argentina."
Al rojo vino se presenta hoy a las 19, en la feria de Vinos y Bodegas, en la Rural.
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