Los adultos mayores enfrentan mayor deterioro de memoria debido a la soledad, según un estudio

Un análisis de la Universidad de Waterloo revela que la percepción de estar solo influye más en la memoria que la falta de interacción social, subrayando la importancia de desafíos mentales y físicos

Guardar
Un reciente estudio de la Universidad de Waterloo indica que la soledad incrementa el riesgo de pérdida de memoria en adultos mayores. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Un reciente estudio de la Universidad de Waterloo indica que la soledad incrementa el riesgo de pérdida de memoria en adultos mayores. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Waterloo ha revelado que el sentimiento de soledad en los adultos mayores aumenta significativamente el riesgo de pérdida de memoria, superando al aislamiento social como factor determinante. El estudio, publicado en julio de 2024 y encabezado por la Dra. Lisa Feldman Barrett, siguió a cuatro grupos de adultos durante seis años para analizar los efectos de la soledad y el aislamiento social en la memoria. Este descubrimiento subraya la importancia de mantener la mente activa y comprometida, independientemente del entorno social.

El equipo de investigación clasificó a los participantes en cuatro grupos: aquellos que estaban socialmente aislados y solos, aquellos que solo estaban socialmente aislados, aquellos que solo se sentían solos y aquellos que no experimentaban ni aislamiento social ni soledad. Los resultados mostraron que el grupo que enfrentaba ambas condiciones, aislamiento y soledad, presentó el mayor deterioro de la memoria. Sin embargo, la soledad por sí sola también demostró ser un factor de alto riesgo, ocupando el segundo lugar en términos de impacto negativo en la memoria.

La Dra. Lisa Feldman Barrett, conocida neurocientífica y psicóloga, destacó la capacidad del cerebro humano para la plasticidad, es decir, su habilidad para cambiar y adaptarse a lo largo de la vida. Según Barrett, esta capacidad dura toda la vida, permitiendo a las personas aprender nuevas habilidades en cualquier momento. Este concepto fue explicado durante la clase “La ciencia de envejecer de manera más inteligente”, en la cual se enfatizó la importancia de mantener el cerebro activo a través de nuevas experiencias y desafíos mentales.

La investigación clasificó a los participantes en cuatro grupos para estudiar los efectos del aislamiento social y la soledad. (Imagen Ilustrativa Infobae)
La investigación clasificó a los participantes en cuatro grupos para estudiar los efectos del aislamiento social y la soledad. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Una de las formas más efectivas para fomentar la plasticidad cerebral es enfrentarse a nuevas experiencias y actividades. Barrett afirmó para el estudio que cada vez que una persona se encuentra con algo inesperado o útil, su cerebro intenta aprenderlo. Este proceso de aprendizaje continúa, y actividades como viajar, aprender un nuevo idioma o leer un libro pueden mejorar significativamente la salud cerebral. Las neuronas se adaptan y cambian en respuesta a estos estímulos, lo cual es esencial para mantener la agilidad mental y prevenir la pérdida de memoria.

Además de las actividades mentales, la actividad física también juega un papel crucial en la salud cerebral. La Dra. Wendy Suzuki, neurocientífica y decana de la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de Nueva York, explicó a CNBC que la actividad física puede estimular el crecimiento de nuevas células cerebrales. Según Suzuki, las formas de ejercicio que requieren estrategia, como los deportes de equipo o actividades como el baile, trabajan intensamente la corteza prefrontal, mejorando así la función cognitiva y promoviendo la plasticidad cerebral.

El estudio de la Universidad de Waterloo también resaltó que, aunque las conexiones sociales juegan un papel importante en mantenernos alertas y felices, la actividad mental individual es igualmente vital. La Dra. Barrett mencionó en el análisis que conocer gente nueva y establecer conexiones sociales puede mejorar la plasticidad cerebral, ya que todas estas actividades suponen un desafío metabólico que, con el tiempo, se convierte en una inversión en una vida más saludable y fuerte. La interacción social, especialmente cuando involucra conversaciones y actividades estimulantes, puede ser tan beneficiosa como cualquier otro desafío mental.

Actividades como viajar y aprender nuevos idiomas pueden mejorar la salud cerebral y prevenir la pérdida de memoria. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Actividades como viajar y aprender nuevos idiomas pueden mejorar la salud cerebral y prevenir la pérdida de memoria. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La investigación no solo contribuye al entendimiento del proceso de envejecimiento y la memoria, sino que también ofrece recomendaciones prácticas para los adultos mayores. Mantenerse mentalmente activo y comprometido con nuevas experiencias, junto con la actividad física y las interacciones sociales, puede ayudar a reducir el riesgo de pérdida de memoria. Barrett subrayó que el cerebro nunca deja de adaptarse y cambiar, lo que significa que siempre hay oportunidades para mejorar la salud cerebral, independientemente de la edad.

El estudio de la Universidad de Waterloo proporciona una visión detallada de cómo la soledad y la actividad mental impactan la memoria de los adultos mayores. Al destacar la importancia tanto de las conexiones sociales como de los desafíos mentales y físicos, los investigadores ofrecen una hoja de ruta para mantener la salud cerebral y prevenir el deterioro cognitivo.

Guardar