En Amity, Indiana, existe un tramo de carretera que guarda una particularidad única: la County Road 400 se divide en dos para rodear una tumba solitaria. Este fenómeno inusual ha generado curiosidad durante generaciones, ya que los conductores que circulan por la carretera se encuentran con una señal de tránsito que indica el desvío alrededor de una pequeña sepultura. La señal presenta una cruz cristiana con dos flechas divergentes, advirtiendo a los viajeros de este peculiar obstáculo en medio del camino.
La tumba que interrumpe el trayecto pertenece a Nancy Kerlin Barnett, quien falleció en 1831. Aunque su sepultura se encuentra en medio del asfalto, se ha convertido en un ícono local y, para algunos, incluso en uno de los lugares más embrujados del estado de Indiana. Sin embargo, su historia va más allá de relatos de fantasmas o leyendas; es un testimonio de la resistencia de una familia y el respeto por su memoria.
Nancy Kerlin Barnett nació en Indiana, Estados Unidos, se casó con William Barnett. Durante su vida, tuvo un total de 11 hijos y falleció a los 38 años. Su esposo decidió enterrarla en uno de sus lugares favoritos: una pequeña colina con vistas al arroyo Sugar Creek, un paraje tranquilo en Amity, un área que Nancy apreciaba mucho en vida. Este fue el comienzo de un pequeño cementerio íntimo que se fue formando alrededor de su tumba, ya que, con el paso del tiempo, otras personas también fueron sepultadas allí.
El lugar original de descanso de Nancy se convirtió en un punto de referencia para la familia Barnett y para la comunidad local, manteniéndose como una pequeña necrópolis en medio de la naturaleza de Indiana. A pesar de la sencillez de su sepultura, el lugar donde reposaba Nancy se llenó de significado y recuerdos, convirtiéndose en un testamento de su vida y de la de aquellos que también fueron enterrados en el área.
Décadas después de la muerte de Nancy Kerlin Barnett, la pequeña colina en Amity donde estaba enterrada se convirtió en el centro de una controversia cuando el condado decidió construir una carretera que atravesaría el cementerio íntimo que se había formado alrededor de su tumba. Las autoridades locales planearon reubicar todas las sepulturas para permitir la construcción de la carretera, pero la familia Barnett se opuso a que la tumba de Nancy fuera removida.
La resistencia más destacada vino de Daniel Barnett, nieto de Nancy, quien nació 15 años después de su muerte. Armado con una escopeta, Daniel acampó junto a la tumba de su abuela, decidido a protegerla y asegurarse de que no fuera movida. La protesta y determinación de Daniel tuvieron éxito, y las autoridades finalmente decidieron respetar la última morada de Nancy Kerlin Barnett. Así, se construyó la carretera County Road 400 dividiéndose en dos alrededor de la tumba, preservando el lugar exacto donde había sido enterrada.
Este acto de resistencia llevó a que la tumba de Nancy se mantuviera intacta, y en 1912 se colocó una losa de hormigón sobre su sepultura para protegerla del tráfico que circularía a su alrededor.
Décadas más tarde, en 1982, la importancia histórica de esta sepultura fue reconocida por los descendientes de Nancy. Su tataranieto, junto con su hijo, decidieron honrar su legado con la instalación de un marcador histórico que destaca la historia de la tumba y su singular ubicación en medio de la carretera. Esta placa conmemorativa no solo cuenta la historia de Nancy Kerlin Barnett y la resistencia de su familia para preservar su lugar de descanso, sino que también marca la tumba como un símbolo de la historia local de Amity y su peculiar relación con la infraestructura moderna.
Con el paso del tiempo, la tumba de Nancy Kerlin Barnett se ha convertido en un lugar que despierta el interés de locales y turistas, especialmente durante la temporada de Halloween. La peculiaridad de su ubicación, justo en medio de la carretera County Road 400, ha dado pie a que muchos consideren el lugar como uno de los puntos más “embrujados” de Indiana. Aunque la historia de Nancy no tiene una conexión directa con lo paranormal, su tumba solitaria, rodeada por el tráfico moderno, ha inspirado leyendas y rumores sobre presuntas apariciones fantasmales y misteriosos acontecimientos.
A pesar de la atracción que genera y su aparente aura misteriosa, la verdadera razón por la que la tumba de Nancy Kerlin Barnett permanece en su lugar no tiene nada que ver con fantasmas o eventos paranormales, sino con la tenacidad de una familia decidida a preservar su legado.
La tumba de Nancy Kerlin Barnett no es el único caso de una sepultura ubicada en un lugar inusual. En diferentes partes del mundo existen tumbas que, por diversas razones, terminaron en lugares poco comunes. Algunos ejemplos incluyen entierros en pistas de aeropuerto, cimas de pistas de esquí e incluso dentro de edificios públicos.