Una conexión en línea que se transformó en una pesadilla. Melody Sasser, una especialista en cumplimiento ambiental, conoció a David Wallace en la plataforma de citas Match.com. Lo que comenzó como una amistad casual durante una excursión por el sendero de los Apalaches, rápidamente tomó un giro siniestro. Para la mujer, esa relación significó mucho más de lo que Wallace podía imaginar. Cuando él se mudó a Alabama para casarse con Jennifer, el corazón de Sasser se llenó de una furia irracional, que la llevó a urdir un plan escalofriante: contratar a un sicario para asesinar a la esposa de su antiguo compañero de caminatas.
La oscura contratación en la deep web. A principios de 2023, Sasser recurrió a uno de los rincones más peligrosos de la dark web, el sitio Online Killers Market, donde buscó ejecutar su venganza. A través del seudónimo “cattree”, pagó cerca de 10.000 dólares en Bitcoin —una criptomoneda que creía imposible de rastrear— para contratar a un asesino que eliminara a Jennifer. No quería errores. “Tiene que parecer aleatorio o accidental, o plantar drogas, no quiero una investigación larga”, escribió Sasser al administrador del sitio en uno de los mensajes obtenidos por las autoridades, según Daily Mail. La obsesión de Melody por no dejar cabos sueltos era tan meticulosa que proporcionó información detallada sobre la vida de los Wallace, incluyendo el modelo de autos que conducían y los horarios de trabajo de la pareja.
El rastreo minucioso de sus víctimas
Pero Sasser no solo se limitó a contratar a un sicario. Utilizó la tecnología a su favor para seguir cada uno de los movimientos de la pareja. Mediante la aplicación de fitness Strava, que permite a los usuarios compartir sus rutas y actividades físicas, rastreó las caminatas de David y Jennifer. La información recolectada sobre los paseos de la pareja fue enviada a los administradores del mercado de sicarios para facilitar el trabajo.
En un mensaje, Sasser comunicó con precisión: “JW va a caminar dos millas hoy”, asegurándose de que sus pasos estuvieran siempre vigilados desde la distancia. Pero, a medida que los meses pasaban y el asesinato no se concretaba, Sasser empezó a perder la paciencia. “He esperado dos meses y 11 días, y el trabajo no está hecho ¿Es necesario asignarlo a otra persona? ¿Se hará? ¿Cuál es el retraso? ¿Cuándo se hará?”, insistió en otro mensaje, exigiendo respuestas sobre el retraso, según Fox 19.
Un plan desmoronado
El elaborado complot de Melody Sasser para acabar con la vida de Jennifer Wallace comenzó a desmoronarse en abril de 2023, cuando una agencia policial extranjera alertó a las autoridades estadounidenses sobre la amenaza que pesaba sobre la vida de Jennifer. A través de una colaboración con el Departamento de Seguridad Nacional, los investigadores lograron seguir el rastro del dinero y las transacciones en Bitcoin que la mujer había realizado. Aunque ella creía que los pagos en criptomonedas eran imposibles de rastrear, las autoridades identificaron los cajeros automáticos de Coinhub en Knoxville donde Sasser había cambiado efectivo por Bitcoin al menos en cuatro ocasiones. Esa pista fue crucial para identificarla como la persona detrás del usuario “cattree”.
En una operación rápida, los investigadores registraron la casa de la mujer, donde hallaron evidencia contundente: un diario que detallaba otros sitios de sicarios que había consultado, conversaciones escritas a mano con el Online Killers Market, y una pila de billetes debajo de una nota adhesiva que incluía una dirección de Bitcoin. Con esta información, la conexión entre Sasser y el intento de asesinato fue innegable, sellando su destino judicial.
Melody Sasser fue arrestada y llevada ante un tribunal federal donde fue acusada de utilizar instalaciones de comercio interestatal para la comisión de un asesinato por encargo. Aunque su plan fallido no llegó a ejecutarse, el peso de la evidencia fue abrumador, y finalmente, en septiembre de 2024, se declaró culpable.
El juez Thomas Varlan, quien presidió el caso, la condenó a 100 meses de prisión, seguidos de tres años de libertad supervisada. Además, Sasser fue sentenciada a pagar más de 5.000 dólares en restitución a la víctima. Durante la audiencia, su abogado intentó atenuar la condena argumentando que su cliente había sufrido un colapso emocional y mental tras la muerte de sus padres y que había caído en una espiral de alcoholismo y trastornos mentales. Sin embargo, el tribunal consideró que su comportamiento premeditado y calculador durante meses reflejaba un plan cuidadosamente diseñado para causar un daño irreparable.
El canal de televisión estadounidense, WBIR, informó que Sasser no tenía antecedentes penales previos y que había trabajado de manera voluntaria en varias causas de servicio público. Sin embargo, la fiscal Anne-Marie Svolto argumentó que el crimen de Sasser no fue un acto aislado, sino que implicó un esfuerzo prolongado para acosar y dañar a Jennifer. La fiscal añadió que Jennifer sufrió un trauma considerable: “Vivió lejos de su casa por un tiempo, consiguió un arma y revisaron repetidamente cada habitación de su casa para asegurarse de que ningún atacante estuviera al acecho”.
WVLT, el canal de televisión de Tennessee, señaló que además de contratar al sicario, Sasser acosó a Jennifer y vandalizó su vehículo, dejando mensajes de voz amenazantes utilizando una aplicación para disfrazar su voz.
Thomas A. Varlan, Juez de Distrito de los Estados Unidos, comentó que contratar un sicario fue una acción deliberada tomada por Melody Sasser después de un meticuloso acoso. “Fue único que se declarara culpable”, expresó el juez al condenarla a prisión. Durante el juicio, Jennifer Wallace estuvo presente, aunque no hizo declaraciones.