Un niño con cáncer fue “piloto por un día” en una base de la Fuerza Aérea de EEUU e inspiró a los miembros del servicio militar

Clyde Hicks, un niño de ocho años que enfrenta dos tipos de cáncer, experimentó un día inolvidable al convertirse en “Piloto por un Día” en la Base Conjunta Andrews en Maryland. Vestido con un traje de vuelo y acompañado por su padre, Clyde se adentró en un mundo que parecía sacado de una película, lleno de tecnología y experiencias únicas. Subió a un avión de combate F-16 y disfrutó de un almuerzo a bordo del avión de la Primera Dama de Estados Unidos.

La jornada de Clyde comenzó con una demostración de la última tecnología militar en una sala de entrenamiento. Armado con unos cascos de realidad virtual, Clyde y su padre protagonizaron un vuelo en helicóptero simulado que recorrió Washington D.C., sobrevolando lugares emblemáticos. Aunque la simulación resultó aterradora para su padre, Clyde mantuvo la calma en todo momento.

El 10 de julio, Clyde recibió sus órdenes de marcha en National Harbor. Más tarde, tuvo la oportunidad de entrar en la cabina de un F-16 y almorzar a bordo de un C-40, una versión militar del Boeing 737 utilizado para transporte de altos funcionarios, incluido personal de la Casa Blanca. El evento también incluyó una escolta policial proporcionada por los soldados del estado de Maryland, haciendo de su regreso al hotel una experiencia igualmente memorable.

Siendo el 35º “Piloto por un Día”, Clyde participó en un evento organizado por la Fundación Check-6, una organización que apoya tanto a veteranos militares como a niños con enfermedades graves. Además de su aventura en el aire, Clyde disfrutó una demostración del trabajo de perros militares, señalando que ver a un canino atacar fue uno de los momentos más emocionantes del día. La comida a bordo del avión, que incluyó cerdo y macarrones con queso, también fue un punto destacado.

George Onyenyeonwu, vicepresidente de la Fundación Check-6 y veterano retirado de la Fuerza Aérea, explicó que el programa tiene como objetivo aliviar el dolor de los niños y sus familias, brindándoles momentos de auténtica alegría. “Nuestra misión es darles alegría. Y nos da alegría ver una sonrisa en sus rostros”, comentó Onyenyeonwu.

El nombre de la organización, Check-6, se basa en un término utilizado por pilotos de combate para referirse a “vigilar la espalda” en busca de posibles amenazas. Su lema, “Los compañeros que te protegen las espaldas”, refleja este espíritu de camaradería y apoyo.

Como gesto adicional, la familia de Clyde recibió un cheque de 3.006 dólares para ayudar a cubrir los gastos médicos, un alivio importante para la familia en medio de su batalla contra el cáncer.

Durante el evento, Christian Okoye, ex corredor All-Pro de la NFL y amigo de la infancia de Onyenyeonwu en Nigeria, actuó como compañero de Clyde. Okoye, conocido por su número 35 con los Kansas City Chiefs, encontró un significado especial en acompañar al 35º Piloto del Día. “Clyde era simplemente mágico, su forma de reaccionar ante todo”, expresó Okoye.

Acostumbrado a desafíos, Clyde no solo es un héroe por su valentía frente al cáncer. Este año, a pesar de su enfermedad y una condición neurodegenerativa relacionada, Clyde jugó béisbol en las ligas menores de Severna Park, su ciudad natal. Aunque tuvo que usar una silla de ruedas en algunos momentos de la temporada, su equipo lo ayudó empujándolo por las bases después de cada bateo, demostrando la solidaridad de la comunidad.

El día siguiente a su experiencia en la base, Clyde volvió a su rutina de tratamiento oncológico programado. Su madre comentó que la experiencia como “Piloto por un Día” le dio un impulso significativo para afrontar su tratamiento, que puede durar hasta siete horas. “Tenía una gran confianza al iniciar el tratamiento”, afirmó. “No lloró ni se inmutó. Estaba fuerte y seguro de sí mismo”, añadió.

El impacto positivo de la experiencia fue palpable no solo en Clyde, sino también en su familia. Nate Hicks, su padre, señaló la importancia de estos recuerdos en momentos difíciles. “Nos da algo que recordar como un recuerdo preciado”, comentó Nate. “Cualquier niño que esté pasando por un momento difícil tiene la oportunidad de llegar a la base y se siente intocable”.