El pasado domingo 29 de diciembre, Jimmy Carter -39° presidente de los Estados Unidos- falleció a los 100 años, dejando un legado marcado por su vida dedicada al servicio público y su compromiso con los valores de humildad y humanidad. En 2019, Carter ya había roto récords al convertirse en el presidente más longevo del país, y con la post presidencia más prolongada de la historia. Mucho antes de llegar a la Casa Blanca, su historia personal reflejaba una sencillez y determinación que forjarían las bases de su carrera política y su influencia como figura internacional. Es por ello que revista People hizo un repaso sobre sus orígenes.
Infancia y Juventud en Georgia
Jimmy Carter nació el 1 de octubre de 1924 en Plains (Georgia), una pequeña localidad rural donde su vida estuvo profundamente influenciada por las circunstancias modestas de su familia. Hijo de James Earl Carter Sr., un agricultor de maní y propietario de una tienda, y de la enfermera Bessie Lillian Gordy, Carter creció como el primogénito de cuatro hermanos en una comunidad que combinaba las tradiciones agrícolas del sur con las limitaciones económicas de la época.
Carter marcó un hito inusual para su tiempo al convertirse en el primer presidente de Estados Unidos nacido en un hospital, un evento que ocurrió en el Wise Sanitarium, donde trabajaba su madre. A pesar de esta particularidad, la mayor parte de su infancia transcurrió entre los campos de cultivo de maní que su familia trabajaba arduamente. Durante su juventud, Carter demostró una temprana iniciativa al vender productos de la granja en el pueblo. Con el dinero ahorrado llegó a comprar cinco propiedades que alquilaba, destacando desde temprano por su responsabilidad y visión emprendedora.
Su educación formal comenzó en Plains High School, que no ofrecía el grado 12 en ese entonces, obligándolo a culminar su formación en 1941. Su vida laboral, el entorno rural y las responsabilidades familiares moldearon un carácter disciplinado y resiliente que lo acompañó en su posterior carrera política y humanitaria.
Formación académica y militar
La búsqueda de Jimmy Carter por alcanzar metas más allá de las fronteras de Plains comenzó tras graduarse de la escuela secundaria en 1941. Inspirado por las historias de su tío Tom, un marinero cuyo relato de vida lo cautivó desde niño, Carter intentó ingresar en la prestigiosa Academia Naval de los Estados Unidos en Annapolis (Maryland). Aunque su primera solicitud fue rechazada, su perseverancia lo llevó a estudiar en el Georgia Southwestern College y más tarde en el Instituto Tecnológico de Georgia. Estas etapas intermedias fortalecieron su formación académica hasta que en 1943 logró finalmente ser admitido en Annapolis.
La disciplina y dedicación que lo habían caracterizado en su juventud quedaron plasmadas durante su paso por la Academia Naval, donde destacó como uno de los mejores estudiantes, finalizando su formación en el 10% superior de su clase. Su graduación en 1946 coincidió con el final de la Segunda Guerra Mundial, lo cual le permitió unirse rápidamente a la Marina de los Estados Unidos en un período de transición global.
Carter eligió servir en submarinos, una rama exigente que le ofrecía retos técnicos y estratégicos. Durante su carrera, trabajó en diversos roles que incluyeron el puesto de oficial ejecutivo y de ingeniería, y en 1952 fue seleccionado para formar parte del programa de submarinos nucleares dirigido por el almirante Hyman G. Rickover, una figura clave en la innovación militar de la época. Debido a esto fue que el ex presidente norteamericano se especializó en física nuclear y tecnología de reactores, recibiendo una promoción al rango de teniente.
Su prometedora carrera naval se vio interrumpida en 1953 tras la muerte de su padre. La pérdida lo llevó a renunciar a sus deberes militares y regresar a Plains para hacerse cargo de la granja familiar. Este regreso marcó un punto de inflexión en su vida, desviándolo del camino militar hacia un compromiso renovado con su comunidad y el inicio de su trayectoria en la política local.
Vida personal y matrimonio
La vida personal de Jimmy Carter estuvo profundamente marcada por su relación con Rosalynn Smith, una figura esencial en su vida desde temprana edad. El vínculo entre ambos se inició de manera singular: Carter tenía apenas 3 años cuando conoció a Rosalynn, quien había nacido con la asistencia de Lilian Gordy Carter (madre de Jimmy Carter). A lo largo de los años, Rosalynn se convirtió en amiga cercana de la hermana menor de Jimmy, Ruth, lo que mantuvo un contacto indirecto entre ellos.
El romance floreció años después, durante un verano en el que Carter como estudiante en la Academia Naval, regresó a Plains y coincidió con Rosalynn, que había completado su primer año en el Georgia Southwestern College. Según relató Carter, tras su primera cita, en la que fueron al cine junto a su hermana Ruth y su novio, supo de inmediato que Rosalynn era la mujer con la que quería casarse.
A pesar de las primeras impresiones, el camino hacia el matrimonio no fue inmediato. Rosalynn rechazó la primera propuesta de Carter en 1945, ya que deseaba priorizar su educación antes de comprometerse. Un año después, Carter volvió a proponerle matrimonio y esta vez obtuvo el “sí”. La pareja contrajo nupcias en julio de 1946 en la Iglesia Metodista de Plains, apenas unas semanas después de que Carter se graduara de la Academia Naval.
El matrimonio de Carter se convertiría en un pilar fundamental en la vida pública y privada del futuro presidente. Rosalynn no solo compartió los desafíos de las transiciones de carrera de Jimmy, sino que también desempeñó un papel crucial en su desarrollo político y en la construcción de su legado humanitario, consolidando una relación que se mantuvo como un ejemplo de apoyo mutuo y compromiso.