En las últimas semanas, tres jóvenes jugadores de fútbol americano han perdido la vida tras participar en partidos, dos de ellos debido a lesiones en la cabeza y el tercer caso aún se encuentra bajo investigación. Tras la muerte de su hijo de 13 años, Ryan Craddock ha abogado por el uso de las “Guardian Caps”, una cubierta acolchada adicional para los cascos. Craddock afirmó: “Creo que si mi hijo hubiera llevado algo así, esto habría tenido un desenlace totalmente diferente”.
La seguridad de los jugadores en este deporte ha cobrado una importancia crucial, especialmente con la creciente preocupación por los impactos en la cabeza y sus efectos a largo plazo. Estudios científicos han señalado el riesgo de desarrollar Encefalopatía Traumática Crónica (CTE), un daño cerebral progresivo asociado a golpes repetidos en la cabeza.
Aunque intuitivamente parecería beneficioso agregar más acolchado, no hay estudios concluyentes que demuestren su eficacia en la reducción de golpes y prevención de lesiones en la cabeza. Si bien las investigaciones sugieren una reducción de fuerzas, la aplicación en jugadores universitarios aún no mostró beneficios claros.
La National Football League (NFL) respaldó el uso de “Guardian Caps”, permitiendo a los jugadores utilizarlos durante los juegos de temporada regular y autorizándolos en prácticas de pretemporada y postemporada con contacto. Erin Hanson, cofundadora de Guardian Sports, aseguró en declaraciones a CNN que su producto fue probado ampliamente: “Tenemos más de 12 años de datos y comentarios en el campo con más de 500.000 jugadores usando Guardian Caps... La NFL y la CFL (Canadian Football League) no lo mandarían si los datos no fueran claros”.
Sin embargo, Dr. David Camarillo, profesor de bioingeniería en Stanford y exjugador universitario de fútbol, discrepó: “Creo que la razón es que el fútbol está en serios problemas. La gente está preocupada por el CTE. Estamos viendo morir a niños. La gente quiere hacer algo, siempre que no crean que va a hacer daño”.
Algunos científicos mantienen escepticismo hacia los “Guardian Caps”, requiriendo datos públicos y financiaciones independientes para confirmar las conclusiones de la NFL. Jeff Miller, vicepresidente de la NFL, indicó al medio antes citado: “Vimos una disminución del 50 % en conmociones en las posiciones donde se mandaban los caps”. No obstante, estos datos aún no fueron publicados, aunque la liga planea hacerlo pronto, según Dr. Allen Sills, Director Médico de la NFL.
Estudios independientes recientes generaron resultados mixtos sobre la efectividad de los “Guardian Caps”. En el Laboratorio de Cascos de Virginia Tech, las pruebas mostraron una reducción en la fuerza del impacto del modelo estándar en hasta un 5 % y en el modelo más robusto de la NFL en hasta un 14 %. Estos resultados se duplicaron cuando ambos jugadores llevaban “Guardian Caps”. Sin embargo, estos hallazgos aún no aparecieron en revistas revisadas por pares.
Por otro lado, los trabajos de las Universidades de Carolina del Norte y Nevada no encontraron diferencias significativas en los golpes medidos en el campo. Estos estudios utilizaron sensores especiales para cuantificar los impactos en la cabeza, concluyendo que no había diferencia entre los jugadores que usaban los “Guardian Caps” y los que no.
Para Dr. Nicholas Murray, de la Universidad de Nevada en Reno, los estudios reales son cruciales: “En el campo es donde las personas reales están participando y su comportamiento es real”. Aunque las pruebas de laboratorio son vitales, las condiciones controladas no siempre reflejan la realidad.
A medida que continúa el debate, se aconseja a los padres seleccionar cascos de buena calidad antes de considerar las cubiertas adicionales. El Dr. Steve Rowson de Virginia Tech mencionó: “El factor más importante es qué casco usa el jugador, no necesariamente si lleva un cap”.
El precio de los “Guardian Caps” comienza en 70 dólares (65 euros), con los modelos usados por la NFL a 125 dólares (116 euros). En cuanto a la gestión de los recursos, Murray sugirió: “Los entrenadores atléticos salvan vidas y son esenciales para la salud y seguridad de los atletas. Argumentaría que su dinero estaría mejor invertido en otro lado”.