Nueva York implementará una nueva estrategia para controlar la invasión de ratas

La medida forma parte de un programa piloto de 12 meses que busca controlar la reproducción de estos roedores

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A lo largo de los
A lo largo de los años, las ratas han sido un problema interminable para la ciudad de Nueva York (Imagen Ilustrativa Infobae).

Nueva York ha lidiado durante años con un problema que parece interminable: la presencia masiva de ratas. Estos roedores se han convertido en un símbolo no deseado de la ciudad y, a lo largo del tiempo, sus calles, parques y edificios han sido escenario de constantes esfuerzos por reducir su población.

La magnitud del problema es tal que no solo ha generado preocupación entre los residentes, sino que ha llegado a ser un atractivo turístico para algunos, quienes participan en recorridos que muestran a estos animales deambulando por la ciudad. La población de ratas, según estimaciones, podría ser de tres millones, lo que representa aproximadamente una por cada ocho habitantes de la ciudad.

Este fenómeno no es nuevo: desde hace décadas, la ciudad ha intentado erradicar a estos roedores mediante distintos métodos, con resultados que han variado desde la ineficacia hasta efectos adversos no previstos. En este contexto, la infestación de ratas no solo plantea un desafío para la salud y el bienestar de los habitantes, sino que también ha dado lugar a una serie de decisiones políticas y programas innovadores para abordar el problema.

Ahora, Nueva York ha decidido implementar una nueva estrategia: el uso de anticonceptivos para reducir su población. La medida forma parte de un programa piloto de 12 meses que busca controlar la reproducción de estos roedores mediante el suministro de un producto llamado ContraPest. Este anticonceptivo, diseñado específicamente para ratas, tiene como objetivo disminuir la capacidad reproductiva de los roedores, afectando tanto a machos como a hembras.

La idea es que las ratas consuman ContraPest, el cual se presenta en forma de pellets grasos que resultan atractivos para estos animales. Las estaciones donde se distribuirán los pellets estarán ubicadas estratégicamente en zonas con alta concentración de ratas, lo que permitirá que los roedores encuentren el alimento con facilidad. A medida que las ratas ingieren el anticonceptivo, sus capacidades reproductivas se ven afectadas, disminuyendo así la tasa de natalidad de la especie con el tiempo.

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La idea es que las ratas consuman ContraPest, el cual se presenta en forma de pellets grasos que resultan atractivos para estos animales (Imagen Ilustrativa Infobae)

Este programa se desarrolla bajo la denominada “Ley Flaco”, y representa un cambio importante en la forma en que Nueva York aborda la gestión de plagas. La intención detrás de esta iniciativa es reducir la dependencia de métodos tradicionales y a menudo peligrosos, como el uso de rodenticidas. El programa piloto se enfocará en áreas donde la infestación de ratas es más problemática, y servirá como una prueba para evaluar la efectividad de esta nueva táctica de control de natalidad.

A diferencia de los rodenticidas tradicionales, que tienen como objetivo matar a los roedores, este anticonceptivo busca modificar su comportamiento reproductivo. De esta manera, se pretende no solo reducir la población de ratas en áreas específicas, sino también minimizar los impactos ambientales y los riesgos para la salud humana y animal que pueden derivarse del uso de venenos. La implementación de este método forma parte del esfuerzo más amplio de la ciudad de Nueva York por encontrar alternativas más seguras y humanas para el control de plagas.

Una lucha de décadas

La lucha de Nueva York contra la infestación de ratas se remonta a varias décadas, marcada por intentos fallidos y estrategias innovadoras. La primera gran iniciativa comenzó en 1967, cuando el entonces gobernador Nelson Rockefeller implementó el primer plan de mitigación de ratas. Este método inicial consistía en rociar carnes y cereales con estrógeno derivado de pastillas anticonceptivas humanas, con la esperanza de que esto redujera la capacidad reproductiva de las ratas. Sin embargo, la táctica no dio los resultados esperados y la población de ratas siguió creciendo.

Durante los años siguientes, se desarrollaron diferentes estrategias en un esfuerzo por contener la plaga. Entre las tácticas más comunes estaban el uso de venenos, la colocación de trampas, el uso de hielo seco para ahogar a las ratas en sus madrigueras y otros métodos experimentales. A pesar de estos intentos, las ratas demostraron ser resistentes, lo que dejó a la ciudad constantemente buscando nuevas formas de controlar su población.

La lucha de Nueva York
La lucha de Nueva York contra la infestación de ratas se remonta a varias décadas, marcada por intentos fallidos y estrategias innovadoras (Imagen Ilustrativa Infobae)

En los últimos años, la Ciudad de Nueva York ha tenido que lidiar con consecuencias inesperadas de estas estrategias. Un caso que llamó mucho la atención fue la muerte del búho llamado Flaco, que fue liberado del zoológico de Central Park y falleció en febrero de este año después de ingerir rodenticidas que estaban destinados a las ratas. La necropsia reveló que el ave había consumido pesticida, lo que puso en evidencia los riesgos de los métodos tradicionales para el control de roedores y planteó la necesidad de buscar alternativas más seguras.

Esta historia de medidas fallidas y daños colaterales ha llevado a la ciudad a explorar nuevas tácticas, como el actual programa piloto con ContraPest, en un esfuerzo por encontrar un equilibrio entre la reducción efectiva de la población de ratas y la preservación del medio ambiente y otros animales.

Como parte de los esfuerzos de Nueva York por enfrentar la problemática de las ratas, se designó a Kathleen Corradi como responsable del control de plagas en la ciudad. Corradi, quien asumió el título de “zar de las ratas”, lidera las iniciativas para gestionar y reducir la población de estos roedores, ahora con un enfoque en métodos innovadores como los anticonceptivos. Esta nueva estrategia se encuentra enmarcada bajo la denominada “Ley Flaco”, en honor al búho de Central Park que murió después de consumir veneno para ratas, lo que reveló los riesgos de los métodos de control tradicionales.

La “Ley Flaco” marca un cambio significativo en el enfoque hacia el control de plagas, promoviendo alternativas más humanas y seguras. En lugar de confiar en venenos, el programa busca reducir la reproducción de las ratas de manera más controlada y con menos impacto ambiental. La implementación del programa con ContraPest, que será supervisado por Corradi, se llevará a cabo en zonas de alta infestación, con el objetivo de evaluar la eficacia de este anticonceptivo en la reducción de la población de ratas.

En abril de este año,
En abril de este año, presentó un proyecto para que se instalen estaciones estratégicas que contengan pellets con ContraPest (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las ratas tienen una capacidad reproductiva que hace de su control un gran desafío para la Ciudad de Nueva York. Estos roedores pueden reproducirse a una velocidad sorprendente: se estima que una sola pareja de ratas puede llegar a tener hasta 15.000 descendientes en el transcurso de un año. Esto se debe a varios factores biológicos, como la capacidad de las hembras para entrar en celo apenas 24 horas después de dar a luz y la madurez sexual temprana de las crías, que pueden comenzar a reproducirse apenas unas semanas después de su nacimiento.

Este ciclo de reproducción acelerado significa que, incluso si se logra eliminar una parte de la población, las ratas pueden volver a reproducirse rápidamente y recuperar los números perdidos. Debido a esta elevada tasa de natalidad, es extremadamente difícil mantener una población estable de ratas con los métodos tradicionales de control, como los venenos o trampas.

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