Soportar el peso de lo que el mundo (y el lugar de trabajo) nos depara puede parecer un segundo trabajo a tiempo completo. Los mecanismos de afrontamiento, o estrategias para gestionar el estrés y otras emociones espinosas, nos ayudan a combatir el agotamiento y a recuperar el poder en nuestra vida cotidiana. Según Minaa B., trabajadora social, escritora y educadora en salud mental, todo trabajador moderno necesita dos tipos de mecanismos de afrontamiento en su caja de herramientas para combatir el estrés.
Lo sepa o no, probablemente ya esté poniendo en práctica estrategias de afrontamiento cada día. Quizá salga a caminar a paso ligero cuando la lista de tareas pendientes le resulte abrumadora o practique la atención plena después de una conversación estresante con su jefe. Pero Minaa dice que ser consciente de por qué y cómo se está afrontando la situación puede ayudarnos a cuidar mejor de nosotros mismos cuando el agobio -e incluso el agotamiento- nos golpea.
“Hay dos métodos de afrontamiento que son esenciales para la calidad de nuestra salud mental: el afrontamiento centrado en la resolución de problemas y el afrontamiento centrado en la emoción”, afirmó.
Los tipos de afrontamiento
A la hora de decidir qué tipo de estrategia de afrontamiento elegir, la primera pregunta que hay que hacerse es: ¿el factor estresante está dentro o fuera de mi control? “El afrontamiento basado en la resolución de problemas se produce cuando reconocemos que existe un problema y aplicamos la autoeficacia para encontrar una solución a ese problema”, sostuvo Minaa.
En otras palabras, el afrontamiento basado en la resolución de problemas es necesario cuando se tiene el poder de cambiar -o al menos mitigar- el problema.
Por ejemplo, si se da cuenta de que las horas de reuniones diarias le producen sensación de agotamiento, puede bloquear su agenda los martes y jueves para que nadie pueda localizarle.
Por otra parte, si se da cuenta de que la interacción social aumenta su capacidad para afrontar situaciones estresantes, el afrontamiento centrado en la resolución de problemas podría consistir en aprovechar más oportunidades para relacionarse con sus compañeros de trabajo.
El afrontamiento centrado en las emociones entra en juego cuando el factor estresante escapa a tu control. Tal vez tu jefe te ha dado un plazo imposible o te ha delegado algo que no forma parte de la descripción de tu trabajo.
“El afrontamiento centrado en las emociones se produce cuando reconocemos que tenemos ante nosotros una barrera, un obstáculo o una adversidad que realmente no podemos cambiar”, dice Minaa.
“La aceptación radical nos permite realizar un afrontamiento centrado en la emoción en el que nos preguntamos: “¿Cómo me hace sentir este obstáculo, esta cosa que tengo delante?”, agregó.
Una vez que respondas a esta pregunta, puedes poner en práctica técnicas autocalmantes que te ayuden a soportar el peso de esta tarea. “Tal vez necesite respirar. Tal vez necesite meditar. Tal vez necesite escribir mis pensamientos en un diario. Tal vez este sea el tema del que quiero hablar en mi próxima sesión de terapia”, dice Minaa. Tu técnica para calmarte será única, así que dedica algo de tiempo a pensar qué te hace sentir mejor en los momentos de tensión y nervios.
La corregulación, o confiar en otra persona para aliviar un momento estresante, también entra dentro de la categoría de afrontamiento centrado en las emociones. Minaa afirmó que contar tus frustraciones a un familiar o a un amigo puede ser una poderosa herramienta para calmar el estrés durante o después de completar una tarea aparentemente imposible.
Así que ese mensaje que dice: “¿Podemos hablar un momento? Necesito desahogarme” no es trivial; es una poderosa herramienta de afrontamiento.
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