El AT&T Stadium, hogar de los Dallas Cowboys y una de las joyas arquitectónicas del deporte en Estados Unidos, vivió un incidente que puso en tela de juicio su diseño y seguridad. A pocas horas del inicio del partido entre los Cowboys y los Houston Texans, correspondiente a la Semana 11 de la temporada 2024-2025 de la NFL, un pedazo del techo retráctil del estadio se desprendió y cayó al campo de juego.
Aunque no se reportaron heridos, la situación generó alarma entre los asistentes y obligó al equipo a cerrar nuevamente el techo, que había sido abierto por primera vez en dos años. El incidente quedó registrado en imágenes y comentarios en redes sociales, donde el estadio, que costó más de $1,300 millones de dólares, se convirtió en blanco de críticas y burlas.
“Podemos confirmar que un pedazo de metal se soltó y cayó al campo de juego con algunos escombros pequeños adicionales mientras éste se abría. No hubo heridos”, informó el equipo a través de un comunicado oficial.
El AT&T Stadium, inaugurado en 2009 en Arlington, Texas, es conocido no solo por su exorbitante costo de construcción, sino también por ser un espacio multifuncional que alberga eventos deportivos y culturales de gran envergadura. Con capacidad para más de 80,000 personas, ha sido testigo de finales de fútbol americano colegial, conciertos de artistas internacionales y hasta partidos de fútbol. Sin embargo, la caída de una lámina metálica y otros fragmentos durante el proceso de apertura del techo volvió a colocar en el foco mediático una obra que, a pesar de su ostentación, no está exenta de problemas estructurales.
Jerry Jones: entre explicaciones y polémicas
El propietario de los Cowboys, Jerry Jones, no tardó en abordar lo sucedido. Según su explicación, los fuertes vientos registrados durante el día en la región de Dallas-Fort Worth fueron los responsables de que una pieza metálica quedara suelta, provocando su caída al campo cuando el techo intentó abrirse.
“Ustedes vieron las ráfagas de viento que tuvimos todo el día”, dijo Jones tras el partido, citado por The Dallas Morning News. Esto hizo algo de daño, pero no había ningún riesgo para las personas al comenzar el juego.
Sin embargo, el magnate reconoció que toda la estructura será revisada para garantizar su seguridad, especialmente después de que la operación del techo retráctil, que no se realizaba desde 2022, derivara en semejante susto.
Problemas acumulados en un estadio emblemático y una temporada olvidable
El incidente del techo no es la primera controversia relacionada con el estadio. Apenas una semana antes, el receptor de los Cowboys, CeeDee Lamb, criticó públicamente la ausencia de cortinas o pantallas solares en las enormes ventanas del estadio, alegando que el destello del sol afectó su rendimiento durante una jugada clave.
Jerry Jones, siempre dispuesto a defender su inversión, desestimó las críticas, argumentando que hay problemas más urgentes que resolver dentro del equipo. Sin embargo, la suma de estos eventos ha colocado nuevamente al AT&T Stadium bajo el escrutinio público.
Más allá de los problemas técnicos del estadio, el equipo no atraviesa su mejor momento. Con un récord de 3-8 tras la derrota frente a los Texans, los Cowboys han decepcionado a una afición que esperaba verlos como contendientes al Super Bowl LIX. La baja por lesión de su quarterback estrella, Dak Prescott, quien se sometió a una cirugía de fin de temporada, ha agravado una campaña que ya estaba marcada por la inconsistencia.
La derrota en casa ante los Texans, además de sellar su sexta caída consecutiva en el AT&T Stadium, reafirma la crisis que atraviesa la franquicia con el valor de mercado más alto del mundo, superior a los $10,300 millones de dólares según Forbes.
Reacciones en redes sociales: del susto al sarcasmo
Como era de esperarse, las redes sociales no tardaron en reaccionar al incidente. Una fotografía donde se aprecia la lámina caída sobre el césped, acompañada de mensajes como “Incluso su estadio se derrumba”, se viralizó rápidamente. Algunos aficionados aprovecharon el momento para criticar tanto al equipo como a su propietario, mientras que otros señalaron la ironía de que una de las instalaciones más modernas y caras de la NFL presentara problemas de esta índole.
Tras lo ocurrido, los Cowboys confirmaron que se realizará una revisión exhaustiva del techo retráctil antes de decidir si volverá a ser abierto para futuros encuentros. Aunque el incidente no escaló a una tragedia, sí resalta la importancia de priorizar el mantenimiento preventivo en infraestructuras de esta magnitud, especialmente cuando están diseñadas para impresionar tanto como para funcionar.
Por ahora, el AT&T Stadium y los Dallas Cowboys enfrentan no solo los vientos de la naturaleza, sino también los de la opinión pública, cada vez más impaciente con un equipo que prometió gloria y ha entregado más motivos de queja que de celebración.