En el desierto del sudeste de Utah, bajo un sol abrasador y rodeados por una nube de molestos mosquitos, un equipo de paleontólogos desenterró en 2007 los restos de lo que hoy se conoce como Gnatalie, un dinosaurio único en su tipo. 17 años después, este gigantesco saurópodo encuentra su hogar en el Museo de Historia Natural de Los Ángeles (NHM), convertido en una pieza clave para la educación y la ciencia, y como símbolo de la colaboración comunitaria.
Gnatalie no es un dinosaurio común. Este ejemplar de diplodócido, una familia de dinosaurios de cuello largo, alcanza más de 23 metros de longitud, equivalente a dos colectivos y medio, y pesa alrededor de cinco toneladas, lo mismo que una casa rodante. Lo que lo hace aún más especial es el color verde de sus huesos, resultado de un proceso de mineralización con celadonita, un mineral que reemplazó gradualmente los tejidos originales durante millones de años.
Es la única muestra de un dinosaurio verde fosilizado en todo el mundo, un detalle que asombra tanto a paleontólogos como a visitantes, y que refuerza la idea de que la naturaleza puede sorprender incluso a los científicos más experimentados.
Descubrimiento y excavación: una historia de perseverancia
La historia de Gnatalie comenzó en 2007 cuando investigadores del Instituto de Dinosaurios del NHM, liderados por el Dr. Luis Chiappe, descubrieron un yacimiento en el sudeste de Utah. Sin embargo, el proceso no fue sencillo: las condiciones extremas del desierto, agravadas por enjambres de mosquitos, hicieron que el equipo apodara al fósil “Gnatalie” en alusión a estos insectos.
El proyecto involucró a decenas de paleontólogos, investigadores y voluntarios provenientes de Los Ángeles, consolidando la reputación de Gnatalie como el “dinosaurio de la comunidad”. Tras años de excavación, conservación y montaje, el fósil ahora luce en su máximo esplendor como una obra compuesta en un 80% por huesos reales de diversos especímenes de la misma especie.
Exhibición en el Museo de Historia Natural de Los Ángeles
Gnatalie se encuentra en el corazón del NHM Commons, el ala recién renovada del museo que se inaugurará el próximo domingo 17 de noviembre. Este espacio de 7.000 metros cuadrados fue diseñado para funcionar como un centro comunitario y de aprendizaje, y Gnatalie es su estrella indiscutible.
La exhibición, que puede ser disfrutada de manera gratuita por cualquier visitante, destaca por el tamaño, el color y la accesibilidad del fósil. Según los organizadores, esta iniciativa busca acercar la paleontología a una audiencia más amplia, promoviendo el interés por la ciencia y el conocimiento del pasado.
Importancia científica y educativa
El impacto educativo de Gnatalie es incalculable. Su estructura, cuidadosamente ensamblada para representar con precisión anatómica a un diplodócido, permite que los visitantes comprendan cómo vivían estos gigantes de la era jurásica, hace aproximadamente 150 millones de años.
Además, Gnatalie es una plataforma para enseñar sobre los procesos de fosilización y la importancia de la colaboración interdisciplinaria en la ciencia. Según el Dr. Chiappe, “los dinosaurios son una herramienta poderosa para enseñar sobre el proceso científico y reflexionar sobre las maravillas del mundo en el que vivimos”.
Contexto histórico y cultural
Gnatalie también es un símbolo cultural. En junio de 2024, los residentes de Los Ángeles participaron en una votación pública para seleccionar su nombre oficial, consolidando su conexión con la comunidad local.
El NHM destaca que esta es la exhibición de dinosaurio más grande en la costa oeste de Estados Unidos, lo que refuerza su papel como un destino científico y turístico de importancia internacional. Además, su inclusión en el NHM Commons refleja un esfuerzo por democratizar el acceso a la ciencia, brindando a todos la oportunidad de maravillarse con este impresionante fósil.