El envejecimiento es la inflación de la vida; las empresas biotecnológicas de longevidad necesitan inversión para combatirlo

El envejecimiento, al igual que la inflación, es un proceso inevitable que disminuye el valor de la vida con el tiempo. Y aunque mantener un estilo de vida saludable—a través de la dieta, el ejercicio, el sueño y la gestión del estrés—ciertamente puede ayudarte a mantenerte más saludable por más tiempo, estas medidas no son suficientes para detener el reloj.

Si ves un día de programación televisiva de EEUU de las décadas de 1930 y 1940, verás un enfoque masivo en el ejercicio, la salud familiar y la dieta. Sin embargo, ninguno de los instructores de fitness y dietistas en estos comerciales comiendo espinacas, ayunando, tomando duchas de contraste, inmersiones en agua fría y haciendo gimnasia a diario está vivo hoy. Envejecer y morir es algo que les pasó a ellos como a todos los demás.

La dieta, el ejercicio, el sueño, la meditación, evitar el mal comportamiento, las malas relaciones y otras rutinas de “hacer lo que tu madre te dijo” (DYMT) deberían ser la base para todos, pero no producirán milagros. Ni siquiera me gusta hablar de estas bases y solo los estudios de estilo de vida más avanzados, a menudo combinados con terapias, se presentan en la reunión de Investigación y Descubrimiento de Medicamentos contra el Envejecimiento (ARDD), el evento anual de cinco días que reúne a farmacéuticas, startups, académicos e inversores que co-organizo. Además, los conceptos básicos de una vida saludable—dieta, ejercicio, sueño y meditación— ya son accesibles para todos, sin embargo, muy pocos los aprovechan al máximo.

En contraste, el campo emergente de la biotecnología de la longevidad ofrece el potencial de vencer la inflación de la vida. Y aunque estos nuevos avances estarán inicialmente disponibles para los ricos, la historia ha mostrado que los nuevos tratamientos se vuelven más accesibles y asequibles con el tiempo.

La biotecnología de la longevidad no es un concepto nuevo. Ya en la década de 1990, algunas empresas de biotecnología comenzaron a apuntar directamente al envejecimiento, centrándose en áreas como la activación de la telomerasa, la biología de las células madre y otras hipótesis prometedoras. Algunas de estas empresas incluso cotizaron en bolsa.

A pesar de la emoción inicial y los titulares llamativos, todas estas primeras aventuras fracasaron o cambiaron su enfoque del envejecimiento. La mayoría de estas empresas y sus patrocinadores subestimaron la complejidad, los costos y el tiempo que llevaría descubrir y desarrollar un medicamento. Las estimaciones recientes sugieren que desarrollar un nuevo medicamento lleva más de 10 años y cuesta más de 6.100 millones de dólares, y las tasas de fracaso superan el 90%. Esta cifra refleja la inmensa dificultad de identificar objetivos terapéuticos, realizar ensayos preclínicos y clínicos, y navegar por el panorama regulatorio. Cuando se trata de desarrollar un medicamento específicamente para el envejecimiento, los desafíos se multiplican, lo que hace mucho más difícil diseñar intervenciones efectivas y demostrar su eficacia en ensayos clínicos.

Avancemos al presente, y una nueva generación de empresas de biotecnología de la longevidad con un enfoque más conservador que sus predecesores ha surgido. Empresas como BioAge Labs e Insilico Medicine están usando la inteligencia artificial (IA) para descubrir medicamentos que apunten a enfermedades crónicas específicas o procesos biológicos estrechamente asociados con el envejecimiento. En lugar de tratar de desarrollar terapias para el envejecimiento directamente, estas empresas se centran en condiciones que están estrechamente vinculadas al proceso de envejecimiento, como la obesidad, la atrofia muscular, la fibrosis, la anemia e incluso el cáncer. La estrategia es desarrollar medicamentos para estas enfermedades que luego podrían ser reutilizados para abordar el envejecimiento de manera más amplia. Y aunque en la industria tecnológica intentamos centrarnos en movernos muy rápido para ganar, aquí nos preparamos para jugar un juego muy largo y nos enfocamos en la resiliencia y la novedad en lugar de poner todos los huevos en una sola canasta y fracasar estrepitosamente como decenas de empresas en las últimas tres décadas.

Por ejemplo, Insilico Medicine utiliza IA generativa multimodal, vastos conjuntos de datos y vías biológicas asociadas con el envejecimiento para identificar terapéuticos de doble propósito que probablemente funcionen en enfermedades específicas pero que podrían tener la posibilidad de ser reutilizados para la prevención de estas enfermedades, combatiendo los procesos asociados con la edad.

La verdadera pregunta que la gente debería hacerse no es sobre los posibles inconvenientes o peligros de estas tecnologías, sino más bien, “¿Por qué esta tecnología no está disponible aún? ¿Cómo podemos acelerar su desarrollo y asegurarnos de que empiece a salvar vidas cuanto antes?”.

Aunque estas tecnologías salven las vidas de los ricos primero, no significa que no debamos desarrollarlas. Lo más probable es que, cuando la gente tenga la opción de duplicar o triplicar su tiempo de vida saludable, tomarán una visión mucho más a largo plazo del medio ambiente, la sostenibilidad y la seguridad global.

“En mi libro de 2013, La generación eterna: cómo los avances en biomedicina transformarán la economía global, predije que las aseguradoras y los fondos de pensiones comenzarían a invertir en empresas de biotecnología de la longevidad, presentando una oportunidad para reducir los gastos de atención médica, así como su riesgo de longevidad.” Esta predicción no podría estar más lejos de la verdad.

El nivel de financiamiento en biotecnología de la longevidad ha aumentado en los últimos años a medida que han surgido fondos de capital de riesgo temáticos en longevidad como LongeVC, Longevity Vision Fund y Longevity Fund. Sin embargo, todavía son relativamente pequeños y las compañías de seguros y los fondos de pensiones aún no juegan un papel ni en estos fondos, ni invierten directamente en empresas de biotecnología de la longevidad.

Además, cada vez que alguna empresa de biotecnología de la longevidad recauda fondos significativos, los medios de comunicación y los analistas informan de inmediato que la industria está sobrevalorada. En 2023, Longevity Technology, una destacada firma analítica de la industria, publicó el Longevity Investment Report, mostrando inversiones trimestrales en longevidad. Excluyendo a empresas excepcionales como Altos Labs, que reportó 3.000 millones de dólares en financiamiento, las inversiones trimestrales en longevidad promediaron entre 200 y 300 millones de dólares. En contraste, en 2023, se gastaron más de 2,4 mil millones de dólares en la industria militar, la industria de la muerte, a nivel mundial.

Las primas de seguros globales totales alcanzaron alrededor de 6.275 mil millones de dólares en 2023, con una porción significativa de los activos invertidos en acciones y otras inversiones de mayor rendimiento. La industria de los fondos de pensiones es incluso más grande que la industria de seguros con activos que superan los 55,7 mil millones de dólares, de los cuales una cantidad significativa está invertida en acciones. Prácticamente ninguna de estas inversiones toca la industria de biotecnología de la longevidad.

Aunque vencer la inflación de la vida aún no esté completamente a nuestro alcance, la biotecnología de la longevidad ofrece una vía prometedora para extender significativamente nuestra longevidad humana saludable. La nueva generación de empresas de biotecnología está empujando los límites de lo que es posible.

Sin embargo, estos médicos se enfocan predominantemente en la diagnosis y la optimización de las rutinas DYMT y suplementos de sus pacientes. Hasta que veamos la aparición de terapias aprobadas para extender la vida, independientemente de cuán ricos y poderosos sean, no podrán vencer la inflación de la vida.

“A medida que nos encontramos al borde de avances potencialmente transformadores, es esencial mantenerse informados, comprometidos y proactivos. Las decisiones que tomemos hoy moldearán el futuro de la salud y la longevidad.”

El verdadero desafío no es solo vivir más, sino hacerlo de manera que sea saludable, equitativo y sostenible.

(c) 2024, Fortune