A finales de 2020, una situación que empezó como un aparente juego inocente entre Sarah Boone y su novio Jorge Torres Jr. terminó en tragedia. Hoy, cuatro años después de aquel evento en Winter Park, Florida, Boone se enfrenta a cargos de asesinato en segundo grado por presuntamente haber encerrado a Torres en una valija, dejándolo sin ayuda hasta su muerte.
Ella subió al estrado esta semana, testificando que todo fue una broma que se tornó en un malentendido fatal. “Pensamos que era divertido. Estábamos bromeando y riéndonos de ello”, declaró Boone, quien aseguró que ambos estaban ebrios y que el propio Torres “se acomodó” dentro de la valija. El juicio de Sarah Boone comenzó el 14 de octubre de 2024 con la selección del jurado, y los alegatos de apertura se presentaron el 18 de octubre.
La acusada explicó que, durante el juego, subió al baño y esperó un rato antes de decidir que la noche había terminado. Al bajar las escaleras, vio a Torres ya dentro de la valija, y entre risas, recuerda cómo le subió la cremallera. “Nos pareció gracioso que él pudiera caber dentro”, señaló en su testimonio. Sin embargo, de acuerdo con su versión, el tono de la conversación cambió rápidamente cuando él comenzó a amenazarla, insinuando lo que podría hacerle una vez que saliera.
La fiscalía refutó enérgicamente esta versión, alegando que Boone tuvo intención deliberada de causar sufrimiento a Torres. Para los fiscales, el caso se centra en la “intención maliciosa” de Boone. En sus argumentos iniciales, el fiscal adjunto William Jay enfatizó: “Ella hizo esto con la intención maliciosa de castigarlo y luego se fue a dormir, dejándolo solo para que tomara su último aliento en esta Tierra”. Parte de la evidencia más incriminatoria presentada por la acusación incluye un video en el que la acusada se burla de Torres mientras él, atrapado, pide ayuda. En la grabación, ella lo increpa: “Por todo lo que me has hecho”, mientras él grita desde el interior de la maleta.
La defensa de Boone, por su parte, sostiene que ella era una víctima de violencia doméstica y que la situación en la valija fue un reflejo de años de abusos y temores acumulados. Boone, quien argumentó sufrir el síndrome del cónyuge maltratado, afirmó en el estrado que grabó el video como una forma de defenderse emocionalmente de Torres. “Solo quería que él entendiera cómo me sentía”, declaró Boone, quien mostró al jurado fotografías de lesiones previas que atribuye a agresiones de Torres. Ahora, el tribunal se enfrenta a una narrativa llena de contradicciones, en la que cada testimonio abre una nueva perspectiva sobre lo ocurrido en esa casa.
Testimonios enfrentados y una sentencia en juego: los últimos días del juicio de Sarah Boone
A medida que el juicio de Sarah Boone avanza, el tribunal ha escuchado a una serie de testigos, entre ellos agentes de la ley, un médico forense y el exmarido de Boone. La fiscalía ha expuesto un relato donde Boone es retratada como una agresora que buscaba venganza. Los fiscales presentaron videos captados por la mujer, entre ellos uno donde se escucha al hombre gritando por ayuda dentro de la valija. Para el fiscal adjunto Dave Cacciatore Jr., estos videos confirman la culpabilidad de Boone: “Esta es la caja donde Jorge Torres fue asesinado... Jorge Torres tomó sus últimas bocanadas de aire en esta caja. Cada vez que inhalaba, había menos oxígeno”, describió Cacciatore ante el jurado.
El caso también ha llamado la atención por la demostración visual presentada en la sala. Durante la audiencia, la defensa de Boone solicitó que ella misma mostrara cómo cerró la cremallera de la valija, lo que realizó frente al jurado usando guantes blancos. Este gesto buscaba remarcar la falta de intencionalidad y reforzar su argumento de que todo fue un accidente.
Sin embargo, Boone sostiene que su reacción fue una consecuencia de la violencia previa sufrida. El abogado defensor James Owens argumentó que Boone actuó como respuesta al “temor condicionado” por años de abuso, describiéndola como “psicológicamente atrapada”. En su alegato final, Owens afirmó: “No hay duda de que Sarah Boone es una víctima. Ha sufrido traumas que la siguen afectando”.
La deliberación del jurado está por comenzar, con la mujer enfrentando una posible condena de cadena perpetua. La duda que persiste en el tribunal es si se trató de un acto de defensa desesperada o una decisión intencional de castigar a su pareja.