Desde hace décadas, la Casa Blanca fue el hogar no solo de presidentes de Estados Unidos, sino también de sus queridas mascotas. Estos animales, que acompañaron a las primeras familias durante sus mandatos, ofrecen una imagen cercana y familiar de los líderes más poderosos del mundo. Perros y gatos fueron fieles compañeros de los presidentes y, en algunos casos, auténticas estrellas mediáticas. Estas, son algunas de las mascotas más emblemáticas que han habitado la residencia oficial.
Commander y Willow de Joe Biden
El presidente Joe Biden recibió a Commander, un pastor alemán, como regalo de cumpleaños de su hermano y su cuñada, James y Sara Biden, en 2021. Sin embargo, en 2023, debió ser retirado de la Casa Blanca tras una serie de incidentes en los que mordió a varios miembros del personal.
Por otro lado, Willow, una gata atigrada en honor a la ciudad natal de la primera dama, Willow Grove en Pensilvania, llegó a la Casa Blanca en 2022 y pronto protagonizó un cuento infantil escrito por Jill Biden. El libro titulado Willow, the White House Cat, traducido al español como “Willow, el gato de la Casa Blanca”, cuenta la historia de cómo la mascota llegó a la residencia presidencial.
Bo y Sunny de Barack Obama
El expresidente Barack Obama y su familia convivieron con Bo, un perro de agua portugués que se convirtió en una figura querida en el país. Bo fue un regalo del senador Ted Kennedy y llegó a la Casa Blanca en 2009.
En 2013, otro perro de la misma raza, Sunny, se unió a la familia para brindarle compañía a Bo. Ambos perros fueron especialmente populares entre los estadounidenses, y Bo incluso protagonizó un libro infantil.
Barney y Miss Beazley de George W. Bush
George W. Bush y su esposa Laura tuvieron a Barney, un terrier escocés negro, quien fue uno de los canes más mediáticos de la Casa Blanca. Barney incluso apareció en una serie de videos navideños llamados “Barney Cam”, en los que ofrecía una vista peculiar de la residencia presidencial.
Barney falleció en 2013 tras una batalla contra el cáncer. Miss Beazley, otra terrier escocesa negra, también formó parte de la familia Bush.
Socks y Buddy de Bill Clinton
Durante la presidencia de Bill Clinton, el gato Socks fue una de las mascotas más destacadas de la Casa Blanca. Socks, de pelaje blanco y negro, llegó al hogar presidencial en 1993 y fue muy popular en sus visitas a hospitales y escuelas.
Además de ser recordado como el primer gato en la Casa Blanca en muchos años, fue la inspiración detrás de varios eventos y actividades. Chelsea Clinton, hija del expresidente, lo encontró y adoptó antes de mudarse a la Casa Blanca, donde el felino se convirtió en una figura querida y contribuyó a la conciencia sobre el cuidado de los animales domésticos.
En 1997, la familia Clinton adoptó a Buddy, un labrador chocolate que, sin embargo, tuvo una relación complicada con Socks. La celebración del Día Internacional del Gato el 20 de febrero honra a Socks, cuya popularidad rompió la tradición de perros en la residencia.
Millie y Ranger de George H.W. Bush
El presidente George H.W. Bush y la primera dama Barbara Bush fueron acompañados por su perro Millie, un springer spaniel inglés que incluso inspiró un libro, “Millie’s Book”, escrito por la primera dama. Millie fue una de las mascotas más queridas de la Casa Blanca. Además, los Bush tuvieron a Ranger, otro perro que era parte fundamental de la familia.
Rex de Ronald Reagan
Ronald Reagan y su esposa Nancy Reagan tuvieron como mascota a Rex, un perro de raza King Charles Cavalier Spaniel. Rex fue un regalo de Navidad anticipado para Nancy y era parte esencial de la vida en la Casa Blanca. La pareja también convivió con otros animales en su rancho en California.
Yuki de Lyndon B. Johnson
Lyndon B. Johnson también tuvo una historia especial con su perro Yuki, un animal rescatado que la hija del presidente encontró en una gasolinera en Texas en 1966. Yuki acompañó a Johnson durante su mandato, y juntos realizaron varias apariciones públicas, mostrando la conexión del presidente con los animales.