En un vuelo de Frontier Airlines dentro de California, Estados Unidos, entre Santa Ana y San Francisco, un pasajero protagonizó un violento incidente que obligó a desviar el avión al aeropuerto internacional de Ontario en California para un aterrizaje de emergencia.
Según informaron las autoridades en el comunicado de la Fiscalía del Distrito Central de California, el hombre intentó estrangular a una azafata y atacó a varios miembros de la tripulación, lo que generó pánico a bordo y la intervención de otros pasajeros para contenerlo. Durante el altercado, el viajero gritó amenazas como “este avión se va a caer” y “todos vamos al infierno”.
La situación, que sucedió el 9 de septiembre, comenzó poco después del despegue, cuando los auxiliares de vuelo notaron que las máscaras de oxígeno de una fila habían sido sacadas. Al investigar, descubrieron que el hombre, identificado como Charles Angel Salva, de 30 años, tenía la mano atrapada en el compartimiento donde van guardadas. Un testigo contó que el hombre se sintió mal, con señales de claustrofobia, e intentó ponerse una.
Nervioso, obsceno y violento
Tras liberar su mano, Salva comenzó a mostrar signos de angustia y una aparente necesidad de bajarse del avión. A partir de ese momento, su comportamiento se volvió cada vez más errático y violento. Gritó repetidamente obscenidades y lanzó alarmantes amenazas, lo que generó más preocupación en el resto de los pasajeros que vivieron la insólita situación. Además, según testigos, también dijo que los iba a matar a todos.
El problema se intensificó cuando el hombre intentó huir hacia la parte trasera del avión, donde agredió físicamente a varios pasajeros y miembros de la tripulación que intentaron sujetarlo. En un momento dado, Salva tomó a una azafata por el cuello e intentó estrangularla. La mujer quedó con marcas visibles.
Ante el peligro inminente, los pasajeros intervinieron para ayudar a los auxiliares de vuelo a inmovilizar al agresor. A pesar de ser sometido con esposas flexibles, Salva logró soltarse y continuó luchando violentamente. Según el comunicado de las autoridades, durante el altercado pateó a una de las azafatas en la pierna varias veces, lo cual le causó hematomas e hinchazón que requirieron atención médica.
La tripulación, temiendo por la seguridad de todos a bordo y viendo imposible devolver al hombre a su asiento, tomó la decisión de desviar el avión al aeropuerto internacional de Ontario, donde Salva fue finalmente arrestado por las autoridades.
Cargos federales y consecuencias legales
Tras el aterrizaje forzoso, el hombre enfrenta cargos federales por interferencia con la tripulación de vuelo, un delito grave que podría conllevar una pena máxima de 20 años en prisión federal si es declarado culpable.
La Fiscalía del Distrito Central de California presentó los cargos, y el hombre ya se presentó ante el tribunal. Según los registros judiciales, permanece detenido en el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos, y su audiencia preliminar está programada para el 26 de septiembre, informó la cadena CNN.
El incidente está siendo investigado por el FBI y el Departamento de Policía de Ontario, quienes colaboran en el caso para esclarecer los detalles del comportamiento agresivo de Salva y garantizar que se tomen las medidas legales pertinentes, según el comunicado oficial.
Este tipo de situaciones, aunque raras, fue motivo de creciente preocupación para las autoridades de aviación, que desde 2021 han implementado una política de “tolerancia cero” para los pasajeros que alteren el orden durante los vuelos, como lo confirmó la Administración Federal de Aviación (FAA).