El popular edificio sin ventanas de 33 Thomas Street en Nueva York es un tema de intensa especulación y curiosidad que traspasó varias generaciones. La intrigante construcción de 29 pisos ganó la atención tanto de locales como de visitantes, generando una ola de teorías y discusiones en redes sociales y medios de comunicación.
Cómo inició el misterio del edificio sin ventanas
La fascinación por la torre realmente despegó en 2017, cuando el actor Tom Hanks publicó en Twitter una foto del lugar, calificándolo como “el edificio más aterrador que he visto”. Este comentario provocó una oleada de curiosidad y teorías sobre el propósito detrás de sus paredes sin ventanas.
Parte del misterio fue aclarado por el tiktoker Eric Guidry (@e.guidry), quien explicó en un video viral que el 33 Thomas Street es un componente esencial de la red de líneas largas de AT&T. La misma, crucial antes de la telefonía digital, conectaba las líneas telefónicas físicas a través de centros de conmutación. El diseño sin ventanas era intencional para mantener la seguridad y el control ambiental del equipo sensible en su interior.
Un instalador de tuberías de vapor que trabajó en el edificio, y su hijo, quienes permanecieron en el anonimato por motivos de seguridad, revelaron algunas de las estrictas restricciones dentro del edificio. Al realizar su trabajo, informaron haber encontrado documentos confidenciales en un archivo en el sótano, los cuales detallaban planes de contingencia en caso de un ataque de radiación.
El edificio, diseñado por John Carl Warnecke & Associates y construido originalmente como un centro de conmutación para la compañía de teléfonos New York Telephone Company, subsidiaria de AT&T, fue concebido para resistir explosiones nucleares. El edificio puede operar independientemente durante dos semanas, con reservas de gas, agua y electricidad para mantener su infraestructura crucial en funcionamiento en casos de emergencia.
La construcción no es solo una reliquia del pasado; continúa siendo un nodo vital en la infraestructura de red y datos actual. Hoy, los datos que pasan por 33 Thomas Street incluyen el tráfico de Internet, haciendo de este un nodo esencial en la red de comunicaciones moderna.
Las teorías sobre el 33 Thomas Street
El rascacielos ha estado rodeado de teorías de conspiración, algunas más plausibles que otras. The Intercept publicó en 2016 una investigación basada en documentos filtrados por el denunciante de NSA Edward Snowden, que sugieren que el edificio, con el nombre en código Titanpointe, sería usado para actividades de vigilancia. Estos documentos apuntan a que el edificio alberga equipos para monitorear comunicaciones entre Estados Unidos y otros países. También fue blanco de teorías descabelladas, como ser un refugio para vampiros o alienígenas.
El hermetismo contribuye a las especulaciones. Traveller365 menciona que mucho del equipamiento original de telefonía ha sido reemplazado por infraestructura moderna de red, manteniendo su relevancia en la era digital. Eric Guidry añade que “estos centros de conmutación, construidos principalmente en la década de 1970, no necesitaban luz natural, de ahí la ausencia de ventanas”.
Por su parte, según lo relatado por The Mirror US, algunos ex empleados de AT&T y otras fuentes han contribuido a la percepción pública de que el edificio tiene funciones relacionadas con la seguridad nacional y el espionaje, aumentando el misterio y las teorías sobre su verdadero propósito.
El edificio, con sus 29 pisos y tres niveles subterráneos, está diseñado para ser una verdadera fortaleza de comunicaciones, capaz de sostener operaciones durante emergencias severas. Este diseño incluyó medidas para albergar a 1.500 personas durante períodos críticos.
El seguimiento en las redes sociales y la atención mediática garantizan que el 33 Thomas Street mantendrá su estatus como un tema de interés y debate. Ya sea por su función pasada en la red de telefonía o su aparente rol en la vigilancia moderna, su presencia intimidante en el horizonte de Nueva York continuará siendo motivo de fascinación.