El asesino invisible que aterrorizó Los Ángeles con 14 crímenes

Durante más de una década, sus homicidios pasaron inadvertidos en medio del caos local, donde la violencia y el narcotráfico eran la norma

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Chester Turner, nacido en 1966 en Los Ángeles, vivió en un entorno de violencia y pobreza que marcó su camino hacia convertirse en un asesino en serie (Captura de video de YouTube)
Chester Turner, nacido en 1966 en Los Ángeles, vivió en un entorno de violencia y pobreza que marcó su camino hacia convertirse en un asesino en serie (Captura de video de YouTube)

Chester Dewayne Turner nació en 1966, en uno de los barrios más conflictivos del sur de Los Ángeles. La violencia, la pobreza y el tráfico de drogas marcaron su infancia y adolescencia. Turner vivió en las calles durante gran parte de su vida, con empleos temporales y sin una dirección clara. Trabajó como repartidor de pizzas y cometió pequeños delitos, pero detrás de esa fachada ordinaria, escondía una peligrosa psicopatía que lo llevaría a convertirse en uno de los asesinos en serie más temidos de la ciudad.

Entre 1987 y 1998, Chester Turner desató una ola de asesinatos en la zona conocida como el corredor de la calle Figueroa, un área dominada por el trabajo sexual y el consumo de drogas. Su primera víctima conocida, Diane Johnson, fue encontrada muerta en marzo de 1987.

Diane Johnson, primera víctima conocida de Turner, fue encontrada muerta en 1987, iniciando una serie de homicidios que desconcertaron a la policía local (Captura de video de YouTube)
Diane Johnson, primera víctima conocida de Turner, fue encontrada muerta en 1987, iniciando una serie de homicidios que desconcertaron a la policía local (Captura de video de YouTube)

A partir de ese momento, Turner comenzó a asesinar a mujeres vulnerables, en su mayoría trabajadoras sexuales o sin hogar. Las víctimas fueron seleccionadas por su invisibilidad social, lo que complicaba las investigaciones iniciales.

Entre 1987 y 1998, Turner aterrorizó a Los Ángeles al asesinar al menos a 14 mujeres, en su mayoría trabajadoras sexuales y personas sin hogar (Captura de YouTube)
Entre 1987 y 1998, Turner aterrorizó a Los Ángeles al asesinar al menos a 14 mujeres, en su mayoría trabajadoras sexuales y personas sin hogar (Captura de YouTube)

El método criminal de Chester Turner se repetía con un patrón macabro: acechaba a mujeres en situación de vulnerabilidad, las abordaba en lugares oscuros o aislados y las atacaba con violencia. La mayoría de sus víctimas fueron estranguladas con sus manos o con objetos improvisados, como bufandas o cordones. Además del asesinato, las sometía a agresiones sexuales, lo que amplificaba el horror de sus crímenes. Después del ataque, abandonaba los cuerpos en lugares marginales, como callejones, campos vacíos o debajo de puentes, lo que hacía difícil rastrear los homicidios.

Uno de los casos más estremecedores fue el de Regina Washington, quien estaba embarazada de seis meses cuando Turner la estranguló. Este patrón brutal y repetitivo definió su carrera criminal y mantuvo a las autoridades desconcertadas durante años.

Regina Washington, asesinada mientras estaba embarazada, se convirtió en una de las víctimas más impactantes de Turner, simbolizando la brutalidad de sus crímenes (Captura de YouTube)
Regina Washington, asesinada mientras estaba embarazada, se convirtió en una de las víctimas más impactantes de Turner, simbolizando la brutalidad de sus crímenes (Captura de YouTube)

La captura y las condenas

Durante años, Turner logró evadir la justicia. No fue detenido hasta 2002, cuando fue arrestado por la violación de una mujer en el área de Skid Row. Tras el arresto, las autoridades sometieron a Turner a pruebas de ADN que lo vincularon a varios homicidios sin resolver en Los Ángeles. El análisis forense permitió descubrir que Chester Turner había asesinado a diez mujeres entre 1987 y 1995, lo que llevó a su condena en 2007. Además, en 2014, fue sentenciado por el asesinato de otras cuatro mujeres. Ambos juicios resultaron en condenas a muerte, lo que lo convirtió en uno de los asesinos más prolíficos de la historia criminal de Los Ángeles.

El impacto de las condenas no trajo alivio inmediato a las familias. Para muchos, el dolor seguía presente. Dianna Bright, hermana de una de las víctimas, comentó: “Cada audiencia es como abrir una herida que nunca termina de cicatrizar”. La sentencia a muerte ofreció un sentido de justicia, pero el proceso resultó agotador.

Tras ser arrestado en 2002, pruebas de ADN lo vincularon a múltiples homicidios, revelando su cruel método de estrangulamiento y agresión sexual (Captura de YouTube)
Tras ser arrestado en 2002, pruebas de ADN lo vincularon a múltiples homicidios, revelando su cruel método de estrangulamiento y agresión sexual (Captura de YouTube)

Un nuevo cargo en Utah: el caso sin resolver

En 1998, tres adolescentes encontraron el cuerpo de Itisha Camp, de 22 años, en un callejón detrás de un negocio en Salt Lake City. La mujer, que trabajaba como prostituta en las calles de la ciudad, fue estrangulada con una bufanda. Durante más de dos décadas, el caso permaneció sin resolver. En 2023, gracias a una nueva revisión del sistema CODIS, las autoridades conectaron a Turner con el asesinato de Camp mediante ADN encontrado en la escena del crimen. Este descubrimiento trajo un nuevo cargo de asesinato agravado contra Turner.

Los patrones del crimen seguían siendo los mismos: Turner había huido de California a Utah en 1998, violando su libertad condicional. El rastro de violencia y muerte lo seguía incluso fuera de Los Ángeles, con víctimas encontradas bajo las mismas circunstancias.

Condenado a muerte en 2007 y nuevamente en 2014 por otros asesinatos, Turner es considerado uno de los asesinos más prolíficos de la ciudad (Captura de YouTube)
Condenado a muerte en 2007 y nuevamente en 2014 por otros asesinatos, Turner es considerado uno de los asesinos más prolíficos de la ciudad (Captura de YouTube)

Chester Turner permanece actualmente en el corredor de la muerte, aguardando el fin de sus apelaciones. Sin embargo, los crímenes que cometió, junto con el nuevo cargo por el asesinato de Itisha Camp, seguirán siendo un recordatorio sombrío del mal que puede acechar en las sombras más oscuras de la sociedad.

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