El regalo de USD 51 millones que un padre le hizo a su hija con discapacidad

En 2006, Gordon Hartman, un exdesarrollador inmobiliario de Texas, experimentó una situación que lo marcaría para siempre. Durante unas vacaciones familiares, su hija Morgan, que tenía 12 años y vivía con discapacidad, intentó acercarse a un grupo de niños en una piscina con el deseo de hacer amigos. Sin embargo, los niños se alejaron, posiblemente porque no sabían cómo interactuar con alguien con necesidades especiales. La situación dejó a Hartman con una sensación de tristeza e impotencia y le reveló una realidad: no existía un lugar donde personas con y sin discapacidad pudieran jugar juntas sin barreras. Inspirado por el amor hacia su hija, Hartman decidió crear un espacio que no solo incluyera a Morgan, sino también a muchas personas en situaciones similares.

Determinado a llevar adelante su visión de un lugar inclusivo, Hartman vendió su negocio inmobiliario en 2005 y fundó la Gordon Hartman Family Foundation, una organización sin fines de lucro dedicada a apoyar a personas con discapacidades. Con el capital inicial de su fundación, Hartman comenzó el proceso de diseño de Morgan’s Wonderland en 2007. Para asegurarse de que cada detalle del parque estuviera orientado a la accesibilidad, consultó con médicos, terapeutas, padres de personas con discapacidad y personas sin discapacidad. Así, se fue delineando un proyecto innovador: un parque de 10 hectáreas en San Antonio, Texas, que se construiría en una antigua cantera.

En 2010, tras tres años de planificación y construcción, Morgan’s Wonderland abrió sus puertas, convirtiéndose en el primer parque temático del mundo completamente accesible. La inversión inicial fue de USD 34 millones y, desde el inicio, el objetivo fue que cualquier persona pudiera disfrutar de todas las atracciones sin importar sus limitaciones físicas o cognitivas.

El parque Morgan’s Wonderland está diseñado para que la diversión sea accesible para todos. En sus instalaciones se encuentran 25 atracciones totalmente accesibles, entre ellas una calesita cuyas sillas están adaptadas para personas en sillas de ruedas, un mini tren, una noria o vuelta al mundo, un teatro en 4D y áreas de juegos donde las limitaciones físicas no existen. Con este parque, Hartman logró su objetivo de que los visitantes pudieran participar en todas las actividades sin tener que observar desde la distancia. Como Hartman explicó a medios locales: “Aquí nadie tiene que decir ‘ojalá pudiera’. Aquí participas”.

El éxito y la gran acogida de Morgan’s Wonderland llevaron a la apertura de Morgan’s Inspiration Island en 2017, un parque acuático también completamente accesible. Con una inversión adicional de USD 17 millones, esta expansión cuenta con sillas de ruedas resistentes al agua que funcionan con aire comprimido, lo que permite a personas con movilidad reducida experimentar las atracciones sin preocupaciones. El parque acuático también incluye un río navegable y zonas con agua templada para personas con problemas musculares, garantizando una experiencia cómoda y completa para todos.

Con el éxito de ambos parques, Hartman decidió expandir aún más el concepto. En 2021 inauguró el Morgan’s Wonderland Sports, un complejo deportivo adaptado donde las personas con y sin discapacidad pueden disfrutar de una amplia gama de deportes y actividades físicas. También abrió el Morgan’s Wonderland Camp, un campamento de 41 hectáreas que ofrece actividades recreativas durante todo el año, incluyendo una tirolesa, equitación, arquería y natación. Con capacidad para recibir a 525 personas, este campamento está diseñado para brindar una experiencia de “verano eterno” a personas de todas las edades y capacidades.

Desde su inauguración, este parque de diversiones cambió la forma en que muchos ven la inclusión y la accesibilidad. Cada año, el parque recibe a miles de visitantes de todo el mundo, muchos de ellos sin discapacidad, quienes descubren la importancia de un entorno inclusivo. En palabras de Hartman, la idea es demostrar que, a pesar de las diferencias, “todos somos iguales”. Esta interacción en un espacio inclusivo fomenta la empatía y rompe barreras sociales, un logro que Hartman considera uno de los mayores éxitos del parque. Hasta la fecha, el parque recibió a más de 2,3 millones de personas de 50 estados y 121 países distintos.

Además, Hartman ayudó a otros proyectos similares en diferentes partes del mundo, proporcionando su experiencia para que más espacios inclusivos puedan surgir. Aunque tuvo numerosas solicitudes para construir otros parques como Morgan’s Wonderland en distintas ciudades, Hartman prefiere colaborar con organizaciones locales y enfocar sus esfuerzos en San Antonio, donde continúa con proyectos educativos y recreativos.

Mantener un parque de estas características representa un desafío financiero importante. Hartman estima que Morgan’s Wonderland opera con un déficit anual de aproximadamente USD 1 millón, un monto que cubre con fondos recaudados a través de la Gordon Hartman Family Foundation y de donaciones privadas. Hasta el momento, Hartman y su esposa Maggie donaron personalmente más de USD 102 millones para mantener las operaciones y expandir las instalaciones. Ambos también firmaron el Just Giving Pledge, comprometiéndose a donar al menos el 95% de su fortuna a causas benéficas.

Un aspecto fundamental de la política de accesibilidad del parque es que las personas con necesidades especiales tienen entrada gratuita a todas las instalaciones, asegurando que el costo no sea una barrera para aquellos que más pueden beneficiarse de esta experiencia. Este compromiso de inclusión sin restricciones económicas es un reflejo del profundo compromiso de Hartman con la misión que inspiró a Morgan’s Wonderland.