La escalofriante historia detrás del documental “Diles que me amas”

En 2015, un caso judicial sacudió los cimientos de la ética académica y el entendimiento de las discapacidades. Anna Stubblefield, una profesora de filosofía de la Universidad de Rutgers, fue condenada por agredir sexualmente a Derrick Johnson, un hombre con parálisis cerebral que no podía hablar. El documental “Diles que me amas”, dirigido por Nick August-Perna y disponible en Netflix, examina esta compleja historia, profundizando en los métodos de comunicación utilizados y las controversias legales que surgieron.

Anna Stubblefield llegó a la vida de Derrick Johnson en 2009, cuando John Johnson, hermano de Derrick, se convirtió en su alumno en la Universidad de Rutgers. John, intrigado por el método de comunicación facilitada que Anna presentaba, le pidió ayuda para implementarlo con Derrick, quien había sido diagnosticado con parálisis cerebral e hidrocefalia desde bebé. Los registros médicos describían a Derrick con “retraso mental severo”, y su familia jamás creyó que pudiera comunicarse debido a su discapacidad.

La comunicación facilitada es un método altamente controversial. Se basa en la ayuda de un facilitador que sostiene la mano o brazo del paciente para ayudarlo a señalar letras en un tablero y formar palabras. Stubblefield creía firmemente en este método y lo usó con Derrick entre 2009 y 2011, periodo durante el cual la familia Johnson llegó a convencerse de que Derrick realmente lograba expresarse.

El uso de la comunicación facilitada se convirtió en un tema central en el juicio de Stubblefield. El juez del caso no permitió que se consideraran pruebas relacionadas con este método debido a su falta de respaldo científico. En octubre de 2015, Anna fue condenada a 12 años de prisión por dos cargos de agresión sexual agravada en primer grado. Sin embargo, después de cumplir dos años, su sentencia fue anulada y se declaró culpable de un cargo menor, resultando en su liberación.

La relación de Anna con la familia Johnson comenzó de manera profesional pero se tornó personal rápidamente. John Johnson, convencido del potencial de la comunicación facilitada, solicitó la ayuda de Stubblefield para su hermano. Anna se involucró profundamente, llegando a afirmar que Derrick y ella estaban enamorados y mantenían una relación sexual consensuada. Esta revelación llevó a la familia de Derrick a denunciar a Anna a la policía en 2013, preocupados por la seguridad y bienestar de Derrick.

La familia de Derrick Johnson decidió denunciar a Stubblefield tras enterarse de la relación que ella afirmaba tener con Derrick. Anna fue arrestada y enfrentó un juicio en el que se debatieron no solo los actos en sí, sino también la validez del método de comunicación facilitada que ella usaba. La controversia alrededor de este método jugó un papel crucial en el caso.

La Asociación Estadounidense del Habla, el Lenguaje y la Audición (ASHA) ha calificado este método de “seudocientífico” y “dañino”. Numerosos testimonios y estudios presentados en el documental argumentan que la comunicación facilitada puede estar influenciada por quien facilita, cuestionando así su autenticidad y validez.

Desde 2011, Derrick Johnson ha dejado de usar la comunicación facilitada. Actualmente vive con su madre, Daisy Johnson, y su vida ha regresado a la rutina previa al encuentro con Anna. La película no cuenta con entrevistas directas a Derrick, dado que su familia siempre ha sostenido que su discapacidad le impide comunicarse efectivamente.

El documental “Diles que me amas” ofrece una mirada profunda y perturbadora a una historia donde la ética, la ciencia y la ley se entrelazan de manera compleja. A través del caso de Anna Stubblefield y Derrick Johnson, se cuestionan nuestras percepciones sobre la discapacidad, la autonomía y el consentimiento, abriendo un debate sobre los límites de la comunicación y el poder.