En la primera mañana de rodaje de The Simple Life, Paris Hilton y Nicole Richie, dos jóvenes de la alta sociedad, se encontraron en un mundo completamente diferente al que conocían. El reality show de 2003 las sacó del lujo de Beverly Hills y las colocó en el medio de la nada, en una granja en Altus, Arkansas, donde tendrían que abandonar sus cómodas vidas y adaptarse a trabajos manuales en un entorno rural.
Pese a las dificultades iniciales -repasa la historia Vanity Fair-, era el comienzo de una aventura que cambiaría sus vidas y marcaría una era en la televisión de los reality shows. Veinte años después del estreno de la serie, Hilton y Richie regresaron a Altus, Arkansas, para el especial París & Nicole: The Encore, en el que revivieron parte de su experiencia original.
¿Abandonar o quedarse?
En un relato que rememora esos primeros momentos de angustia, Paris Hilton recuerda cómo, al principio, consideró abandonar el programa. “Estábamos aterradas. Nos dijeron que no podíamos traer zapatillas, solo tacones altos y faldas cortas. Literalmente, nos dijeron que trajéramos ropa de fiesta para vivir en una granja”, cuenta Hilton. El nuevo entorno, tan ajeno a su estilo de vida glamuroso, parecía ser un reto insuperable, pero con la promesa de un perchero con ruedas y un espejo, Hilton y Richie decidieron quedarse.
Esa decisión, tomada en medio de la incertidumbre, no solo cambió su destino personal, sino que también tuvo un profundo impacto en la cultura pop. Es que The Simple Life, además de marcar el inicio de una exitosa carrera televisiva también cimentó su lugar en la historia como pioneras en la industria de los reality shows.
Chicas guapas cambian de ambiente
La premisa del programa era simple, pero eficaz: sacar a las dos jóvenes de su mundo de lujo y colocarlas en un entorno completamente ajeno, donde debían adaptarse a una vida sencilla y trabajar en empleos manuales. Y si bien la idea no era innovadora en teoría, resultó ser revolucionaria en su ejecución.
Desde el primer episodio, The Simple Life atrajo a más de 13 millones de espectadores, gracias a la química natural y la comedia inusitada que Hilton y Richie compartían. La dinámica entre ambas, sumada a sus desventuras con los lugareños de Arkansas, generó momentos memorables que perduraron en la cultura popular.
Las situaciones ridículas, como intentar trabajar en una granja lechera o descubrir que Walmart no vende artículos decorativos, se convirtieron en símbolos de la serie, mientras que el contraste entre su estilo de vida lujoso y el mundo rural en el que se encontraban creó una fórmula única que cautivó a la audiencia.
Un regreso emotivo a Arkansas
Durante su regreso a Altus, París y Nicole tuvieron la oportunidad de reencontrarse con la familia Leding, con quienes vivieron durante la primera temporada. Este regreso fue profundamente emotivo para las dos, especialmente para Hilton, quien no pudo evitar evocar los momentos que pasaron junto a ellos. “Ver al pequeño Braxton, ahora un abogado de 23 años, fue realmente tierno. Me trajo tantos recuerdos”, compartió Hilton.
El reencuentro con la familia y los recuerdos de aquellos días en la granja fueron conmovedores, pero también reveladores. Al visitar lugares como la granja lechera y el bar Alligator Rays, Hilton y Richie revivieron momentos de la serie, como el incidente en el que Richie metió su brazo en el recto de una vaca, una escena que se convirtió en un hito televisivo.
Pioneras de la cultura de los influencers
Aunque en su momento las dos fueron vistas como figuras superficiales y simplemente “famosas por ser famosas”, el impacto que tuvieron con The Simple Life fue mucho más profundo de lo que parecía. Hilton y Richie, sin saberlo, se convirtieron en las primeras influencers, un fenómeno que hoy es una carrera completamente establecida.
Hilton, quien al principio no entendía cómo se les podía juzgar por simplemente ser ellas mismas, reflexionó sobre cómo su popularidad de entonces evolucionó. “Siento que siempre hemos estado adelantadas a nuestro tiempo, y ahora ser famoso por ser famoso es un trabajo completo”, dijo Hilton.
A lo largo de los años, ambas supieron construir carreras más allá de la televisión, convirtiéndose en empresarias, madres y figuras influyentes. Richie, por su parte, resaltó cómo siempre mantuvieron su autenticidad frente a las expectativas externas:
“Tanto Paris como yo tenemos esa característica de aferrarnos a lo que creemos. A veces la gente no lo entiende de inmediato, pero tienes que seguir siendo tú misma”, afirmó Richie.
La ópera <i>Sanasa</i> y el regreso a sus raíces
Parte del especial París & Nicole: The Encore involucró la creación de una ópera, un proyecto en el que Hilton y Richie se sumergieron como parte de la nostalgia que sienten por su tiempo en The Simple Life.
La idea surgió de la canción Sanasa, que había sido popularizada por ambas durante el show. Lo que comenzó como una broma entre ellas sobrellevar esa canción a una ópera, pronto se convirtió en un proyecto serio que incluyó lecciones de canto, convocatorias de casting y ensayos.
El proceso de hacer la ópera fue una forma de regresar a sus raíces, de adentrarse nuevamente en un mundo desconocido para ellas, pero con el mismo espíritu de aventura que las caracterizó en el programa original.
“Involucrarnos en el mundo de la ópera fue un guiño a The Simple Life, porque nos metimos en un mundo completamente diferente, pero lo hicimos a nuestra manera”, comentó Richie.
El impacto de los medios y la cultura sensacionalista
A lo largo de su carrera, Hilton y Richie también enfrentaron la presión de los medios y la cultura sensacionalista, que intentaron crear rivalidades entre ellas y otras mujeres del espectáculo.
En su época, los paparazzi y los tabloides se encargaron de construir una narrativa de competencia y conflicto, especialmente después de una muy publicitada pelea entre las dos en 2005. En The Encore, ambas recrearon esa pelea como parte de la ópera, un homenaje a la forma en que los medios moldearon su relación.
“Los medios eran muy tóxicos en aquellos años. Siempre intentaban crear conflictos entre las mujeres. Fue muy difícil”, recordó Hilton, quien, a pesar de todo, sigue siendo una de las figuras más influyentes de su generación.
Un legado duradero
A través de su reencuentro y su participación en The Encore, Hilton y Richie demostraron que, aunque el tiempo haya pasado, su legado sigue vivo. Desde su incursión en The Simple Life hasta sus actuales proyectos como empresarias y figuras públicas, ambas dejaron una huella indeleble en la cultura pop.
“Si puedes seguir tus sueños, puedes lograr muchas cosas y construir tu propia marca”, afirmó Hilton, refiriéndose al impacto que tuvieron en la nueva generación de jóvenes que las ve como un modelo a seguir.