En diciembre de 2024, autoridades estadounidenses anunciaron oficialmente la erradicación del avispón gigante del norte (Vespa mandarinia) en Estados Unidos, una especie invasora que había generado alarma pública desde su primera aparición en Washington en 2019. La noticia marcó el fin de un esfuerzo conjunto de más de cinco años entre agencias estatales, federales e internacionales, además de una colaboración constante con comunidades locales.
El Departamento de Agricultura del Estado de Washington (WSDA) y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) declararon que no se han registrado avistamientos confirmados del avispón en los últimos tres años, lo que permitió anunciar su erradicación completa.
Este animal, conocido popularmente como “avispón asesino”, es originario de Asia y representa una amenaza crítica para la biodiversidad. Su picadura es potente y, en algunos casos, letal para los seres humanos, aunque no suelen atacar a menos que se sientan amenazados. Pueden escupir veneno y poseen aguijones capaces de perforar trajes de protección habituales en apicultores. Sin embargo, su impacto más devastador recae en las abejas melíferas, esenciales para la polinización de cultivos. Un grupo de avispones puede destruir una colmena completa en pocas horas, decapitando a las abejas y llevándose sus larvas como alimento para sus crías. Esta amenaza directa a la agricultura fue lo que motivó una respuesta rápida y coordinada de las autoridades.
Los primeros avistamientos en Norteamérica ocurrieron en agosto de 2019 en la provincia canadiense de Columbia Británica, cerca de la frontera con el estado de Washington. En diciembre del mismo año, se confirmó la presencia del avispón en territorio estadounidense, desatando una alerta sanitaria y ambiental. Los expertos advirtieron que su expansión podría alterar profundamente el equilibrio ecológico, afectando tanto la biodiversidad como la producción agrícola.
Desde el inicio, la estrategia de erradicación incluyó la instalación de trampas, el monitoreo constante y el uso de tecnología avanzada de rastreo. En 2020, tras capturar un ejemplar vivo, los expertos lograron colocarle un dispositivo de rastreo y siguieron su vuelo hasta el primer nido identificado en Estados Unidos. El nido fue destruido de manera inmediata, marcando el primer paso significativo en la campaña de erradicación.
En los años siguientes, los esfuerzos se intensificaron. En 2022, se instalaron alrededor de mil trampas en diferentes regiones del estado de Washington, y en 2023 se localizó un nido con aproximadamente 1,500 avispones en diferentes etapas de desarrollo. El equipo de control actuó rápidamente y destruyó el nido antes de que los insectos alcanzaran su etapa adulta. En total, se identificaron y destruyeron cuatro nidos en un esfuerzo que combinó tecnología, investigación científica y participación ciudadana.
Los responsables del programa destacaron el papel fundamental de la comunidad. La mitad de los avistamientos confirmados provinieron de reportes ciudadanos. Este nivel de cooperación fue determinante para identificar nidos y prevenir una posible expansión. El funcionario reconoció que sin esta colaboración activa, habría sido imposible erradicar la especie.
A pesar del éxito alcanzado, las autoridades mantienen una postura de vigilancia constante. En octubre de 2024, un residente informó haber visto un avispón sospechoso en el condado de Kitsap, aunque no se pudo confirmar si pertenecía a la especie erradicada. Ante la posibilidad de una reinfestación, se anunció la instalación de nuevas trampas en la región para prevenir posibles colonizaciones futuras.
En 2022, la Sociedad Entomológica de Estados Unidos decidió cambiar el nombre oficial del insecto de “avispón gigante asiático” a “avispón gigante del norte” para evitar posibles asociaciones discriminatorias. La nueva denominación busca reflejar un enfoque neutral y científico en el tratamiento de la especie invasora, reconociendo su impacto ambiental sin generar estigmatización cultural.
Mark Davidson, administrador adjunto del Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal del USDA, calificó en una entrevista para la página de la WSDA el logro como un “hito histórico en la lucha contra especies invasoras”. Resaltó que el éxito fue posible gracias a la combinación de financiamiento adecuado, avances tecnológicos, investigación científica y apoyo comunitario.