En un hecho sorprendente que atrajo la atención de coleccionistas y expertos en documentos históricos, una rara copia de la Constitución de Estados Unidos, impresa hace 237 años, fue subastada en Carolina del Norte por 9 millones de dólares. El evento, organizado por Brunk Auctions, generó un intenso interés debido a la excepcionalidad del documento. Esta copia fue una de las enviadas a los estados originales de la Unión para ser ratificada por el pueblo, poco después de la redacción de la Convención Constitucional en 1787.
Se trata de un documento de gran rareza, ya que solo se conocen ocho ejemplares más de este tipo, y la mayoría de ellos son de propiedad pública. Según Brunk Auctions: “El único ejemplar de este tipo que se cree que pertenece a un particular” fue el que salió a subasta el pasado 17 de octubre. Esto lo convierte en un documento de gran valor histórico, por su antigüedad y por su relevancia en la fundación del sistema de gobierno de los Estados Unidos.
Un viaje desde 1787 hasta el presente
Este ejemplar de la Constitución de Estados Unidos fue uno de los 100 impresos por Charles Thomson, secretario del Congreso Continental, en 1787. Según informa Associated Press, esta copia fue parte de los documentos que “se enviaron a los estados para ser ratificados por el pueblo”. La copia contiene una carta del propio George Washington, quien hacía un llamado a los estados para aprobar la Constitución, reconociendo la necesidad de algunos compromisos en favor de la salud de la nación a largo plazo.
El proceso de subasta de este raro ejemplar de la Constitución de Estados Unidos fue intenso, aunque breve, con una duración de poco más de siete minutos. La mayoría de las ofertas se realizaron por teléfono, y los intervalos de puja alcanzaron los USD 500.000. Hubo una pausa en $8.5 millones, y luego otra después de que alguien por teléfono ofreciera $9 millones, cerrando la venta.
Otros documentos históricos subastados
Además de la Constitución, la subasta incluyó otros artículos de gran valor histórico, como un primer borrador de los Artículos de la Confederación de 1776, que se vendió por USD 1 millón, y un Diario de la Convención de Carolina del Norte de 1788, adquirido por USD 85.000. Este último detalle es relevante, ya que la convención de 1788 fue clave en el debate sobre la ratificación de la Constitución en Carolina del Norte. Los representantes pasaron dos semanas debatiendo si ratificar la Constitución otorgaría demasiado poder al gobierno federal en lugar de a los estados.
El misterioso hallazgo del documento
Lo que hace aún más fascinante la historia de este documento es su descubrimiento: en Edenton, Carolina del Norte, se encontró una rara copia de la Constitución de Estados Unidos en una propiedad que había pertenecido a Samuel Johnston, exgobernador del estado entre 1787 y 1789. Johnston fue una figura clave en la historia estatal, ya que supervisó la convención que ratificó la Constitución en Carolina del Norte.
El documento, que había estado extraviado durante siglos, fue hallado dentro de un archivador metálico de dos cajones, cubierto de polvo y almacenado en una habitación abandonada de la propiedad. Esta habitación había permanecido descuidada durante muchos años, hasta que la casa comenzó a ser restaurada. El archivador contenía la valiosa copia de la Constitución, doblada como un libro, junto con una carta de George Washington que solicitaba la ratificación del documento, en la que reconocía la necesidad de compromisos entre los estados para garantizar la estabilidad del país a largo plazo.
El descubrimiento fue una sorpresa, ya que no se sabía de la existencia de esta copia en manos privadas. Solo se tiene conocimiento de ocho copias más, todas en propiedad pública, según Associated Press. Esta rareza convierte el documento en una pieza de incalculable importancia para los coleccionistas y estudiosos de la Constitución y de los primeros años de la nación estadounidense.