Cada año, Half Moon Bay, una tranquila ciudad costera en California, se transforma en el escenario de una competencia muy peculiar: el Campeonato Mundial de Calabazas Gigantes. Cultivadores de todo el mundo se congregan para mostrar sus mejores y más impresionantes cosechas. Desde hace más de 50 años, el evento no solo se ha convertido en una atracción para horticultores, sino también para espectadores curiosos que se asombran ante la magnitud de estos vegetales colosales.
Los participantes se esfuerzan durante meses, incluso años, para conseguir una calabaza digna de coronarse como el “Rey de la Calabaza”. En este escenario, el peso lo es todo, y solo el agricultor más habilidoso logra destacar.
Este año, Travis Gienger, un horticultor de Minnesota, volvió a alzarse con el título por cuarto año consecutivo. Gienger ha ganado reconocimiento no solo por la impresionante escala de sus calabazas, sino también por su dedicación a perfeccionar su técnica de cultivo. En la edición 51 del campeonato, celebrada en octubre de 2024, logró superar a sus competidores con una calabaza de proporciones descomunales, consolidando su reputación como uno de los mejores cultivadores en la historia del certamen.
La calabaza ganadora
La calabaza de 1.121 kilogramos que presentó Gienger se impuso por apenas 2,7 kilos sobre su rival más cercano. Aunque no alcanzó el récord que él mismo estableció el año pasado con una calabaza de 1.247 kilogramos, el vegetal fue suficiente para asegurarle otra victoria. Este resultado subraya la precisión que se necesita en la competencia, donde incluso una pequeña diferencia puede decidir el destino del campeonato.
El proceso de cultivo detrás de esta calabaza gigante no fue sencillo. Según Gienger, este año enfrentó desafíos climáticos inesperados, incluyendo un otoño con temperaturas bajas y precipitaciones inusuales. Pese a estas condiciones adversas, logró mantener el equilibrio adecuado de nutrientes en el suelo y el cuidado riguroso de sus plantas. Este esfuerzo constante fue clave para que su calabaza alcanzara su tamaño monumental.
El viaje y el futuro de la calabaza
El viaje de 35 horas desde Minnesota hasta Half Moon Bay fue un reto en sí mismo, pero Gienger y su familia hicieron todo lo posible para transportar la calabaza de forma segura a la competencia. Este tipo de desplazamientos es común entre los participantes del campeonato, que vienen desde distintas partes del país con la esperanza de ganar el codiciado título.
Después de la competencia, el futuro de la calabaza ganadora ya está definido: será enviada al sur de California, donde un grupo de artistas profesionales la tallarán en 3D como parte de una exhibición especial de Halloween. Este proceso de transformación es uno de los aspectos más emocionantes del evento, ya que convierte a la calabaza en una obra de arte efímera que atrae a cientos de espectadores y celebra la creatividad agrícola.
Un campeonato con tradición y extravagancia
El campeonato no es solo una exhibición de horticultura extrema, sino un evento profundamente arraigado en la cultura local. Atrae tanto a agricultores como a turistas, y su enfoque en la magnitud de la naturaleza resulta fascinante. Además de la competencia, el evento incluye exposiciones, actividades familiares y espectáculos, todo ello en torno a la celebración de la temporada otoñal y el cultivo de estos impresionantes vegetales.
Con más de medio siglo de historia, este campeonato ha logrado mantenerse como una tradición que mezcla la competencia agrícola con el arte y la diversión. Es un recordatorio de cómo, incluso en un mundo cada vez más tecnológico, los eventos rurales siguen capturando la imaginación y el asombro de quienes participan y asisten año tras año.