La madrugada del 8 de octubre, Cincinnati despertó con un robo inusual. Los ladrones, en lugar de dinero o productos de alto valor, se llevaron algo inesperado: zapatos. Pero no pares de zapatos, sino más de 100 piezas individuales del pie derecho, además de algunos pares completos y prendas de ropa. Este peculiar robo ocurrió en la zapatería Sole Bros 513, ubicada en el corazón de la ciudad, a las 2:00 a. m. Según el propietario de la tienda, Hunter Emigh, los criminales dejaron tras de sí una confusión palpable, no solo por la pérdida material, sino por la extraña selección de artículos sustraídos. “Me di cuenta de que habían cambiado casi todos los zapatos de los que estaban en la pared”, afirmó en una entrevista posterior con el medio local WCPO.
La noticia no tardó en esparcirse por las redes sociales. Con la esperanza de que la comunidad virtual ayudara a identificar a los responsables, Emigh recurrió a su perfil de Facebook. Publicó imágenes del robo junto con un mensaje dirigido a sus seguidores: “Sé que el hijo de alguien ahora cojea después de saltar por la ventana. Sé que alguien conoce al tipo borracho que se llevó más de 100 zapatos derechos”.
Este incidente se suma a una cadena de eventos desafortunados para Sole Bros 513. Tan solo 18 meses antes, otro golpe sacudió al negocio: un automóvil se estrelló contra la entrada de la tienda anterior, provocando severos daños. “Este negocio y este emprendimiento han sido una verdadera prueba de todo para mí”, expresó Emigh. La sucesión de adversidades ha puesto en jaque la continuidad de su proyecto, y la magnitud de las pérdidas estimadas, cerca de USD 45.000, podría significar el cierre definitivo de la zapatería.
La policía de Cincinnati se unió rápidamente a la investigación, compartiendo clips del incidente y alentando a la comunidad a colaborar con cualquier información que pudiera ayudar a identificar a los responsables. El capitán Matthew Hammer del Departamento de Policía de Cincinnati reveló que el equipo había estado trabajando en un proyecto a largo plazo para reducir los robos en la zona. “Una parte del proyecto implica identificar a los sospechosos y la otra implica trabajar con las empresas para aumentar la seguridad y evitar que los robos vuelvan a ocurrir”.
Además, la policía emitió una serie de recomendaciones para los propietarios de negocios, como dejar luces encendidas por la noche, asegurar o retirar objetos de valor y mejorar el posicionamiento de las cámaras de seguridad. “No podemos prevenir todos los robos, pero podemos dificultar que los sospechosos cometan el delito”, explicó Hammer. En paralelo, el dueño de la tienda ofreció una recompensa a cualquiera que proporcione información valiosa para la captura de los ladrones.
Mientras tanto, los motivos detrás del robo seguían siendo desconcertantes. Los tres sospechosos, captados por las cámaras de seguridad, se llevaron más de 100 zapatos derechos, pero dejaron atrás los pares completos y las cajas. “No sé cuál fue su motivo para llevarse un zapato, no el par ni la caja, no se puede hacer nada con eso. No se puede vender solo un zapato”, declaró Luke Kern, gerente de la tienda. Este detalle agregó un matiz absurdo al crimen, dificultando entender qué podrían haber planeado hacer con los artículos robados.
Emigh, quien recibió una alerta de su sistema de seguridad apenas unos minutos después de que el robo comenzara, llegó a la tienda solo para encontrarla vacía. La escena era desmoralizante. Las pérdidas incluyeron ropa, zapatos y efectos personales, afectando gravemente el inventario del negocio.
A pesar del duro golpe, Hunter Emigh y su equipo de Sole Bros 513 han decidido no rendirse. Tras el robo, Emigh expresó su gratitud por el apoyo recibido de la comunidad. “Seguiremos abiertos, además de seguir intentando ofrecer los mejores servicios que podamos a la ciudad. Apreciamos todo el amor y el apoyo durante este momento difícil, y esperamos volver aún más fuertes”.
Sin embargo, el camino no ha sido fácil. Emigh admitió a los medios que el estrés y las dificultades acumuladas le llevaron al límite: “Después de que esto sucedió, les dije a mis empleados directamente: ‘Voy a cerrar’. Literalmente, ya no quería más”. A pesar de estos momentos de duda, el empresario sigue adelante con el apoyo de la comunidad y la esperanza de que, con el tiempo, puedan superar este revés.