Qué dicen las nuevas denuncias sobre Sean Diddy Combs

Las últimas demandas describen presuntos ataques ocurridos en Los Hamptons y Miami, que agravan la situación del productor en medio de un juicio federal

En un tribunal de Nueva York, se presentaron cinco denuncias civiles más contra Sean “Diddy” Combs (REUTERS)

En un episodio que agrava la situación legal de Sean “Diddy” Combs, cinco nuevas demandas civiles se suman a las más de 30 ya presentadas contra el influyente productor musical. Los casos más recientes, interpuestos en el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, relatan episodios de presuntas agresiones sexuales y abuso de poder que habrían ocurrido entre 2001 y 2022, en escenarios que van desde fiestas de alto perfil en Los Hamptons hasta eventos exclusivos en Miami y Nueva York.

Los demandantes —tres hombres y dos mujeres que se identifican como John Doe o Jane Doe para proteger su privacidad— describen un patrón de presuntas agresiones facilitadas por bebidas adulteradas y amenazas posteriores. Una de las mujeres afirma haber sido agredida cuando tenía apenas 17 años, mientras que uno de los hombres, actor en aquel momento, asegura que fue víctima de un ataque sexual durante un casting para un video musical.

Entre las denuncias más detalladas está la de una mujer que dice haber asistido en 2004 a la célebre White Party organizada por Combs en los Hamptons. Según su demanda, fue obligada a entregar su bolso y su teléfono móvil al ingresar, una práctica que, según ella, buscaba eliminar cualquier evidencia posterior. Luego de consumir una bebida que la dejó desorientada, se despertó con dolores y se dio cuenta de que había sido agredida sexualmente. Alega que Combs la amenazó directamente, diciéndole que “él dirigía Nueva York y que arruinaría su vida” si hablaba de lo sucedido.

Los eventos descritos en las demandas van desde fiestas en los Hamptons hasta Miami (REUTERS/Andrew Kelly)

Otro caso impactante es el de un hombre que se describe como actor a finales de los años 90 y principios de los 2000. En su demanda, asegura que fue invitado a Nueva York en 2001 para un casting relacionado con un video musical de Combs. En una habitación de hotel, donde estaban presentes una directora de casting y un hombre que se identificó como guardaespaldas de Combs, el músico le pidió quitarse la camiseta y responder si se sentía cómodo filmando escenas desnudo. El actor afirma que rechazó una bebida alcohólica pero aceptó un refresco que “sabía extraño” y que le hizo perder el conocimiento. Al despertar, estaba herido y asegura haber sido agredido sexualmente por Combs y su guardaespaldas.

Una tercera denuncia proviene de un hombre que afirma haber sido agredido durante un evento en Miami en 2022, mientras que otra mujer relata haber sido atacada fuera de un club en Nueva York durante una fiesta de Halloween en 2001.

La defensa de Combs y las acusaciones contra los demandantes

El equipo legal de Sean Combs ha negado categóricamente todas las acusaciones, calificándolas como intentos de extorsión. En un comunicado proporcionado a CNN, los abogados del productor aseguraron: “El Sr. Combs tiene plena confianza en los hechos y en la integridad del proceso judicial. En los tribunales prevalecerá la verdad: que el Sr. Combs nunca agredió sexualmente ni traficó con nadie”.

Combs enfrenta un juicio federal en 2025 por cargos de organización criminal y más (Foto de Willy Sanjuan/Invision/AP, Archivo)

En paralelo, Tony Buzbee, el abogado que representa a las cinco personas detrás de estas demandas, ha sido objeto de una contrademanda por parte de una celebridad anónima. En esta última, se le acusa de extorsionar a figuras públicas mediante demandas infundadas. Buzbee, sin embargo, ha defendido su proceder y declaró públicamente que su equipo planea presentar nuevas demandas semanalmente contra Combs y sus asociados.

El caso contra Sean “Diddy” Combs ha ganado notoriedad desde noviembre de 2023, cuando Casandra Ventura, conocida artísticamente como Cassie, presentó una demanda de 35 páginas detallando años de abuso físico y sexual, coerción y tráfico de personas. Aunque ese caso se resolvió con un acuerdo extrajudicial pocas horas después de su presentación, abrió las puertas para que más de 100 personas se animaran a compartir relatos similares.

Abogados del productor rechazan todas las acusaciones, señalando extorsión (REUTERS/Jane Rosenberg)

Combs, actualmente encarcelado en el Centro de Detención Metropolitana de Brooklyn, enfrenta cargos federales de crimen organizado, tráfico sexual y transporte para ejercer la prostitución, en un juicio programado para la primavera de 2025. Hasta ahora, los fiscales han bloqueado tres intentos de la defensa para que Combs sea liberado bajo fianza, argumentando que ha intentado manipular a testigos desde prisión y que existe riesgo de fuga.

Las nuevas demandas no solo refuerzan las acusaciones previas, sino que también destacan patrones consistentes. En todos los casos, las víctimas afirman haber sido drogadas con bebidas adulteradas en eventos organizados o patrocinados por Combs. Además, la influencia del productor y su red de asociados aparecen como elementos centrales en las denuncias, sugiriendo una estructura destinada a silenciar a las víctimas.

A medida de que se acerca el juicio federal y nuevas demandas emergen, el caso de Sean “Diddy” Combs podría redefinir la conversación sobre el abuso de poder en la industria del entretenimiento, un terreno que en los últimos años ha sido sacudido por movimientos como #MeToo. Lo que está en juego va más allá de la figura de Combs: es una confrontación directa con los mecanismos que permitieron que, según las denuncias, los abusos ocurrieran durante décadas sin consecuencias reales.