Los adolescentes obesos en EEUU tienen menor riesgo de suicidio si toman medicamentos para bajar de peso, reveló estudio

Los investigadores destacaron que la pérdida de kilos y la mejora en autoestima podrían impactar procesos neuronales asociados con la depresión

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Los medicamentos para bajar de peso, utilizados también en el tratamiento de la diabetes tipo 2, muestran beneficios potenciales en bienestar juvenil. (REUTERS)
Los medicamentos para bajar de peso, utilizados también en el tratamiento de la diabetes tipo 2, muestran beneficios potenciales en bienestar juvenil. (REUTERS)

Los nuevos hallazgos sobre el uso de medicamentos para bajar de peso en adolescentes con obesidad sugieren una relación entre estos fármacos y un menor riesgo de pensamientos suicidas. Un estudio reciente, publicado en JAMA Pediatrics, analizó los registros médicos de aproximadamente 7.000 niños y adolescentes entre doce y dieciocho años.

Se encontró que los adolescentes que recibier|on medicamentos como Ozempic o Victoza mostraron un 33% menos de riesgo de pensamientos suicidas en comparación con aquellos que solo siguieron intervenciones conductuales, informó CNN.

La investigación, llevada a cabo por el Hadassah University Medical Center y la Hebrew University of Jerusalem en Israel, revisó datos de más de 120 organizaciones de salud, principalmente en Estados Unidos, entre diciembre de 2019 y junio de 2024. Los resultados mostraron que, en un periodo de doce meses, el 1.4% de los adolescentes en medicamentos GLP-1 tuvieron un intento o ideación suicida, en comparación con el 2.3% que no los usaron.

En un contexto en el que se ha cuestionado si los medicamentos para bajar de peso podrían tener efectos negativos sobre la salud mental, los reguladores en Estados Unidos y Europa han estado investigando posibles casos de autolesiones o pensamientos suicidas relacionados con su uso. Sin embargo, hasta ahora no se ha identificado un vínculo claro. La doctora Kitty O’Hare, directora médica sénior de pediatría en Duke Primary Care, resaltó a CNN que “adolescentes y jóvenes con obesidad tienen más probabilidades de experimentar depresión, ansiedad y desórdenes alimenticios”.

Por su parte, la doctora Sarah Armstrong, directora del Programa de Estilos de Vida Saludables para Niños en la Universidad de Duke, enfatizó al medio la importancia de no considerar estos medicamentos como tratamientos para la depresión, sugiriendo que “las familias deben buscar atención separada para la obesidad y la depresión”.

Estas medicinas, que también se utilizan para tratar la diabetes tipo 2, parecen tener efectos positivos sobre la calidad de vida y la salud mental de los jóvenes debido a la asociación del sobrepeso con menor autoestima y posibles experiencias de acoso escolar.

“La obesidad en la adolescencia se conoce por estar asociada a un mayor riesgo de depresión y comportamientos suicidas”, explicó la doctora Liya Kerem, endocrinóloga pediátrica del Hadassah University Medical Center, a Newsweek.

Reguladores en Estados Unidos y Europa investigan efectos de los medicamentos GLP-1 en la salud mental. (George Frey/Bloomberg)
Reguladores en Estados Unidos y Europa investigan efectos de los medicamentos GLP-1 en la salud mental. (George Frey/Bloomberg)

El estudio observacional destacó que los adolescentes con obesidad que tomaron estos fármacos reportaron más problemas digestivos, como náuseas y vómitos, comunes debido a que ralentizan el proceso digestivo. A pesar de los hallazgos prometedores, los investigadores destacaron que no se puede inferir causalidad y que se requiere más investigación.

Otro punto de interés es el posible impacto de los medicamentos GLP-1 en procesos neuronales relacionados con la depresión, sugiriendo que podrían influir en la inflamación neuronal. “Aunque estos resultados podrían ser un efecto indirecto de la pérdida de peso y la reducción del estigma social, algunos estudios preclínicos indican que podrían mejorar procesos neurales relacionados con la depresión”, afirmó Kerem a Newsweek.

Con estas evidencias, se plantea la necesidad de seguir investigando para confirmar estos resultados y comprender mejor los mecanismos detrás de esta asociación. Los médicos subrayan la importancia de evaluar la salud mental de los adolescentes durante el tratamiento con medicamentos para bajer de peso, proporcionando el apoyo adecuado para prevenir resultados nocivos.

La popularidad de fármacos para perder peso

El uso de medicamentos para bajar de peso ha aumentado significativamente en Estados Unidos en los últimos años, impulsado por la creciente prevalencia de la obesidad y los trastornos alimentarios. Según un informe de la Administración de Alimentos y Medicamentos, las ventas de medicamentos recetados para perder peso se han más que triplicado entre 2012 y 2020.

Un estudio publicado en Obesity reveló que el uso de estos fármacos aumentó de 800.000 adultos en 2012 a 2,6 millones en 2018, un incremento del 225%.

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