En un bosque del noreste de Estados Unidos, se llevó a cabo una de las búsquedas de tesoros más emocionantes de los últimos tiempos: el Proyecto Skydrop. Durante semanas, un grupo de personas participó en esta aventura que prometía revivir la emoción de los grandes misterios y exploraciones. Oculta entre la naturaleza, se esperaba ser encontrada una pequeña estatuilla dorada de 24 quilates, con un premio que ascendía a un valor total de 100.000 dólares. Todo comenzó el 19 de septiembre, cuando se anunció el inicio de la búsqueda y se abrieron las puertas de un juego que invitaba a los participantes a embarcarse en una misión que combinaba tecnología, ingenio y pasión por lo desconocido.
La idea surgió de la colaboración entre Jason Rohrer, un desarrollador de videojuegos conocido por su trabajo en títulos como " Passage " y el chatbot Project December, y el artista Tom Bailey. Ambos crearon una experiencia única al diseñar esta búsqueda del tesoro en el mundo real, con reglas claras y un área de juego que abarcaba hasta 804 kilómetros en el noreste de Estados Unidos. Los participantes, que debían pagar una tarifa de 20 dólares, recibían pistas diarias para encontrar la ubicación exacta de la estatuilla dorada, la cual además contenía instrucciones para acceder a un premio mayor en bitcoins.
La búsqueda del tesoro del Proyecto Skydrop llegó a su fin de manera anticipada el 1 de octubre, cuando un cazador anónimo se adentró en un bosque de Massachusetts y encontró la estatuilla dorada oculta. Esta figura, una espiral de oro puro de 24 quilates con marcas extrañas, tiene un valor superior a los 25.000 dólares. Pero su hallazgo no solo supone un botón físico, sino también una puerta a un premio adicional de 87.600 dólares en bitcoins, lo que eleva el valor total de la búsqueda a 100.000 dólares.
La aventura había comenzado oficialmente dos semanas antes, y estaba diseñada para durar alrededor de tres semanas, con un sistema de pistas diarias que iban delimitando cada vez más el área de búsqueda. El tesoro fue encontrado cuando el diámetro de búsqueda se había reducido a solo 43 kilómetros dentro de Massachusetts. Sin embargo, el descubridor de la estatuilla no ha seguido las reglas al pie de la letra, ya que no se grabó a sí mismo en video durante el hallazgo, un requisito esencial del Proyecto Skydrop para poder reclamar el premio en bitcoins.
Según imágenes de vigilancia de una cámara oculta que apuntaba a la estatuilla, el descubridor llevaba zapatillas Adidas, pero sigue sin ser identificado. Aunque la búsqueda concluyó días antes de lo previsto, los organizadores aún no han entregado el premio, ya que no han tenido contacto con la persona que encontró el tesoro.
La mecánica del Proyecto Skydrop se inspiró en la emoción de las aventuras ficticias y la sensación de misterio que transmiten las historias de búsqueda de tesoros. Al diseñar esta experiencia, los organizadores establecieron un sistema de pistas diarias que guiaban a los participantes hacia la ubicación exacta de la estatuilla dorada. Estas pistas se distribuyeron de forma progresiva, ya medida que avanzaba la búsqueda, el área en la que se encontraba el tesoro se reducía significativamente: de un diámetro inicial de 804 kilómetros en el noreste de Estados Unidos, terminó en solo 43 kilómetros dentro de Massachusetts. Este diseño escalado permitió mantener la emoción y el interés de los participantes a lo largo de la búsqueda.
Para agregar un elemento adicional de intriga y seguimiento, los organizadores instalan en una cámara oculta que enfocaba la estatuilla dorada, proporcionando imágenes periódicas del tesoro aún no descubierto. Esto permitió a los participantes tener una conexión visual con el objetivo, alimentando la imaginación y el deseo de encontrar la espiral dorada. Además, esta cámara fue clave para capturar el momento exacto en el que el buscador de tesoros no identificado encontró el objeto, culminando semanas de exploración y búsqueda intensa por parte de los participantes.
Los participantes que pagaron la tarifa de 20 dólares no solo tuvieron acceso a las pistas, sino también a una experiencia envolvente que evocaba la sensación de participar en una búsqueda épica, donde el ingenio, la perseverancia y la habilidad de descifrar las pistas eran esenciales para ganar el codiciado premio.
Los organizadores del Proyecto Skydrop, Jason Rohrer y Tom Bailey, tuvieron una motivación clara al diseñar esta búsqueda del tesoro: llevar a los participantes más allá de las pantallas y convertirlos en protagonistas de una aventura real. Inspirados en la sensación de misterio y asombro que generan las películas y las historias de búsquedas de tesoros, ambos creadores buscaban ofrecer una experiencia única que fuera mucho más allá del entretenimiento virtual.
Rohrer, un reconocido desarrollador de videojuegos, expresó en un comunicado la idea detrás del proyecto: “Muchos de nosotros pasamos mucho tiempo viendo a otras personas vivir aventuras en las películas. Queríamos convertir esas aventuras imaginarias en algo que la gente pudiera vivir de verdad”. Su objetivo era combinar la emoción de un juego con la acción y exploración del mundo real. Bailey, por su parte, comparó la experiencia con una escena de una película de Indiana Jones, en la que uno puede “ver el artefacto dorado justo delante de ti en el bosque, extender la mano y agarrarlo”, pero sin el peligro de un desenlace trágico.
La dupla creativa diseñó el Proyecto Skydrop con la intención de que los participantes sintieran que estaban en una película de aventuras, escuchando la banda sonora de John Williams y viviendo en carne propia la emoción de encontrar un tesoro. Esta búsqueda, en esencia, fue pensada para brindar una sensación de “misterio y asombro” que rara vez se experimenta en la vida cotidiana y animar a los participantes a salir y conectarse con la naturaleza, buscando algo tangible en un mundo donde cada vez más. experiencias son virtuales.
Rohrer y Bailey querían que la búsqueda inspirara a las personas a desconectarse de la tecnología y sumergirse en el entorno natural, explorando los bosques y experimentando la emoción de una gran aventura, como héroes de una historia real. Como Rohrer lo expresó a NBC10 Boston, “Cada vez que vamos de excursión o hacemos algo al aire libre, nunca nos arrepentimos, así que simplemente tratamos de llevar esa experiencia a personas que de otra manera no podrían tenerla”.
El hallazgo del tesoro del Proyecto Skydrop ha generado cierta controversia, ya que el descubridor de la estatuilla dorada no cumplió con todas las reglas establecidas para reclamar el premio completo. Uno de los requisitos fundamentales de la búsqueda era que el ganador se grabara a sí mismo en video mientras encontraba el tesoro; Sin embargo, la persona que lo recuperó no siguió este protocolo. Esto ha planteado dudas sobre si la recompensa de 87.600 dólares en bitcoins será entregada o no.
Según las declaraciones de Jason Rohrer, la regla de grabarse era crucial para garantizar la legitimidad del proceso y para que el ganador pudiera reclamar el premio. La ausencia de este registro ha llevado a que algunos competidores sugieran que el descubridor debería ser descalificado. Por ahora, Rohrer y Tom Bailey no han tenido noticias del individuo que encontró el tesoro y, por lo tanto, la estatuilla sigue sin ser oficialmente canjeada por el premio en bitcoins.
“Es un misterio extraño”, comenta Rohrer al Times Union, al referirse a cómo el tesoro fue encontrado ocho días antes de la fecha límite y sin que el descubridor se haya puesto en contacto. A pesar de esta situación, Rohrer enfatizó que no planean “tirar 87.000 dólares al vacío”, lo que deja abierta la posibilidad de que el premio se otorgue eventualmente si se cumple con el proceso completo.
La controversia sobre la legitimidad del hallazgo y si el premio debería entregarse o no refleja la naturaleza única del Proyecto Skydrop, que buscaba ser una experiencia de aventura pero también con un componente de juego que exige cumplir las reglas para ganar. En este momento, la situación está en un limbo, y los organizadores esperan que el descubridor se comunique para poder resolver la entrega del premio.
El Proyecto Skydrop nació con el objetivo de ofrecer una búsqueda del tesoro que despertara la curiosidad y el espíritu aventurero de las personas, alejándolas del mundo digital para que exploren la naturaleza. Jason Rohrer y Tom Bailey diseñan esta experiencia no solo como una competencia por el premio monetario, sino como una forma de inspirar a los participantes a salir al aire libre y vivir aventuras que normalmente solo se experimentan a través de la pantalla.
“Simplemente intentamos que la gente salga de detrás de las pantallas y salga al mundo”, explica Rohrer. La intención era evocar la “sensación de misterio y asombro” que siente el público al ver a los héroes ficticios encontrar objetos ocultos. Al ofrecer pistas diarias y delimitar gradualmente el área de búsqueda, el Proyecto Skydrop mantuvo a los participantes inmersos en la aventura, estimulando la emoción de descubrir lo desconocido.
Más allá del componente de competencia, la búsqueda del tesoro tuvo un propósito más profundo: animar a las personas a reconectar con su entorno y redescubrir la emoción de explorar el mundo real. La naturaleza de la búsqueda, que requería caminar por bosques y buscar una estatuilla escondida, ofreció a los participantes una experiencia tangible y sensorial, contrastando con las experiencias puramente digitales y virtuales que dominan la vida moderna.
Rohrer planea visitar el lugar exacto donde se escondió la estatuilla, aún no revelada públicamente, para recuperar el equipo de grabación y dejar una marca que perdure. Para él y Bailey, el éxito del Proyecto Skydrop no solo se mide por el premio encontrado, sino por la aventura que ofreció a los participantes y por cómo logró cumplir su misión de inspirar exploración y descubrimiento en el mundo real.